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Mejor la crisis que la bonanza

En España hay más de dos millones de personas mayores pobres. El crecimiento económico aumentó su precariedad

ALBERT MARTÍN VIDAL

La inflación no les afecta. El aumento del paro, tampoco. Ni el hundimiento del sector inmobiliario o de la industria de la automoción. Su nivel económico es tan precario que los indicadores habituales no valen para ellos. Y se da la paradoja de que la crisis actual les perjudica mucho menos que el prolongado ciclo de crecimiento que vivió la economía española hasta 2007.

El director de inclusión social de la Obra Social de Caixa Catalunya, Àngel Font, explica por qué la situación de la tercera edad empeoró durante el 'ciclo expansivo' de la economía: 'El IPC de la cesta de la compra de la gente mayor, básicamente alimentos y medicinas, se disparó en esos años'. Y va más lejos: 'Fue el momento más crítico de los mayores, porque se creó una brecha entre ellos y una sociedad que avanzaba muy deprisa, con los precios subiendo más que las pensiones'. En la situación actual, con una inflación interanual que ha bajado 1,2 puntos, el poder adquisitivo de estas personas ha mejorado de manera sensible.

'Para ellos, la crisis es permanente', ilustra Josep Maria Bastús, del Programa de Personas Mayores de Cáritas. 'Si un café sube de uno a dos euros, no se enteran, porque ni se plantean ir al bar. Sólo cobran pensiones', indica.

En 2007, 2.183.269 personas mayores de 65 años vivían con menos de 6.860 euros al año, por debajo del umbral de pobreza. Son un tercio de los pobres de España, según datos de UGT. Sus pensiones siguen siendo pequeñas, teniendo en cuenta que el Gobierno fija en 516,90 euros el Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples, que sustituyó al Salario Mínimo Interprofesional. La situación más precaria es para los mayores que perciben pensiones no contributivas, que este año han sido de un máximo de 328,44 euros mensuales. Casi medio millón de personas se encuentran en esta situación.

'Es una pobreza silenciosa y digna, tiene poco que ver con fenómenos como la indigencia y ha sido la más perjudicada por el ciclo económico expansivo', insiste Font. 'En las zonas rurales, las prestaciones suelen ser más bajas, pero eso se compensa con el entorno familiar, más presente que en las áreas metropolitanas, cuyos mayores pobres son los que sufren más aislamiento', añade.

Tampoco las pensiones de jubilación, con una media de 817,52 euros, permiten llevar una vida desahogada. En España, 4.951.144 personas perciben esta pensión. Para muchas de ellas llegar a final de mes es una cuestión de imaginación, ahorro y, por supuesto, estrecheces. La receta para la crisis es su forma de vida.

1. Pobreza y discriminación: Las diferencias económicas entre hombres y mujeres se disparan a partir de los 65 años. El 29% de mujeres de entre 66 y 75 años, y el 33% de las mayores de 75, son pobres, por un 23% y 30%, respectivamente, entre los hombres. La renta media de las mayores de 65 que viven solas es de 6.651 euros, por 8.550 euros de ellos.

2. Líder en pobreza anciana: España tiene la tasa más alta de pobreza de la población anciana entre los países de su entorno, con un 31% de mayores con una renta anual inferior a 6.860 euros. Un informe de la Obra Social de Caixa Catalunya precisa que la pobreza más habitual en esta franja es de tipo moderada, con algunas tasas de precariedad alta (7%) o grave (3%).

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