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"La España plural es inviable y nadie políticamente organizado se la cree"

Vicepresidente catalán y líder de ERC. Después de fijar en 2014 el año para la consulta otea el 9-M y relata su desengaño con Zapatero

DAVID MIRÓ/FERRAN CASAS

Carod ha salido del bache político y personal en que entró después de su entrevista con ETA a final de 2003. El vicepresidente de la Generalitat gestiona sin sobresaltos (y con éxitos como la Feria de Fráncfort) sus áreas de gobierno y mejora su imagen. Recibe a Público en la sala de reuniones de su despacho en Palau. Concede la entrevista en calidad de número dos del ejecutivo catalán y de líder de Esquerra, pero la agenda y el clima casi electoral hace inevitable que acabe pesando mucho más lo segundo que lo primero.

El AVE debería estar en Barcelona...

Si, es el único tren del mundo la velocidad del cual tiene nacionalidad [lo dice por las siglas AVE, de Alta Velocidad Española]. Hasta ahora los científicos sólo han establecido la nacionalidad de la velocidad en España. Y falla como tantas otras en Catalunya que llevan la E de España.

En este final de legislatura se ha frenado el despliegue del Estatut pese a que el 9-M se juega en parte en Catalunya. ¿Cómo lo entiende?

Se juega aquí pero la última batalla nunca llega. Lo que queda claro después de los AVE a Sevilla, Madrid, Málaga o Valladolid es que para cualquier gobierno español Catalunya no es una prioridad. La idea de una España plural no se la cree nadie políticamente organizado y no ha encontrado ningún instrumento de representación política. Otra cosa son personas, que las hay, a título individual. Sería de ilusos pensar que los catalanes somos prioridad de algún gobierno de Madrid. Sólo lo somos por los votos y los impuestos que pagamos.

¿Entonces la apuesta de Esquerra por Zapatero fue un error?

No. Hicimos lo que debíamos demostrando una vez más que el estado plural sólo se defendía desde Catalunya. Lo que no hubiera tenido sentido habría sido instalarse en un discurso ideológico sin dar la oportunidad a través de una oferta de alianza a la izquierda española. Pero nuestra mano no la han cogido. Una España plural es inviable y el federalismo es sólo el recurso retórico de algunos partidos catalanes. El federalismo es un pacto entre iguales. Y España sólo hay una que no quiere ser de otra forma.

¿Zapatero no es federalista?

Aunque haya gente que lo crea en Catalunya, Zapatero no es un nacionalista español sino un demócrata español. Pero también es el mejor ejemplo de todo lo que puede dar de sí un demócrata español. No es lo mismo el PSOE que el PP, pero en el modelo de estado no son muy diferentes más allá de la retórica. No han federalizado nada.

Él tiene la sensación de que se la ha jugado por Catalunya. Los últimos presupuestos son mejores...

El PSOE vive en estado de pánico permanente ante el PP porque constata que el nacionalismo español es tan potente como incompatible con el respeto a la pluralidad. Y si quieren mantener una mayoría social no puede optar por la pluralidad. Son vías paralelas que nunca se encuentran. Por más que haya en el PSOE gente como Zapatero, si tiene al PP y a buena parte de su partido en contra y con alergia a la diversidad no se arriesgará a perder el poder.

Pues usted da apoyo a Montilla y al PSC, que son socios del PSOE...

Como filólogo y político, constato que el progresivo catalanismo de José Montilla no es sólo fonético y léxico. Nadie se hubiera imaginado hace tres años los discursos que hace Montilla. Eso nos da seguridad para encarar nuevos retos, como el de la financiación autonómica. Será más importante, por las consecuencias que tendrá en Catalunya, este debate que viene que el del Estatut. Una mejor financiación afecta a todos los sectores.

¿Y hay posibilidades reales de dar un salto importante en cuanto a modelo?

Deberá haberlas. Hemos constatado que España no nos respeta, con un presidente que incumple la palabra dada con el Estatut o que se salta acuerdos del Congreso que cuestionan el modelo uniforme de Estado. Si no fue posible el Estatut que queríamos y ahora pasa lo mismo con una financiación que no prevea igualdad de oportunidades y crecimiento será más fácil preguntarse para qué nos sirve España.

¿En la financiación habrá unidad de los partidos catalanes o pasará como con el Estatut?

No sé si se ha aprendido la lección. Que lo diga quién rompió la unidad. Nosotros siempre fuimos fieles al texto aprobado en el Parlament...

Entonces en Esquerra, donde piden el concierto, rebajarán en pro de la unidad...

