La apuesta danesa por las energías renovables y, en especial, los parques eólicos marinos, todavía desconocidos en España, centrarán la visita que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, realizará hoy a Copenhague.

Aunque en un principio estaba previsto que su agenda en la capital danesa comenzara ayer con un encuentro con la colectividad española, el acceso de España a la final de la Eurocopa de fútbol le hizo cambiar de planes y Zapatero volará a Copenhague desde Viena, tras asistir al partido.

Invitado por el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, su primer destino hoy será el parque eólico marino de Middelgrunden, desde donde se desplazará a una planta de producción de células de energía.

Zapatero, que será recibido por la reina Margarita II en el palacio real de Amalienborg, analizará con Rasmussen las experiencias de los dos países en energías renovables, sus políticas de igualdad de género y la construcción europea tras el "no" irlandés al Tratado de Lisboa, según avanzaron fuentes del Ejecutivo.

Ambos mandatarios ratificarán además su apoyo a la creación de una Agencia internacional para las energías renovables (IRENA), una iniciativa alemana que comienza ya a concretarse.

A pesar de que España es la tercera potencia mundial en producción de energía eólica -tras Alemania y Estados Unidos- todavía no tiene ningún parque en el mar.

El año pasado se aprobó el real decreto que regula su autorización y, según explicó en un encuentro informativo con los medios de comunicación la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, el Gobierno estudia en estos momentos la viabilidad de una treintena de proyectos presentados por las mayores empresas energéticas del país.

Dinamarca, pionera en ese campo, posee ya ocho parques eólicos marinos, alejados hasta 40 kilómetros de la costa, y podría ser un buen ejemplo para el caso español, a pesar de que Ribera destacó las diferencias y limitaciones que presenta el litoral español.

El turismo, el tráfico marítimo, la actividad pesquera y la abrupta caída de la plataforma continental a poca distancia de la costa dificultan la instalación de las turbinas.

No obstante, añadió, el Gobierno apuesta por su desarrollo como una de las vías para potenciar las energías renovables.

Según las cifras del Ministerio de Medio Ambiente, la generación eléctrica de origen renovable superó el año pasado por vez primera a la de origen nuclear.