El papa Benedicto XVI cumplió ayer su tercer aniversario de pontificado en Nueva York, donde celebró una misa en la catedral de San Patricio. Durante la homilía, el pontífice instó a la Iglesia estadounidense a comenzar un 'tiempo de purificación' tras el escándalo por abusos sexuales a menores de algunos curas.

Pidió además al clero norteamericano un periodo de sanación 'para cada uno, cada Iglesia y cada comunidad religiosa'. Durante la homilía dedicada a los representantes religiosos de la Costa Este del país, el Papa retomó el escándalo que 'ha causado tantos sufrimientos'. Recordó que durante este viaje ya habló del 'daño' que causó a los fieles y transmitió a los sacerdotes y religiosos presentes su 'cercanía espiritual' y ánimo para 'los continuos desafíos surgidos por esta situación'.

En el Vaticano, el Cardenal William J. Levada anunció el viernes que la Iglesia estudia nuevos cambios para limpiar el clero y está revisando el derecho canónico para que los depredadores sean expulsados más expeditivamente, aunque no especificó los cambios. Destacó además que su oficina tiene que juzgar con frecuencia casos ocurridos en el pasado porque en aquel momento, las víctimas no estaban lo suficientemente preparadas para afrontar este tipo de situaciones.

Más de 4.000 religiosos han sido acusados de molestar a menores en EE UU desde 1950. Las indemnizaciones que ha tenido que pagar su Iglesia por este concepto sobrepasaron los 2.000 millones de dólares. Pero la mayoría de las denuncias recientes se refieren a incidentes ocurridos hace décadas.