La idea del PP de agitar la Ley de Partidos contra Eusko Alkartasuna (EA) sobre la base de un rumor, a sólo cuatro meses de las elecciones vascas, amenaza con provocar un incendio político. El presidente de esta formación nacionalista, Unai Ziarreta, se mostró ayer dispuesto a responder y revisar una por una las listas de los conservadores para buscar a personas vinculadas con la dictadura franquista. “Vamos a pedir la ilegalización del PP. Esto ya es demasiado”, dijo.

La polémica está servida, muy a pesar de la dirección del PP vasco. Su líder, Antonio Basagoiti, se venía esforzando desde su elección en julio como sucesor de María San Gil, en moderar el discurso, sin renunciar incluso a acuerdos con el nacionalismo vasco en los asuntos del día a día. Pero la línea real la marca Génova.

La dirección nacional del PP se ha metido ahora de lleno en el clima de precampaña electoral que ya se vive en Euskadi. Apenas una semana después de que EA anunciara su decisión de no concurrir en coalición con el PNV a los comicios y realizar una apuesta claramente independentista, los dirigentes del PP decidieron poner bajo lupa el proceso. “Estamos estudiando qué hacer si EA pone sus siglas al servicio de los terroristas”, anunció Federico Trillo, responsable del PP temas de Justicia, en una entrevista en Público el pasado lunes. Un día después, el PP confirmó que el estudio se lo habían encargado a Arturo García Tizón, portavoz adjunto del Grupo Popular, y al propio Trillo.

EA salió, en principio, al paso con un comunicado el martes para denunciar la “paranoia ultrarrepresiva” de la derecha. Ayer, su presidente y candidato a lehendakari anunció además que revisará las listas del PP en busca de los “asesinos franquistas y fascistas” para pedir la ilegalización del partido de Mariano Rajoy.

“Nosotros vamos a hacer exactamente lo mismo, vamos a mirar en las listas del PP aquellas personas que tienen vinculación con el régimen franquista, con ése que llenó las cunetas de este pueblo de asesinados”, afirmó Ziarreta, antes de insistir en que el propósito de EA es impulsar un movimiento independentista –no en clave electoral– con la izquierda abertzale, bajo la condición de “un respeto total a los derechos humanos”.

Ziarreta manifestó en ese sentido que EA tiene una trayectoria de 22 años “defendiendo las vías radicalmente pacíficas y políticas” ante la violencia de ETA, y agregó que el PP “no puede decir lo mismo”. “Miraremos sus listas, empezando por su presidente de honor, Manuel Fraga, culpable de la masacre terrorista del 3 de marzo de Gasteiz”, recordó Ziarreta, en alusión al episodio de 1976 en que cinco trabajadores murieron en Vitoria por disparos de la Policía en una huelga laboral.

De Cospedal aprovechó su visita a Euskadi para insistir en que el PP hará un informe sobre EA en respuesta “directamente al anuncio de EA de que pensaba contar con militantes de Batasuna en sus listas”.
Pese a que EA ha asegurado en varias ocasiones que no contempla una coalición electoral con la izquierda abertzale, ni convertirse en otro ANV, la secretaria general del PP reclamó al Estado que actúe si esta formación incluye a miembros de Batasuna en sus listas: “Nosotros no vamos a ejercer un papel de Policía”.

“Creo que es perfectamente comprensible ‘[la postura del PP]. Nosotros cumplimos con nuestra obligación de decir que quien está al margen de la Ley no se debe presentar en las elecciones”, agregó.