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Las autoridades marfileñas agradecen las vacunaciones de la ONG española "África Arco Iris"

EFE

Representantes del Gobierno central marfileño y del Consejo General de la Región de San Pedro -en el suroeste del país- han expresado hoy con emotivos testimonios su agradecimiento a la ONG española "África Arco Iris", que desde ayer realiza vacunaciones de miles de niños en esta zona.

La delegada de la ministra de la Familia, la Mujer y los Asuntos Sociales, Adjoua Jaenne Peuhmond -ausente del país-, y el presidente y los tres vicepresidentes del Consejo General de la Región de San Pedro, testimoniaron con emoción su agradecimiento a esta ONG "que ha salvado la vida de miles de nuestros niños y defiende el sector más débil de nuestra sociedad", según destacó la portavoz ministerial.

"África Arco Iris", creada en febrero de 2005 por el cónsul de Costa de Marfil en Andalucía, Jesús Mejías, comenzó ayer tarde su quinta campaña de vacunación infantil en este país africano, que finalizará el 3 de junio y en la que esperan inmunizar a unos diez mil niños contra la fiebre amarilla, la tifoidea y la meningitis.

Esta organización es, pese a su pequeña dimensión -esta formada por una veintena de voluntarios de Sevilla y Valladolid- la ONG española más activa en Costa de Marfil, según informaron a Efe portavoces de la administración marfileña.

Además de estas vacunaciones, que este año pueden rebasar la barrera de las 50.000 desde que esta ONG comenzó sus actividades, "África Arco Iris" ha traído a Costa de Marfil diverso material clínico y este año ha iniciado una campaña de intervenciones quirúrgicas oftalmológicas en hospitales públicos de Abdiján, la capital económica marfileña, con la colaboración de voluntarios de la Clínica Baviera de Sevilla.

Las vacunaciones en la región de San Pedro comenzaron por la tarde, una vez que la veintena de voluntarios españoles de "África Arco Iris" y una decena de colaboradores marfileños recorrió los más de 400 kilómetros que separan Abdiján de San Pedro en un viaje proceloso.

A su llegada a las escuelas de la barriada de Bardot -una de las más populosas de Costa de Marfil, con unos 20.000 habitantes- los voluntarios españoles fueron recibidos con los aplausos y cánticos de miles de niños y sus madres que, en seguida, se arremolinaron sobre la media docena de puestos de vacunación en los que se trabajó de forma frenética hasta bien entrada la noche.

Los doctores Alfonso Carmona y Antonio Peralta, vicepresidentes de esta ONG y principales responsables del Instituto Hispalense de Pediatría, coordinaron estas vacunaciones masivas y además vacunaron, cada uno de ellos, a centenares de niños marfileños.

En no pocos casos también vacunaron a sus madres, dada la precoz edad en la que la mujer marfileña accede a la maternidad.

La elevada natalidad de Costa de Marfil -el 40 por ciento de sus casi veinte millones de habitantes son menores de 14 años- es dramáticamente lastrada por su dramática tasa de mortalidad infantil, una de las más elevadas del planeta, con 87,4 fallecimientos por cada mil nacimientos, según la OMS.

La esperanza de vida del marfileño es de sólo 46 años y su PIB por habitante se sitúa en los 1.648 dólares, dieciséis veces menos que los 27.169 dólares per capita de España.

Las vacunaciones proseguirán hoy en las localidades de Adjamene y Grand-Bereby, en la región de San Pedro, y se trasladarán el lunes 2 de junio a Abdiján donde está previsto vacunar a miles de niños de la populosa barriada de Abobo, donde nació el futbolista Koné Arouna, actualmente jugador del Sevilla FC y quien ha anunciado su asistencia en esta campaña.

Esta quinta campaña de vacunaciones cuenta este año con el apoyo financiero de Cajasol, caja de ahorros con sede en Sevilla, que la seleccionó en la VI iniciativa solidaria de sus empleados.

Costa de Marfil, uno de los países más ricos y desarrollado de África tras obtener su independencia de Francia, en 1960, se sitúa actualmente en la posición 166 -de un total de 177- de la clasificación de la ONU sobre desarrollo humano, posición en la que permanece estancado desde 2000, cuando diversas tensiones internas derivaron en una guerra civil.

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