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La Feria del Libro de Fráncfort se abre con una fuerte presencia española

EFE

La Feria del Libro de Fráncfort abrió hoy sus puertas al público con innumerables actos, con una presencia española que sigue siendo notable y una presencia latinoamericana algo mayor que en los últimos años.

Los principales grupos editoriales españoles -Planeta, Random House, Santillana- han conservado el tamaño de sus stands al igual que las editoriales independientes que son habituales de la Feria como Anagrama, El Acantilado, Tusquets o Siruela.

Entre los latinoamericanos, el stand mexicano sigue siendo el más notable mientras que el argentino ha tenido un claro crecimiento con respecto a los años anteriores, lo que puede ser una señal de una recuperación del sector en ese país sudamericano, que dentro de tres años será el invitado de honor.

Venezuela y Cuba tienen un stand conjunto en el que destacan la cooperación de los países en el terreno del libro.

El stand colombiano sigue siendo pequeño, pero eso se compensa con el stand aparte que tiene el Grupo Editorial Norma, que sigue teniendo una clara tendencia al crecimiento.

El cambio más notable en el pabellón en que se encuentran los editores españoles e hispanoamericanos es el despliegue hecho por el Institut Ramon Llull, como parte de la presentación de la cultura catalana como invitada de honor de este año.

Los editores ya empezaron desde esta mañana a tener sus primeras citas de negocios, aunque en la mayoría de los casos éstas sean sólo para finiquitar acuerdos que ya estaban apalabrados de antemano.

Mientras los editores trabajan con discreción en sus negocios, la Feria ya ha tenido las primeras presentaciones de libros y autores para el público.

El ex-ministro de Exteriores Joschka Fischer inauguró el tradicional "Blaues Sofa" (Sofá Azul) de Bertelsmann hablando de su libro sobre los años de la coalición rojiverde.

Por el sofá también han desfilado hoy otros autores como el Premio Büchner de este año, Martin Mosebach, de quien El Acantilado publicará su novela "El príncipe de las tinieblas", el catalán Jaume Cabré, o el crítico francés Pierre Bayard.

Bayard habló de su provocadora obra "Como hablar de libros sin haberlos leído", un titulo muy apropiado para una feria en la que año tras año se presentan más de 100.000 novedades.

Entre las estrellas de la jornada estuvo el novelista Martin Walser que debatió en el llamado Film Forum sobre cine y literatura con el presentador de televisión Thomas Gottschalk, a partir de la experiencia que ha tenido con la adaptación a la pantalla de su obra "Ein fliehendes Pferd" (Un caballo en fuga).

Entre los editores, se podían observar algunas sonrisas de satisfacción.

Así, por ejemplo, Juan Cerezo, de Tusquets estaba feliz por la concesión del premio a la mejor novela alemana del año a Julia Franck, una autora cuyo libro "Tránsito" figura en su catálogo.

Sin embargo, cuando sin duda alguna habrá por lo menos un editor completamente feliz para cada lengua será mañana por la mañana, cuando se dé a conocer el ganador del Premio Nobel de Literatura.

Por otra parte, una nueva tendencia que parece observarse en esta feria es el creciente interés por la literatura infantil entre los editores.

Los libros para niños, según el director de la muestra, Jürgen Boos, parecen ser un factor de crecimiento importante para muchos grupos editoriales tanto en Europa como en los mercados asiáticos, especialmente en China y Corea del Sur.

Las editoriales coreanas, por ejemplo, parecen estar mostrando interés en la colección de literatura infantil de la española Siruela.

Por último, la Asociación de Libreros Alemanes presentó hoy una nueva plataforma digital para la búsqueda de libros, en la que participan 300 editoriales y que se entiende como un apoyo a los libreros.

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