Algo ha cambiado en ERC o el Govern, porque de la duda y de denunciar la 'ley del silencio' impuesta por José Montilla y Antoni Castells en la negociación de la financiación autonómica los republicanos han pasado a cerrar filas con la estrategia que lideran el president y el conseller de Economía. Este sábado, tanto el vicepresidente de la Generalitat Josep-Lluís Carod-Rovira como el secretario general de su partido, Joan Ridao, dieron por buena la dureza exhibida por el PSC.

Mañana, una vez superadas las elecciones vascas y gallegas, debería retomarse la negociación. El Gobierno da por hecho el pacto y ha llegado a decir que si no se ha firmado ya es por la campaña. Pero Montilla y Castells han sido tajantes al afirmar, para enojo de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que Catalunya no acepta aún 'ni el modelo ni las cifras'. 'Tal y como está ahora no firmaríamos', zanjó el conseller esta semana.

Este sábado Carod incidió en las tesis de Castells, 'que expresa el lógico malestar del Govern ante los incumplimientos reiterados en este asunto'. Afirmó, además, que el único acuerdo que se dará 'por bueno' será el que no se sitúe 'por debajo del Estatut, que es nuestra norma de comportamiento'.

El número dos del Govern participaba en Tarragona, ante el monumento al president fusilado Lluís Companys, en un acto de recuerdo institucional a los primeros ejecutados por el franquismo en la zona hace ahora 70 años.

A su vez, Joan Ridao, se mostró convencido de que el Govern se mostrará 'firme y exigente', tal y como se acordó en la cumbre que ERC y el PSC mantuvieron el jueves. El dirigente independentista avisó que Catalunya no puede 'bajar del burro' con un 'expolio fiscal' de 22.000 millones de euros por año.