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La crisis destapa la clase de los nuevos pobres

Cáritas denuncia que el 40% de los hogares puede entrar en situación de vulnerabilidad en los próximos meses. Las clases medias en paro y con hijos, las más afectadas

JESÚS BASTANTE

Familias de clase media, con hijos y con el cabeza de familia en paro. Es el perfil de los “nuevos pobres”, acostumbrados a llegar con apuros a fin de mes y a los que la crisis económica ha golpeado con inusitada dureza. Tanto, que según denunció este martes Cáritas Española, el 40% de los hogares del país puede entrar en situación de vulnerabilidad en los próximos meses.

Los nuevos rostros de la pobreza corresponden a familias cuya cabeza (varón, sin cualificación profesional) acaba de perder su empleo y, por edad (en torno a los 40), no encuentra trabajo. “Tenían hipoteca y vivían con lo justo, sin recursos para ahorrar, y agotaron los apoyos familiares y prestaciones por desempleo”, completan desde Cáritas el retrato.

Los efectos de la crisis se traducen en un aumento de la hipoteca, la desaparición de empleo y el incremento de los precios en los alimentos de primera necesidad. Así, por primera vez en dos décadas, entidades como Cáritas han tenido que recuperar las ayudas para la alimentación y, en muchos comedores sociales, se han visto desbordados.

“Desde hace unos meses, nuestros centros han comenzado a recibir peticiones de ayuda de personas que te llaman la atención, porque no son los habituales de los servicios sociales”, ejemplifica Víctor Renes, director del departamento de Estudios de esta organización.

La crisis se ha cebado especialmente con las familias. Éste es uno de los aspectos que constata el VI Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado este martes en Madrid.

El estudio destaca que “los hogares pobres destinan un 84,2 % de sus ingresos a la compra de la vivienda”, lo que significa, sencillamente, que no hay dinero para comprar comida o ropa. “Y entonces recurren a nosotros”, apuntan desde Cáritas.

En el primer semestre de 2008, esta ONG ha observado un aumento del 94,8% en la demanda de alimentos, del 93,3% para transportes y del 43,2% en ropa y calzado. Todo ello, sin hablar de otros recibos impagados: el coche, el colegio, la luz, el teléfono… Cáritas también ha observado que, en 2008, ha aumentado más del 55% la demanda de ayuda económica.

Con las estadísticas en la mano, las cifras de la pobreza en España continúan igual que hace 10 años. Tal y como recoge el informe Foessa, ocho millones y medio de personas en España son pobres, y otro millón y medio sobrevive con ingresos inferiores a 280 euros semanales. Uno de cada cinco hogares vive en riesgo de exclusión social y medio millón de familias padece una exclusión severa.

El economista Luis Ayala subraya: “Por primera vez en la última década, las desigualdades entre ricos y pobres no se han reducido”.
Las perspectivas, además, no son optimistas. “Es muy probable que el 40% de los hogares puedan entrar en situaciones de pobreza y que la precariedad del empleo genere nuevas bolsas de exclusión en el futuro”, señala Ayala. “Hay muchas familias acostumbradas a vivir en la frontera; en cuanto aumente el desempleo, veremos muchos más casos de pobreza y exclusión”, opina.

Todo, a pesar de que España cuenta, según Cáritas, con un alto desarrollo de “bienes relacionales”: vecindad, voluntariado, relaciones familiares… “Gracias a esto, los problemas de exclusión no son tan graves”, matiza el economista.

“Estamos ante el final de una etapa”, subraya el profesor Luis Laparra, quien incide en la necesidad de cambiar el modelo social: “Habría que ir más allá y repensar nuestro sistema de protección social y económica”, que, en opinión de los expertos, es manifiestamente mejorable. “Las prestaciones sociales en España no alcanzan el 1% del PIB”, apunta, y dice que eso no se puede tolerar: “La solución a la pobreza es un problema de Estado”.

¿Cómo frenar la situación? “Mediante la denuncia y las propuestas de un nuevo modelo, porque es el momento oportuno”, responde Cáritas. Entre ellas, Laparra apunta la necesidad de paliar al medio millón de familias que padecen pobreza severa. “Estamos hablando de 1.500 ó 2.000 millones de euros”, una cantidad que, en opinión de Cáritas, “no resolvería el problema, pero sí mejoraría las condiciones de vida de estas familias”.

574 euros: El umbral de la pobreza

 
280 euros: Necesidad extrema


800.000: Hogares con exclusión social severa


2.600.000: Familias con problemas de integración


39%: Extremadura a la cabeza


9,8%: Navarra, la más rica


41%: Con teléfono fijo

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