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El 'dream team' del PP se ha descafeinado

El equipo de Rajoy, que salió renovado del Congreso de Valencia hace tan sólo cinco meses, comienza a ser muy cuestionado internamente. Los críticos creen que no contagia 'ilusión'

MARÍA JESÚS GÜEMES

La foto del XVI Congreso de Valencia ya forma parte del álbum de los recuerdos del PP y como todas las imágenes cuenta con comentario a pie de página. En este caso, doble. En junio, Mariano Rajoy presentaba un nuevo comité de dirección confeccionado para actualizar su imagen y revestirla de un halo moderado.

Con aquel equipo, logró rebajar, en parte, las tensiones internas que se habían desatado dentro de su formación tanto por la derrota electoral del 9-M como por su afán en perpetuarse en el cargo. Pero la etiqueta, tan sólo cinco meses después, se está desprendiendo por las esquinas: los colaboradores del jefe de la oposición no convencen a muchos de sus compañeros de partido y las críticas están siendo demoledoras.

Frente a los reproches internos, el presidente del PP hace todo lo posible por defender a su círculo de confianza.'Estoy muy contento con el equipo que tengo. Tanto de la secretaria general, como de la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, como de la vicesecretaria de Organización Estoy muy orgulloso, muy satisfecho, trabajan mucho y creo que eso es muy importante para el futuro del PP', señalaba hace tan sólo unos días en una entrevista en la Cadena Ser, destacando la importante 'regeneración' que se había producido en las filas conservadoras.

Pero el entusiasmo y optimismo de Rajoy no casa con el ambiente que se vive dentro del partido. Y es que en las últimas semanas, la derecha parece haberse contagiado por el desánimo. Hay quien cuestiona el liderazgo de Rajoy y quien piensa que los que están junto a él tampoco generan 'ilusión'. A casi todo el que se le pregunta reconoce que 'esperaba más de algunos nombres' y se despacha a gusto si no es con uno, con otro. Nadie se escapa.

Si Ángel Acebes y Eduardo Zaplana estaban en el punto de mira, hoy algunos les echan de menos. Consideran que hay graves deficencias y que éstas se originaron desde el principio porque 'Rajoy se trajo a cada uno de un lado. Algunos no habían ni trabajado juntos y, de un día para otro, se les encerró a todos en la misma sala'. 'Y hay cosas que no funcionan ni con pegamento', destaca un diputado del PP.

Es comentario general que existe 'cierta descoordinación' y que se han formado 'camarillas'. Los crítios apuntan que mientras el líder del PP de Andalucía, Javier Arenas, y la responsable de Organizacion, Ana Mato hacen piña, María Dolores de Cospedal y Esteban González Pons hacen lo propio.

Desde la cúpula saben que hagan lo que hagan van a ser censurados y prefieren dedicarse a lo suyo antes que a alimentar polémicas. Creen que la labor de oposición que están realizando es la correcta y que las encuestas y, sobre todo, el tiempo les darán la razón.

Pero en los siguientes escalafones del partido se instalan las dudas. Se sienten desinformados y además observan con preocupación que se vive un clima similar al del período pre congresual cuando cada día se despertaban con un susto.

Desde que Rajoy calificó el desfile de las Fuerzas Armadas de 'coñazo' las cosas han ido de mal en peor. Y las palabras de Cascos, de Aznar y Piqué (ver recuadro) no han hecho más que agravar el nerviosismo. Unos piensan que se está haciendo demasiado seguidismo del Gobierno, otros que faltan alternativas... Y tras las declaraciones de De Cospedal, quien dijo que las personas que no estaban de acuerdo con las decisiones de la dirección eran unos 'cobardes anónimos' que remaban en contra, son muchos los que se han sentido molestos.

En Génova,13 se confunden al pensar que son 'pocos' y 'los mismos de siempre'. Es cierto que nadie da la cara pero el disgusto es patente y no todo son quejas que proceden del círculo de Aznar o de seguidores de Zaplana. Ni tampoco corresponden a los veteranos que se sienten relegados o a los que forman parte del Valle de los Caídos, tal y como se denomina a la planta del Congreso en la que están los despachos de Acebes o Ignacio Astarloa.

Hay más y pertenecen a grupos muy heterogéneos. Hablan de la situación que atraviesa el partido. Y aunque algunos de ellos le dieron su respaldo a Rajoy, no saben lo que harían en el caso de que tras una derrota en las elecciones europeas se convocara un Congreso extraordinario. Están seguros, eso sí, de que en esta vez 'volarían los cuchillos' y de que si Rajoy sobreviviera, tendría que volver a realizar 'ciertos reajustes importantes' para seguir adelante.

