El líder supremo iraní, Ali Jamenei, aseguró hoy que su país seguirá adelante con su programa nuclear, y que ha elegido "resistir a los arrogantes", mientras continúan en Teherán las negociaciones con el OIEA sobre las actividades atómicas iraníes.

"El futuro de los pueblos depende de una decisión histórica (..) o deciden someterse a la hegemonía y aceptar la arrogancia o (deciden) hacer frente a los arrogantes (..) el pueblo iraní ha elegido como decisión histórica la segunda opción", dijo el máximo dirigente iraní, según la agencia IRNA.

Jamenei hizo esta declaración en una reunión con miles de voluntarios iraníes "Basij", en medio de informaciones sobre una próxima reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, para estudiar el endurecimiento de las sanciones a Irán.

Varias autoridades iraníes han reiterado que su programa nuclear es pacífico, y que no temen el embargo económico, y el propio presidente Mahmud Ahmadineyad ha calificado de "inútil" las nuevas sanciones impuestas recientemente por EEUU al estamento militar de la República Islámica.

Además, todos los medios de comunicación iraníes destacan hoy las declaraciones del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en las que consideró que las sanciones unilaterales socavan los esfuerzos colectivos por resolver el contencioso por el programa nuclear iraní, que EEUU y la UE sospechan que tiene fines militares.

Jamenei, en su discurso, no se refirió a las sanciones, ni a la próxima reunión de las cinco grandes, aunque reiteró que "las fuerzas arrogantes no tendrán éxito frente a la voluntad de un pueblo comprometido a proseguir la marcha hacia la independencia y la dignidad".

"Los éxitos científicos en el ámbito nuclear son una prueba del desarrollo de la República Islámica", añadió el hombre que tiene la última palabra en Irán, según la agencia IRNA.

"La oposición de las potencias arrogantes, encabezadas por EEUU, (al plan nuclear iraní) se debe a que no quieren que el pueblo iraní consiga el desarrollo y el poder científico", agregó Jamenei tras reiterar que "no es posible imponer la hegemonía sobre nuestro pueblo".

Al mismo tiempo, instó a los iraníes, especialmente los jóvenes, a "aumentar sus conocimientos religiosos y científicos" y a trabajar por el "fortalecimiento de la unidad y la armonía entre el pueblo y el gobierno".

Jamenei recordó, por otro lado, los primeros días de la revolución islámica, que lideró su antecesor el ayatolá Ruhola Jomeini en 1979, y elogió sobre todo la toma de la embajada de EEUU en Teherán, en noviembre de ese año, por estudiantes revolucionarios que mantuvieron como rehenes a los diplomáticos y otro personal durante 444 días.

En su opinión, la ocupación de la "embajada, que servía de sede para los espías, fue la dura respuesta que recibió el arrogante gobierno estadounidense a la matanza de estudiantes iraníes en Teherán en 1978 por colaboracionistas de los (norte)americanos".

El líder iraní aludía así a los enfrentamientos que ocurrieron en aquel tiempo entre las fuerzas del régimen del Shá Mohamad Reza Pahlavi, entonces uno de los principales aliados de Washington, y los simpatizantes de Jomeini.

Por otra parte, Jamenei rechazó como "pura mentira" las acusaciones de EEUU contra Irán de apoyar a grupos armados activos en Irak contra las tropas estadounidenses y opinó que "la estúpida política de la Administración (norte)americana es la causa de la muerte de sus soldados" en ese país.

Además, acusó a Washington de ser "el principal factor de inseguridad en Oriente Medio".

Mientras tanto, los negociadores de Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), reunidos en Teherán desde el pasado lunes, decidieron proseguir mañana sus conversaciones sobre los centrifugadores iraníes P1 y P2 para el enriquecimiento de uranio.

El jefe de la delegación iraní, Yavad Vaidi, manifestó el martes que los iraníes cooperarán al máximo con el OIEA, aparentemente para evitar el endurecimiento de las sanciones contra Irán.