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Los desplazamientos de población a la costa, a las islas y a Madrid devuelven la zona rural a 1900

Agencia EFE

La tendencia de la población a ocupar las regiones de la cuenca mediterránea, los dos archipiélagos y las grandes ciudades, sobre todo Madrid, está provocando el despoblamiento de las provincias "interiores y rurales", que llegan a registrar cifras de habitantes menores a las de 1900.

A lo largo del siglo XX la población española se ha duplicado, en la actualidad se registra un imparable descenso de la tasa de natalidad y la población extranjera ha pasado de ser el 0,3 por ciento en 1900 al 8,5 en 2005, según consta en el estudio "Evolución de la población española en el siglo XX" presentado hoy por la Fundación BBVA.

El director del informe, Julio Alcaide, explicó que el estudio pretende "poner en orden las cifras estadísticas a lo largo del siglo XX, para que en el futuro los investigadores tengan una información completa y ordenada de los movimientos de población" durante ese periodo en cada provincia y comunidad autónoma.

De esta forma, se podrán consultar cuestiones como el número de personas que murieron y nacieron durante la Guerra Civil o el de exiliados, así como los movimientos de población entre provincias a lo largo del pasado siglo y la llegada a cada una de ellas de la población inmigrante.

"Pueden ver -explicó el economista y estadístico- los efectos en cada provincia de la Guerra Civil", un período en el que se produjo una fuerte caída de la natalidad.

Además, el trabajo ha permitido corregir la población española residente de 1940, ya que fueron registradas 727.695 personas más de las debidas, un "error histórico" que Alcaide atribuye al doble empadronamiento de los exiliados, la duplicación censal para conseguir cartillas de racionamiento y la ausencia de inscripción de los fallecidos en la contienda.

"El censo de 1940 registró cifras no reales porque se registraba a una persona que estaba desaparecida y podía estar muerta", explicó Alcaide, quien añadió que "hemos vivido con esa oscuridad sin saber cuántas personas murieron".

El estudio pone de manifiesto el "imparable" descenso de la natalidad a lo largo del siglo XX, que ha pasado del 17,78 por ciento de los primeros cinco años al 4,66 del periodo 1995-2000, y, aunque se ha producido una recuperación con la llegada de inmigrantes, "no va a provocar un cambio fundamental"

"La inmigración es una bendición de Dios porque ha corregido la pirámide de población y sin los inmigrantes España tendería a desaparecer, pero con ellos surgen los problemas de la integración", aseguró Alcaide, quien opinó que "éste es el gran reto de los políticos y habrá un problema serio si no se logra que se sientan como españoles".

Para el director del estudio, lo deseable sería una redistribución de toda la población por todas las provincias, y que éstas tuvieran además un desarrollo industrial similar, para evitar situaciones como la que viven Soria o Teruel, "que tienen cifras de población irrisorias y propias de países subdesarrollados".

Durante la presentación del informe, Alcaide destacó el desplazamiento de la población en el País Vasco -región elegida a mediados de siglo para vivir y trabajar por muchos españoles- hacia las provincias limítrofes, como Burgos, Logroño y la comunidad cántabra, y dijo que ha habido 200.000 personas exiliadas en las últimas décadas, en las que esta comunidad se ha visto afectada por el terrorismo.

Como muestran los datos de la evolución de la población, se ha pasado de 18,6 millones de habitantes en 1900 a los 40,8 millones de personas censadas en 2000, es decir, creció el 112%, aunque la densidad de población ha aumentado de forma desigual, y se ha producido sobre todo en Madrid (el 672%), Canarias (450%), Cataluña (257%), País Vasco (253%) e Islas Baleares (216%).

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