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El escritor Ivan Klíma afirma que las ideologías son la basura del siglo pasado

EFE

El prestigioso autor de "Amor y Basura", Ivan Klíma, afirma que la época moderna ha traído desperdicios que no se pueden pesar pero que nos rodean, como las ideologías del siglo pasado, según ha señalado en una entrevista con Efe el escritor checo.

Tras diez años desde su primera publicación en lengua castellana, la editorial Acantilado ha recuperado este clásico del autor más importante en la actualidad de la República Checa, que vendió más de 100.000 ejemplares durante los años posteriores a la Revolución de Terciopelo de 1989.

La historia gira en torno a un escritor judío convertido en barrendero por la censura estatal soviética y que junto a sus compañeros de la brigada de limpieza comparte un afán de evasión, que en su caso se plasma en un trabajo literario sobre el autor Franz Kafka.

Klíma ha apuntado que al excavar entre los deshechos, el protagonista también ahonda en su interior, desenterrando "experiencias del pasado, decepciones, sus puntos débiles y recuerdos, que, por una parte, le dan alivio y, por la otra, le hacen sufrir más".

"La basura que aparece en el libro no es solo una metáfora, sino también algo material que nos rodea, nos ahoga e impulsa al mundo a su destrucción", según ha señalado el autor, nacido en Praga en 1931 y que fue recluido junto a sus padres en un campo de concentración nazi durante la segunda Guerra Mundial.

El otro pulso argumental del relato lo configura la confrontación entre el amor matrimonial que le une a su esposa, una psicóloga pseudocientífica, y la pasión del adulterio que le impulsa hacia su amante Daria, una escultora irracional y maga visionaria.

Como en muchas de sus obras, el también dramaturgo profundiza en el tema de la infidelidad alegando que "forma parte de la vida cotidiana", hecho que se prueba en el índice de divorcios europeos, de entre el 50 y 60 por ciento, precedidos en su mayoría por adulterios.

A lo largo de 277 páginas, "Amor y basura" (Ediciones 62, en su versión en catalán) reivindica no solamente el papel de la literatura en la construcción de la vida personal y la historia colectiva, sino la necesidad de la memoria.

En este sentido el escritor ha añadido que "sin pasado se corre el peligro de que la Humanidad se quede en un vacío espiritual y sin pensamientos".

"Lo importante no es castigar a las personas del régimen anterior, sino llevar a cabo una valoración -ha manifestado- para que, además, la gente joven conozca esa parte de su historia y no se separe de su pasado".

Bajo sospecha de disidencia del régimen comunista, Klíma se vio obligado a publicar desde la clandestinidad durante dos largas décadas y a compaginar su vocación con empleos de mensajero, conductor de ambulancias o asistente de tipógrafo.

Sin embargo, sus obras se difundieron gracias a las editoriales checas en el exilio, que introducían libros de autores prohibidos en el país de contrabando, según ha anotado el también autor de "El espíritu de Praga".

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