La unidad es la suma de esfuerzos y voluntades. Catalunya no puede rebajar más el listón porque hay necesidades que nos desbordan. Si no es viable un acuerdo razonado con unas balanzas fiscales claras y no se cumplen ni las leyes aprobadas no sabemos que valor añadido que tendrá al final España.

Usted plantea un referéndum autodeterminista en 2014. Y lo quiere hacer con apoyo de CiU y el PSC. ¿El cambio 'fonético y léxico' que ve en Montilla estará ya suficientemente maduro?

Una consulta popular en Catalunya se debe hacer des de la mayoría. Ni en contra ni sin el PSC y CiU, que ahora son los dos primeros partidos. Pero de aquí al 2014 veremos donde está cada uno. Las consultas se hacen des de la mayoría para formular la pregunta, no para coincidir en la respuesta. 2014 no es una fecha sólo de soberanía, si no sobre todo de democracia.

Antes de eso viene el 9-M. ¿Qué papel quieren jugar en Madrid después de la decepción de esta legislatura?

Los catalanes saben que ERC siempre ha defendido a Catalunya y no sus cargos. Defender el Estatut del Parlament nos costó dejar el gobierno que le permitimos formar a Maragall. Somos el partido nacional de confianza que cuando habla de derecho a decidir es para hacerlo como país y no sobre qué ministerio queremos. Esto nos lo valoran. Sería mala una victoria del PP pero también una mayoría absoluta del PSOE.

Pero un triunfo del PP consolidaría el tripartito...

Si, pero yo cada vez estoy más alejado de actitudes reactivas. Somos una nación que hasta ahora ha tenido poca capacidad de iniciativa pero si mucha de reacción después de que nos hayan abofeteado. Creo que debemos tomar la iniciativa de dibujar nosotros una hoja de ruta y un calendario hacia la soberanía.

¿Si el PSOE gana sin mayoría absoluta y les ofrece diálogo qué actitud tendrán ahora?

Sólo contemplamos acuerdos con ellos. Si algún catalán los quiere con el PP que vote a CiU...

Pero quizás a CiU le será más fácil sacar tajada des de la equidistancia en una negociación abierta...

Ya. Pero el problema es que el pastel siempre se lo comen en el mismo sitio, en Madrid. Para nosotros los acuerdos con el PSOE pasan ahora por ahora por la financiación autonómica. Esa será nuestra condición. Ya veremos de que forma se concretan llegado el momento.

¿O sea que si hay financiación autonómica ustedes apoyarán de nuevo a Zapatero?

Habrá que ver de qué estamos hablando. Con el Estatut ya se vio lo que valían sus promesas. En los acuerdos con el PSOE, luz y taquígrafos. Pero ahora todo es muy prematuro. Lo que habíamos preparado como ERC a principio de esta legislatura en temas como la pluralidad del Estado está claro ya que no tiene sentido porque España no quiere ser diferente. Al final piensas que más nos valió que no saliera una ley de lenguas porque aún nos hubiera jugado en contra.

¿Renuncian, entonces, a usar el catalán en el Congreso?

No, lo seguiremos intentando. Confío verlo si no es que el 2014 nos coge en forma y ya vamos por allí sólo de visita. Mientras paguemos impuestos al Estado, los diputados catalanes deben tener los mismos derechos lingüísticos que el resto.

¿Y en Madrid no sería necesario un intergrupo catalán para defender juntos temas como la financiación o las infraestructuras?

Si, claro. Y también lo pensaba con el Estatut. Madrid juega con habilidad porque sabe que una parte de los catalanes son fáciles de comprar...

¿Lo dice por CiU?

No pongo siglas, pero siempre habrá catalanes para hacer pasar el interés particular por delante del colectivo. Hasta ahora la mayoría de partidos catalanes se han sentido confortables en España. Cuando se empieza a cuestionar la confortabilidad las cosas ya no cuadran. Estamos en otra fase porque cada día somos más los que pensamos que España es para Catalunya el estado inútil y, por tanto, si no funciona deberemos dotarnos de uno útil y eficaz. Ir juntos tiene quizás más sentido en el Senado en base a un programa federalizante para cambiar la cámara. Pero en el Congreso también se expresan las identidades ideológicas en el eje izquierda-derecha.

Entonces quizás una alianza de las izquierdas nacionalistas (ERC, EA, BNG...) podría ser la solución...

Tampoco porque la política internacional no tiene entrañas. Y en Madrid cada uno se comporta en función de su interés nacional sin tapujos.

Sectores del PSOE optan por pactar con CiU. Eso podría desestabilizar el tripartito puesto que ustedes e ICV quedarían en fuera de juego y Mas pediría contraprestraciones en forma de nuevo gobierno en Catalunya...

