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Cospedal acusa al PSOE de "acoso y difamación"

El PP no reconoce 'ninguna responsabilidad' y se confiesa 'tranquilo'

MARÍA JESÚS GÜEMES / GONZALO LÓPEZ ALBA

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acusó ayer al PSOE de estar utilizando los medios del Estado para orquestar una “campaña de acoso y difamación” contra los conservadores.

La mano derecha de Rajoy cree que los supuestos casos de corrupción del PP que han estallado son “una cortina de humo” de los socialistas para “tapar los más de tres millones de parados y los escándalos del presidente de la Xunta de Galicia”. Por eso lo atribuyó a la cercanía de las elecciones.

“No vamos aceptar lecciones de personas que han sido condenadas por la Justicia por tramas de financiación ilegal en FILESA o hasta de asesinatos de Estado como en el caso de los GAL”, denunció. Asimismo, anunciaba que su partido no tolerará tampoco que “se le implique en ninguna campaña ilícita de financiación ilegal o corrupción”.

Cospedal considera que el PSOE está utilizando “de manera escandalosa los servicios del Ministerio del Interior y de la Fiscalía”. Y aseguró que en su partido están “completamente tranquilos, porque no tienen nada que ocultar” y no reconocen “ninguna responsabilidad” en lo que va apareciendo. Y dijo que en el “hipotético caso” de que se demuestre “que algún militante o cargo público del PP” tiene “alguna responsabilidad”, se actuará “con contundencia”.

Asimismo, la secretaria general de los populares exigió al Poder Judicial que tome las “medidas necesarias” para evitar que se siga con las “filtraciones a los medios de comunicación”. Y quiso trasladar un mensaje de confianza a los militantes y votantes del PP asegurándoles que su partido “no se va a rendir ni achantar”.

El secretario general del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, afirmó que el Gobierno de la Comunidad de Madrid “está envuelto en corrupciones, espionajes, negocios oscuros y adjudicaciones sospechosas”. El líder de los socialistas madrileños denunció que la comisión de investigación sobre el Aguirregate creada en la Asamblea de Madrid “nace atada de pies y manos”, de modo que, si esa situación no se corrige, será “un fraude a la democracia”.

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