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Choque de trenes entre Vitoria y Madrid

El Parlamento vasco aprueba gracias a un voto de EHAK la consulta de Ibarretxe. Zapatero y De la Vega insisten en que no se celebrará.

GUILLERMO MALAINA

El lehendakari dio ayer un paso más en su hoja de ruta. El Parlamento vasco aprobó, como se esperaba, el proyecto de ley de consulta con el apoyo del tripartito (PNV, EA yEB), Aralar y el anunciado voto de EHAK, decisivo para no impedir la iniciativa y, además, hacer estéril la suma de fuerzas del PSE y del PP para evitar que Juan José Ibarretxe fuera más lejos en su idea de convocar a la ciudadanía, el próximo 25 de octubre.

El intenso debate que tuvo lugar en el Parlamento vasco apenas ofreció novedades en los discursos de los distintos partidos. El valor de la sesión radica en que permite extraer tres certezas. La primera es que la izquierda abertzale ha optado por repetir la estrategia de 2004, con el Plan Ibarretxe, cediendo al tripartito el voto que necesitaba. La segunda es que, tras nueve meses de pulso dialéctico entre la Moncloa y Ajuria Enea con mensajes sobre el valor del diálogo, se abre un escenario de enfrentamiento institucional que llegará a la cúspide con el recurso del Gobierno central contra la consulta en el Tribunal Constitucional. El choque de trenes que auguró el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, entre Vitoria y Madrid se materializa.

Y la tercera certeza es que no habrá en Euskadi elecciones anticipadas este otoño, pues al margen de que el TC prohiba su celebración, el tripartito está legitimado para agotar la legislatura tras el refrendo de ayer de la Cámara, según los pasos marcados por Ibarretxe en su hoja de ruta.

El lehendakari pronunció ayer un discurso hecho a la medida para responder, sobre todo, a la intención del Gobierno socialista de recurrir la ley de consulta en cuanto se publique en el Boletín Oficial del País Vasco, algo que ocurrirá en una o dos semanas. Qué falta de respeto a esta institución suponen las declaraciones del presidente del Gobierno español y de destacados miembros, tanto del Partido Socialista como del PP, amenazando con la paralización a cualquier precio de la consulta, denunció Ibarretxe, antes de poner en valor las dos preguntas de la consulta. La primera es para conocer si la sociedad vasca apoyaría un final dialogado de la violencia, y la segunda para que se pronuncie sobre una negociación entre los partidos, sin exclusiones, para alcanzar un acuerdo democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir.

La democracia española no puede tener miedo a conocer la opinión de la sociedad vasca, proclamó el lehendakari desde la tribuna, ante más de 200 periodistas y 100 invitados.

El PSE y el PP le reprocharon que su iniciativa es electoral, divide a la sociedad vasca, da oxígeno a ETA y, además, es ilegal. Según le espetó el líder de los socialistas vascos, Patxi López, después de diez años esto: dos preguntas sostenidas en frases huecas.

A EHAK tampoco le gustan las preguntas, pero por otra razón. Como subrayó su portavoz, Nekane Erauskin, les han dado luz verde para que se haga evidente otro fraude del PNV y la imposición de la Constitución.

Ningún futuro

Mientras, desde Zaragoza, Zapatero se oponía, una vez más, frontalmente a la propuesta del lehendakari. De sencillamente ilegal calificó el presidente del Gobierno la iniciativa de Juan José Ibarretxe. No se va a producir, insistió Zapatero y el lehendakari sabe que va a ser así.

Por suerte para los españoles, razonó su presidente, el Estado de Derecho cuenta con capacidad de reacción y actuará inmediatamente. Se va a recurrir y no se va a producir esa llamada consulta, concluyó Zapatero, según informa Ana Pardo de Vera.

Su vicepresidenta, Maria Teresa Fernández de la Vega, había lanzado el mismo mensaje desde Madrid. Anunció que el Gobierno recurrirá la ley el mismo día de su publicación para que esté en vigor lo menos posible. Y aseguró: No tiene ningún futuro.

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