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Los primeros problemas llaman a la puerta de Obama

Surgen dudas sobre si el nuevo presidente estadounidense podrá satisfacer las expectativas levantadas en todo el mundo. A falta de nombramientos oficiales, han comenzado ya las críticas contra el nuevo equipo de gobierno

EFE

El presidente electo de EEUU, Barack Obama, en el que casi siete de cada diez estadounidenses dicen tener depositadas grandes esperanzas, quiere llevar a cabo una transición fluida, pero los problemas han empezado ya a llamar a su puerta.

Su equipo de transición, que empleará a 450 personas entre ahora y la ceremonia de investidura del 20 de enero, mantiene hoy su primera reunión para agilizar el proceso de nombramientos y trazar las directrices que marquen un nuevo rumbo para el país.

Hoy mismo se conoció que el prestigioso ex senador demócrata Sam Nunn asesorará de manera informal a Obama en asuntos de Defensa y Seguridad, el equipo que, junto con el económico, antes quiere perfilar el próximo inquilino de la Casa Blanca.

Informes iniciales publicados en la prensa, que citan a altos funcionarios, señalaban que Warren Christopher, quien fue jefe de la diplomacia estadounidense durante la administración de Bill Clinton, ocuparía un papel similar al de Nunn en el Departamento de Estado. Stephanie Cutter, portavoz del equipo de transición de Obama, negó esos informes.

'El secretario Christopher es muy respetado en EEUU y en la comunidad internacional pero no desempeña un papel en el proceso de transición', dijo Cutter en un comunicado. 'Hay mucha información errónea dando vueltas', afirmó.

Por su parte, el diario estadounidense The New York Times ha publicado en su web unas urnas virtuales para que sus lectores elijan a su equipo de gobierno demócrata preferido.

Por lo demás y a falta de grandes nombramientos y decisiones, han comenzado ya los pronunciamientos y las críticas.

Los obispos, reunidos esta semana en Baltimore con motivo de su conferencia semestral, han prometido una oposición implacable contra la próxima administración por su defensa del derecho al aborto.

Pacifistas, como el grupo CodePink, han advertido de que mantener a Robert Gates al frente del Pentágono, una posibilidad que según ha trascendido en los últimos días se baraja, violaría la promesa de cambio que Obama representa.

Influyentes congresistas demócratas se oponen también a que Obama mantenga en sus puestos al director nacional de Inteligencia, Mike McConnell, y al director de la CIA, Michael Hayden, según publicó hoy el diario The Washington Post, que espera que ambos pierdan sus cargos.

Desde las filas republicanas, el presidente de EEUU, George W. Bush, ha prometido una estrecha colaboración con el equipo de transición de Obama, pero los primeros roces son ya evidentes.

Altos funcionarios no identificados citados ayer por los medios estadounidenses aseguraron que existía malestar en la Casa Blanca después de que asesores próximos a Obama filtraran de forma anónima parte del contenido de la conversación privada del lunes entre el senador demócrata y Bush.

Fuera de Estados Unidos, donde se ha celebrado la victoria de Obama por todo lo alto, empiezan a surgir las señales de que el próximo presidente será incapaz de satisfacer a todos.

Los primeros indicios de desencanto llegan desde el mundo árabe, que ha dado una fría acogida al nombramiento de Rahm Emanuel, el combativo jefe del grupo parlamentario demócrata en la Cámara de Representantes, como jefe de gabinete.

Similares puntos de vista expresaron en los últimos días otras publicaciones del mundo árabe, como el diario marroquí al Massa. En Irán, la publicación en lengua inglesa Kayhan International describió al congresista judío de Illinois como 'un sionista con vínculos familiares profundos con Israel'.

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