El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, no quiso perderse ayer la oportunidad de volver a la ciudad que ha gobernado durante 14 años, L'Hospitalet, para presenciar la toma de posesión de Núria Marín como nueva alcaldesa. Acudió junto con los alcaldes del área metropolitana de Barcelona y aprovechó la oportunidad para saludar a vecinos y amigos, muchos de los cuales se le acercaron para felicitarle efusivamente por su nueva responsabilidad en el Gobierno. Corbacho tenía poco tiempo, puesto que la agenda de un ministro en sus primeros días incluye el inicio de contactos con todos los agentes implicados en su doble cartera.

¿Tiene prevista una reunión con los sindicatos?

Hemos hablado por teléfono y estos días estamos intentando cuadrar agendas para una primera reunión que no tendrá carácter oficial, sino que será de toma de contacto. Conozco desde hace tiempo a Cándido, y a Fidalgo le pude saludar. También me gustaría reunirme pronto con Gerardo Díaz Ferrán, de la CEOE. A partir de una primera reunión podremos fijar próximos encuentros de trabajo.

Una de las propuestas de Zapatero es que los inmigrantes puedan capitalizar el paro, de modo que inviertan el dinero recibido de una sola vez en la creación de un negocio en su país de origen. ¿Cuándo y cómo se podría aplicar la iniciativa?

En dos o tres semanas lo empezaremos a tratar en profundidad. Ya he encargado a la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, que su departamento empiece a trabajar en ello para identificar cómo se podría trasladar esta iniciativa a políticas concretas. Es bueno que quien quiera volver a su país lo pueda hacer a través de la capitalización de la prestación del desempleo,
o incluso a través de acuerdos con los gobiernos de origen. Ésta es una muy buena idea, en los próximos días veremos cómo se concreta. La gestión de un tema de estas dimensiones es transversal y afecta a más de un ministerio.

¿Es verdad que están llegando menos inmigrantes a España debido a la desaceleración económica?

Sí, se está frenando el flujo de llegada de inmigrantes. Éste es un mundo globalizado en el que existe mucho contacto entre la comunidad que vive aquí y sus países de origen. Al igual que se transmite que existen unas expectativas de crecimiento muy altas, también ocurre lo contrario cuando hay dificultades o se considera que pueden haberlas. Eso está frenando ahora el flujo.

Por otra parte, durante los últimos cuatro o cinco años los países emisores han apostado por el desarrollo económico. Y cuando una persona tiene la mínima esperanza de que puede prosperar en su país se queda en él. Todo ello hace que el fenómeno de inmigración se esté desacelerando. Lo cual es positivo.

¿Es bueno para España?

Sí, algunas ciudades han tenido que hacer frente a un gran incremento de población inmigrante en demasiado poco tiempo. Hubieran tenido una mayor capacidad de absorción e integración si la misma cantidad hubiera llegado en 15 años. Pero todo ha ocurrido en un corto espacio de tiempo. Si el fenómeno se ralentiza podremos priorizar las políticas sobre una base social de integración dirigida a los que ya están aquí, y no tanto a los que están por venir.

Asume la cartera de Trabajo cuando el paro va en aumento, ¿Cómo prevé gestionarlo?

El primer Consejo de Ministros ha aprobado un conjunto de medidas para reactivar la economía que cumple con los compromisos que había adquirido el presidente del Gobierno. Se trata de medidas transversales, que atañen a más de un ministerio. Las propuestas de Economía y Hacienda ya van encaminadas a que la desaceleración tenga el mínimo impacto posible. El objetivo es la reactivación económica a través de la mejora de elementos fiscales que afectan a todos los sectores. Pero no hay que verlas como el final del camino, sino como el principio.

¿Qué quiere decir?

Las medidas son una garantía para que la desaceleración no signifique que las personas que pierdan su trabajo vayan a tener la angustia de no tener nada. Pero a partir de aquí, desde el Ministerio de Trabajo nos hemos fijado objetivos. Por una parte, identificaremos las políticas que debemos aplicar a partir de mucho diálogo. Identificaremos los sectores dinámicos de la sociedad, para conocer dónde se están generando nuevos puestos de trabajo. De esta forma, desde el ministerio y las comunidades autónomas hemos de hacer de puente para que las personas que pierdan su puesto se trasladen rápidamente a los nuevos yacimientos de trabajo que se están creando, con el fin de que se incorporen a estas nuevas áreas emergentes. Cualquier persona sin un puesto de trabajo no quiere ser asistido por el sistema de protección social, sino que prefiere tener pronto un nuevo empleo.

En el último año el trabajador autónomo ha visto recogidos algunos de los derechos que ha reivindicado largamente. ¿Tiene previsto ampliar el estatuto de los autónomos? ¿Qué atención le merece el colectivo?

Efectivamente, en la pasada legislatura se realizó un salto de gigante en el reconocimiento de los autónomos con el fin de que tengan las mismas garantías de asistencia, atención y prestación social que cualquier otro asalariado. Los trabajadores y trabajadoras autónomas cada día son más en este país y tendré con ellos un diálogo preferente.

El Gobierno tenía previsto traspasar la inspección de trabajo a las comunidades autónomas, aunque en la práctica sólo se ha hecho en Catalunya. ¿Tiene previsto seguir con el despliegue?

Este tema por ahora no está en la agenda. No es el momento, creo que es muy pronto para determinar una política en esta materia.