El PSC sería el primero en quedar fuera de juego. Que los peor parados seríamos nosotros lo dicen ustedes. A quien más incomodaría eso es a Montilla, entre otras cosas porque, según y como vaya todo, la investidura Zapatero incluso la podría tener que acabar negociado con el propio PSC.

¿Porqué?

Si la contrapartida para que CiU apoye a Zapatero es que Montilla, que es primer secretario del PSC, deje de presidir la Generalitat ustedes dirán! Una cosa es ser solidario con el PSOE y otra Bambi. Y el PSC no lo es.

¿Es correcto pensar que, a parte del PSOE y el PP, en España sólo puede haber ministros de CiU?

Mientras España sea lo que es si. Pero es que creo que España hasta ahora no está en condiciones de digerir ni tan sólo ministros de CiU. Pero no seré yo quien dé la mala noticia a Duran.

El proceso de refundación del catalanismo de Mas y su apuesta autodeterminista...

Eso lo dicen ustedes, no Mas.

¿Pero que incorpore a su lenguaje las palabras ‘derecho a decidir' no les puede llevar a replantearse la relación con CiU?

A nosotros nos satisface porque la soledad ideológica no es recomendable. Lo vemos como una victoria nuestra. Ahora somos dos defendiendo el derecho a decidir. En Esquerra lo defendemos para el presente y el futuro del país de forma permanente y, por lo que hemos visto, en CiU el señor Mas lo limita a las infraestructuras y el señor Duran, su secretario general, ya ha dejado claro que votaría no en un referéndum de independencia. En todo caso, bienvenidos al debate pese al camino que les queda por recorrer. Si han llegado aquí es porque han constatado el fracaso de su estrategia. Sectores que estaban escondidos tras Pujol, ante su retirada y la constatación que con España no hay nada que hacer, emergen. Y la mayoría social por la sobernía la debemos hacer también con ellos.

¿A qué se debe a que cuando más poder acumula Esquerra más problemas internos padezca por la aparición de sectores críticos?

Es una crisis de crecimiento. De nuestros 10.000 militantes más de la mitad han entrado los últimos cuatro años. Por lo tanto, llevan poco militando en una formación independentista. Hemos crecido y hay una parte de nuestra militancia que viene de una tradición resistencialista y de oposición y otros, más minoritarios, que actúan con tics prepolíticos y pregubernamentales.

¿Cómo es su relación con Puigcercós después de tres años de bicefalia en el partido?

Es la lógica y normal entre los dos máximos dirigentes de un partido. Los intereses que defendemos son los mismos.

Con Puigcercós también comparte el interés en ser cartel electoral de ERC en el 2010...

Ahora no es momento de hablar de eso. El interés es poner toda mi energía positiva a favor del partido para el 9-M. Separarnos de eso nos hace perder energías.

¿Da por superada su reunión con ETA en Perpinyà y lo que supuso?

Yo si. Quien no lo ha superado ni lo superará es España y su opinión pública, que me condenaron a perpetuidad. La opinión pública catalana, en cambio, nos dio el resultado que nos dio el 14-M. No me preocupa en exceso, pero si preferiría que la sociedad española me viera de otra forma, como soy y no como me pintan. Después de Tengo una pregunta para usted recibí cientos de correos de apoyo de España. A mi ya nada me condiciona después de que me costara una angina de pecho.

‘Público' reveló que en la comunidad islámica creaba polémica que el presidente del Consejo Islámico catalán fuera Tabligh, una rama conservadora del Islam. ¿Como responsable de los asuntos religiosos de la Generalitat le preocupa?

Nosotros firmamos acuerdos y convenios con todas las confesiones sin mirar a qué orientación pertenecen quienes están en la jerarquía de cada confesión.

Pero este es un tema sensible, sobre todo des del punto de vista de la integración teniendo en cuanta que hay más de 200.000 musulmanes en Catalunya...

A los obispos no les preguntamos si son del Opus cuando llegamos a acuerdos. Simplemente reconocemos la jerarquía de cada confesión y si hay gente del Consejo Islámico o la comunidad musulmana preocupados es a ellos a quienes les corresponde cambiar las cosas. Catalunya es un país singular en laicidad y eso es lo que vale. En el Estado, sólo el gobierno español y el catalán tenemos competencias en materia religiosa. Nosotros debemos reconocer el derecho a la libertad religiosa y fomentar los valores positivos de las creencias. Si hay más cosas, ya no dependen de nosotros. Y tampoco se puede mezclar religión con terrorismo.

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