La niebla convirtió ayer la A-42 que une Madrid con Toledo en una peligrosa trampa para decenas de conductores. En apenas cuatro horas, tres accidentes en cadena bloquearon la autovía en ambos sentidos y provocaron un caos que se prolongó hasta las 15.00, cuando pudo restablecerse el tráfico y la situación se normalizó.

El balance fue demoledor. Cerca de cien vehículos se vieron implicados en la triple colisión provocada por los densos bancos de niebla que cubrían la zona, donde la visibilidad era casi nula. No hubo muertos, pero los servicios de emergencia tuvieron que atender a 93 personas, ocho de ellas heridas de gravedad y otra muy grave, una mujer de unos 30 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico severo.

El primer accidente tuvo lugar a las 8.35 entre los kilómetros 49 y 51, en sentido Madrid, con 60 vehículos, entre ellos un autobús. La niebla atrapó a los conductores que circulaban por ese tramo. A pesar de que muchos frenaron para evitar el choque, la colisión resultó inevitable.

Dos accidentes en una hora

Sólo una hora después, y casi en los mismos puntos kilométricos, se repitió la misma escena. En esta ocasión, fueron 48 los vehículos accidentados, incluido un camión que transportaba mercancías peligrosas. El último susto del día ocurrió en Illescas, con la tercera colisión en cadena.

La A-42 estuvo cortada durante casi toda la mañana en ambos sentidos. La autovía se convirtió en cuestión de minutos en un mar de grúas, ambulancias, dotaciones de la Guardia Civil y camiones de bomberos que acudieron para asistir a los conductores atrapados en el caos.

Entre 120 y 130 personas participaron en las tareas de rescate y en la regulación del tráfico. Ni siquiera los servicios de emergencia que acudieron para atender a los accidentados se libraron del desastre. Dos trabajadores de Protección Civil resultaron heridos cuando su camión se empotró contra un coche.

Mientras, las asociaciones de automovilistas señalaron directamente a los conductores como principales responsables de las colisiones, al no aumentar la distancia de seguridad con la niebla. Jorge Castellano, del RACE, explicó a Europa Press que la combinación de 'intensa niebla, tráfico y vehículos que circulan a distintas velocidades' es una 'mezcla explosiva'. Sólo si 'se extrema la precaución y se aumentan las distancias de seguridad' pueden evitarse este tipo de accidentes, indicó.