Después de la decisión que, por sorpresa, tomó Joan Puigcercós de dejar el gobierno catalán para preparar el congreso de Esquerra y, sin el yugo gubernamental, lanzarse a suceder a Carod-Rovira en junio, el vicepresidente catalán no pudo hacer otra cosa que dar muestras de lo mal que le sentó la actitud del secretario general. En el programa más visto de las mañanas catalanas, Els matins a TV3, el presidente de ERC apareció cariacontecido por el KO electoral y la adversa situación interna.

Carod evidenció que librará batalla. Quien durante los 12 últimos años ha liderado y dado éxitos al independentismo no venderá su pellejo barato por más que deba airear trapitos. Siempre fue así en ERC y parece que seguirá siéndolo a diferencia de otros partidos, que fulminan a sus líderes de un día para otro sin ruido, como pasó con Pasqual Maragall en el PSC hace año y medio.

Carod no se calló ni una y de la rajada del número dos de la Generalitat se sirvió la multitertuliana Pilar Rahola, que está en el programa para comentar con su habitual trazo grueso y tremendismo lo que le echen. Rahola, diputada de Esquerra en los 90 y que después se escindió sin dejar el escaño, conoce las intrigas internas porqué fue "víctima" de Puigcercós y Carod cuando iban de la mano.

Carod consideró que la decisión de Puigcercós era "personal" y dejó caer que se debía en parte a una gris gestión en el gobierno. Le criticó incoherencias y caer a menudo en la tentación de mezclar el rol gubernamental con postulados más propios de quien está en la oposición como cuando se manifestó contra la línea de alta tensión entre Francia y España. Defendió que Esquerra debe decidir entre ser gobierno o mantener "tics de oposición".

También afirmó que "algunos dirigentes" proyectan una imagen "que no es la adecuada". Mirando al extinto grupo parlamentario de Madrid, salido de unas listas que Puigcercós moldeó a su gusto pero sin prever 8 diputados, afirmó que han hecho "gestos innecesarios e incomprensibles" para acabar lamentando haber empezado la legislatura dando "apoyo incondicional" al PSOE y acabarla con una "oposición encarnizada".

Horas después de que Carod mostrara su malestar, Puigcercós compareció para despedirse de su conselleria y repasar su tarea en las áreas que ha gestionado: política local, función pública, telecomunicaciones y acción cívica. Como no podía ser de otra forma hizo una valoración positiva y huyó del cuerpo a cuerpo público con Carod. Sí confirmó que Montilla supo antes que Carod de su decisión de dejar el gobierno.

Y mientras los dos dirigentes de ERC empiezan el combate los sectores críticos, que ya les plantaron cara en la conferencia nacional de octubre mantienen actitudes bien dispares. Mientras el líder de Esquerra Independentista, Uriel Bertran, no para e intenta presentarse como una suerte de árbitro entre los dos, Reagrupament.cat guarda silencio. "No hemos tenido tiempo de consensuar un posicionamiento", afirman. Cuando lo hagan animarán la fiesta.