Se cuenta además que a estas alturas hay, incluso, barones descontentos. Como Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel que han visto que no sólo su peso en el partido no se ha visto fortalecido sino que además su secretaria general ha apoyado el fin del trasvase del Tajo- Segura para 2015 yendo en contra de sus intereses.

Las bases del partido echan en falta un pepito grillo que le diga a Rajoy las cosas a la cara y no ven que Jorge Moragas, su jefe de gabinete, lo sea. Al contrario. Consideran que el líder del PP tiene una significativa corte de aduladores a su alrededor. Algunos se preguntan cuántas personas de su actual equipo darían realmente la cara por él si se trastocaran los planes. Hay una respuesta tajante: los leales se cuentan con los dedos de una mano.

El futuro de Rajoy se resolverá durante 2009 en medio de una ristra de citas electorales. Las gallegas y las vascas son un reto para él. Pero lo cierto es que el momento clave llegará con las europeas. Esa convocatoria se puede convertir en una soga o en un respiro para el dirigente conservador. Y dentro del PP ya se han levantado varias voces para alertar sobre el voto de castigo que pueden recibir por su giro de estrategia. Temen que sus militantes prefieran respaldar a Unión Progreso y Democracia, la formación de Rosa Díez, en vez de a ellos.

Pero en este caso a la inquietud se suma además la exasperación. Son muchos los miembros que forman parte del Comité Ejecutivo Nacional que no comprenden por qué su líder siempre espera hasta 'el último minuto para tomar una decisión'. Creen que toda la expectación que suscita el nombre del candidato a las europeas se la podría ahorrar. Y recuerdan que ya hizo lo mismo en las generales cuando dejó que durante meses se especulase con la posibilidad de que Alberto Ruiz-Gallardón fuese en la lista de Madrid y ello llevó a Esperanza Aguirre a plantear la misma demanda. Y no fue hasta última hora, cuando en una tensa reunión, descartó a ambos.

'Si tenemos candidato, por qué no se dice el nombre', afirma mosqueado un parlamentario. Y añade que lo suyo sería que la persona que les fuera a representar se pusiera manos a la obra cuanto antes porque los demás partidos ya están en campaña y lo que le hace falta al suyo para acabar con los líos son 'victorias'.

EL “COÑAZO”
El 11 de octubre, un micrófono abierto cazó a Mariano Rajoy diciéndole a Javier Arenas que al día siguiente tenía que ir al “coñazo” del Desfile de las Fuerzas Armadas. A partir de ese momento la situación del PP volvió a complicarse.

Dos parlamentarios murcianos del PP rompieron el 14 de octubre la disciplina interna del Grupo Popular al votar en contra de la tramitación de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha que incluye el fin del trasvase Tajo-Segura para 2015.

RUPTURA CON UPN
El 28 de octubre se rompían definitivamente las relaciones entre el PP y Unión del Pueblo Navarro (UPN), después de que la formación regionalista de Miguel Sanz se abstuviera en la votación de los Presupuestos de 2009 y decidiera sancionar a los diputados que no habían obedecido su consigna.

Mª DOLORES DE COSPEDAL
El 10 de noviembre en una entrevista en ‘El País’, la secretaria general señalaba que los críticos del PP son “cobardes anónimos que reman en contra”, despertando voces indignadas.

SÁENZ DE SANTAMARÍA
El 11 de noviembre reúne a sus diputados. Todos esperaban una bronca porque unos días antes la portavoz en el Congreso les había criticado por vagos.

FRANCISCO ÁLVAREZ CASCOS
El 16 de noviembre, el ex ministro de Aznar arremetió contra la cúpula del PP. Dijo que a su partido le faltaba “proyecto, equipo y trabajo”. Y criticó especialmente a De Cospedal porque con ella en el PP “no se suma, se resta; no se multiplica, se divide y no al adversario sino a nosotros mismos”.

JOSÉ MARÍA AZNAR
El 22 de noviembre el ex presidente del Gobierno pidió en el congreso de Nuevas Generaciones del PP de Madrid que si se salía a jugar el partido se hiciera “para ganar, porque en política no se está ni para empatar ni para heredar”.

JOSEP PIQUÉ
En una entrevista para la revista ‘Capital’ de diciembre, el ex líder del PP de Catalunya reconoce que echa “un poco en falta la presentación de alternativas”. Además no sabe decir si el PP es de derecha o de centro porque “depende de los días”.

CONGRESOS CONVULSOS
El PP ha cerrado sus congresos regionales. El último, el de Asturias, con abucheos para Rajoy. Los militantes estaban descontentos por cómo se había resuelto, con Ovidio Sánchez otra vez a la cabeza.

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