Qué mejor manera para celebrar el 30 aniversario de un disco que volverlo a grabar otra vez, pero con las tecnologías de la época; éste es el caso de Jean Michel Jarre que ha vuelto a encerrarse en su estudio para trasladar al siglo XXI el sonido de "Oxygène", su álbum más vendido con 12 millones de copias.

Jean Michel Jarre, considerado uno de los padres de la música electrónica, con más de 60 millones de discos vendidos en todo el mundo, estuvo hoy en Madrid para defender este nuevo proyecto, para el que se encerró en una de las habitaciones de su casa, convertida en estudio y, "a modo de actuación en directo", grabar "Oxygène" en tecnología HD y en 3D estereoscópico, lo que permite la imagen en tres dimensiones sin gafas especiales, explicó a Efe.

Con el paso del tiempo, el estado de salud de "Oxigène" es "muy bueno, está como una roca", afirma el compositor. "Puede que hayan pasado treinta años, pero para mí han sido como diez. El caso es que me volví a encerrar como entonces en una vieja cocina, me rodeé de instrumentos y grabé otra vez la música original en CD y en DVD", comentó.

La similitudes, que la música es la misma. "Yo siempre me quedaré con el original", asegura. Las diferencias, que "el de 1977 se creó para grandes espacios y que éste está hecho para ver en casa y en salas pequeñas", de ahí el nuevo título, "Oxygène-Live in your living room", algo así como "Oxígeno en directo desde tu salón".

De hecho, el 12 de diciembre comenzará en París una gira de conciertos en salas pequeñas, porque quiere "sentir el contacto con el público", para continuar por Londres y Berlín, y ya a lo largo de 2008 por España, Italia y Estados Unidos.

A sus fans "les ha parecido bien", pero como él están "viviendo el momento con mucho nerviosismo".

"Oxygène" nació hace treinta años con el objetivo de llamar la atención sobre el cambio climático. Su portada, con un planeta tierra convertido casi en una calavera, "lo dice todo".

"Treinta años después, aunque el clima ha experimentado muchos cambios y todo va a peor", Jean Michel Jarre vive la situación con optimismo.

"Es cierto -comenta- que Al Gore podría coger la portada de mi disco como logotipo de su campaña y eso es terrible, pero quieras o no entre unas cosas y otras hemos conseguido concienciar a la gente, y es la gente, más que los gobiernos, la que tiene en la mano el luchar por el cambio".