La petición del presidente de EEUU, Barack Obama, para que los aliados europeos de la OTAN envíen más soldados a Afganistán ha logrado una respuesta limitada. Sólo Alemania, que ha anunciado el envío de 600 soldados, e Italia, con 500, respondieron al llamamiento del secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, que acudía por primera vez a una cumbre de la OTAN representando al nuevo Gobierno de EEUU.

'Hay una nueva Administración y está preparada para un compromiso adicional en Afganistán', declaró a los medios, 'pero hay grandes esperanzas en que los aliados también hagan más', añadió.

EEUU pretende que a su último despliegue 17.000 soldados extra se sumen miles y no cientos de apoyos desde Europa. La Alianza ha puesto como 'objetivo prioritario en 2009 la celebración de unas elecciones [legislativas] seguras' en agosto, según el portavoz de la organización, James Appathurai.

De cara a la cumbre de jefes de Estado de los Veintiséis, que se celebrará en abril, será el propio Obama quien apele al compromiso europeo. EEUU espera nuevas decisiones europeas que permitan que los comicios en los que se decide la continuidad del presidente Hamid Karzai se desarrollen sin el protagonismo de la insurgencia.

España, responsable de 780 de los 56.420 efectivos desplegados en el país, descarta por el momento atender a la petición de Obama. La ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguró que 'España ya ha aportado y aporta mucho en Afganistán' y que la solución 'no puede ser sólo militar, sino política y civil'. Chacón apuesta por lo que se conoce como la afganización de la seguridad, es decir, la transferencia progresiva de competencias al Ejército y Policía afganos. Chacón abogó también por impulsar la reconstrucción del país.

Según un estudio del centro de estudios británico ICOS, a finales de 2007 la presencia talibán se extendía hasta el 72% del territorio afgano. Además, un informe reciente de la ONU cifra en un 40% el aumento de víctimas civiles en 2008, hasta un total de 2.118.

Por otra parte los ministros de Defensa de la OTAN acordaron poner en marcha una nueva misión antipiratería en el Índico en primavera. La nueva misión se coordinará con la que la UE lanzó en diciembre. Los barcos extra que la OTAN envíe a patrullar el golfo de Adén reforzarán la protección de las costas de Somalia en los meses de mayor actividad pesquera y podrían prestar asistencia a los barcos de la ONU que transportan ayuda humanitaria.

Hasta diciembre, la Alianza contaba con cuatro barcos que permitieron el transporte seguro de 30.000 toneladas de ayuda.