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Diez nuevos municipios, gobernados por tránsfugas

Esos ediles y sus beneficiarios ya no podrán ser candidatos

JUANMA ROMERO

Nadie puede detener a los tránsfugas. Jurídicamente, no es posible. Lo único que caben son medidas disciplinarias. Purgar al díscolo.

Bajo esa óptica trabaja la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfuguismo, mesa en la que se sientan los representantes de las formaciones políticas bajo la presidencia del titular de Administraciones Públicas. Ayer se reunió por primera vez en 2008 y por primera vez tras el 9-M. PP, PSOE, IU y Coalición Canaria coincidieron en señalar los resultados, “fructíferos”, y el ambiente “cordial” de la cita.

El nuevo clima se trasladó a los números: de los 17 casos sobre la mesa, se constató transfuguismo en diez. Y en todos estos, de forma “firme y rotunda”, resaltó la ministra Elena Salgado. Seis de ellos habían sido denunciados por el PSOE; dos, por CC; uno, por el PP, y un último, por CiU.

Otros cuatro expedientes fueron remitidos a la comisión de expertos independientes para que esta emita un dictamen (tres cazados por los socialistas y uno, por IU). Tres más se estudiarán en la próxima reunión, en diciembre, a la espera de que los partidos reciban información complementaria (dos fueron denunciados por el PSOE y uno por el PP).

De los 17 casos estudiados, el de Denia fue señalado por el portavoz socialista, Antonio Hernando, como el “más evidente”. En la localidad alicantina, de 42.000 habitantes, el PP desbancó este mes al PSOE del Gobierno que compartía con el Bloc gracias a un edil socialista. La comisión, como procede con todos los expedientes, declara tránsfugas tanto a los concejales traidores como a los que se benefician de la indisciplina de éstos.

El proceso inverso se vivió en Silla (Valencia), denunciado por el PP. Allí, uno de sus ediles se sumó al equipo de gobierno del PSOE, y este pasó de mayoría simple a mayoría absoluta. En Valdefresno (León), Cañizo (Zamora), El Puig (Valencia) y Riudarenes (Girona), los socialistas perdieron la alcaldía por alianzas de tránsfugas y otros partidos. En Valle Gran Rey y San Esteban, ambos en La Gomera, fue el PSOE quien logró el bastón de mando arrebatándoselo a CC.

De los siete casos que ayer se dejaron pendientes, el más complejo es el de Elche, porque allí está implicada una coalición, Compromís (suma de IU y el Bloc). Los socialistas quitaron la alcaldía al PP gracias a una tránsfuga de IU. Hernando no lo entendió así: son los populares quienes quieren “desestabilizar un ejecutivo municipal estable”.

La comisión tuvo que ratificar ayer los expedientes vinculantes remitidos por los expertos. En cuatro de ellos (Cangas, Chiclana de la Frontera, Puerto de Santa María y Castril) hubo transfuguismo. En el último, Santiago-Pontones (Jaén), no.

 

Fue en 1998, siendo ministro Mariano Rajoy, cuando los partidos se conjuraron contra la traición. Entonces se firmó el Pacto Antitransfuguismo. En estos 10 años, subrayó Elena Salgado, “se ha mejorado su funcionamiento”. “Ha concienciado a todas las formaciones de la necesidad de preservar una conducta ética”. En ello coincidieron los portavoces. El rótulo de tránsfuga que sale de la comisión no cambia gobiernos. No puede hacerlo. Sí amonesta. Y en 2011, por primera vez, quedarán fuera de las listas de sus partidos los ediles tránsfugas y los que se han beneficiado de su acción.

Una vez que el pacto tacha a los ediles, las fuerzas implicadas deben purgar a sus díscolos. Por ahí vinieron las críticas de Antonio Hernando (PSOE), Francisco Díaz Rey (PP), Montse Muñoz (IU) y Alfredo Belda (CC). Los socialistas reconocieron, por ejemplo, que estaban “tardando demasiado” en expedientar a su tránsfuga de Jabugo (Huelva).

 

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