El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy en Bruselas que su país no es 'cómplice' sino 'víctima' del conflicto interno de Colombia e instó al Gobierno colombiano a impedir que se expanda hacia los países vecinos.

En una rueda de prensa con el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, Correa sostuvo que 'Ecuador es un país de paz, que tiene un gobierno profundamente comprometido con la paz' y detalló el impacto que el conflicto colombiano tienen en su país.

Indicó que su país acoge a 50.000 colombianos 'refugiados' y 300.000 más sin ese estatus y mantiene 11.000 soldados y policías en la frontera norte -'cuando en época paz se recibiría tal vez la décima parte'- que cuestan más de 100 millones de dólares anuales.

Además, afirmó que el conflicto le ha costado a su país 'decenas de muertos en nuestra fuerza pública y campesinos'.

También indicó que 'Ecuador es uno de países más exitosos de la región' en la lucha contra el narcotráfico y que carece de plantaciones de coca.

'Lejos de lo que se quiso decir en un momento dado, por existir una base de las Fuerzas Revolucionarias Colombianas en nuestro territorio, sobre que Ecuador es cómplice de las FARC o tiene alguna relación con las FARC, lejos de eso, Ecuador es víctima desde hace mucho tiempo de un conflicto que no es nuestro', concluyó.

Correa, que censuró el bombardeo contra una base de las FARC en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo, abogó por que la Unión Europea y la comunidad internacional ayuden a 'encontrar una solución pacífica al conflicto colombiano'.

'Si Colombia como país soberano decide, como ha decidido, tratar de resolver militarmente el conflicto, lo respetamos. Pero por favor que proteja sus fronteras y no expanda el conflicto', argumentó.

Preguntado al respecto, Solana explicó que la posición de la UE se cifra en dos cuestiones.

En primer lugar, que 'las FARC son un grupo terrorista'.

'Nos satisface mucho oír lo que ha dicho el presidente (Correa) en la misma dirección', precisó el jefe de la diplomacia europea.

En segundo lugar, prosiguió, la UE respeta y promueve 'el derecho internacional'.

Solana abogó por que el acuerdo de Correa y su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, en la cumbre de Santo Domingo, días después de la operación contra las FARC, 'se materialice realmente, se interiorice y se pueda superar esa situación'.

En Santo Domingo, los mandatarios latinoamericanos rechazaron la violación de la integridad territorial de Ecuador y tomaron nota de las disculpas de Uribe y de su compromiso de que tales hechos no se repitan.

Preguntado en un posterior encuentro con periodistas sobre los supuestos documentos incautados en la operación y que, según algunos medios de comunicación, revelarían contactos entre la guerrilla y el Gobierno de Ecuador, Solana declinó evaluarlos y abogó por esperar al dictamen de la Organización de Estados Americanos.