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Un primer paso: retirar las ayudas públicas a los toros

Las corridas desaparecen sin dinero de la Administración |La Plataforma Prou! representa una iniciativa popular para prohibir las corridas

J. S.

El municipio sevillano de Dos Hermanas se ha convertido recientemente en un caso paradigmático del camino más corto para acabar con las corridas de toros. El pasado mes de febrero, el pleno de la ciudad aprobó retirar toda subvención a los festejos taurinos. En especial, la decisión del Gobierno municipal tenía sus ojos puestos en la feria de mayo, que el año pasado reunió a 4.000 y 2.000 espectadores en las dos tardes taurinas que se celebraron en una ciudad con 120.000 habitantes.

La localidad sevillana carece de plaza de toros y, por tanto, la organización de los festejos se encarece puesto que se hace inevitable trasladar y montar una plaza portátil, que cuesta alrededor de 12.000 euros por cada día de alquiler.

El alquiler de una plaza portátil cuesta unos12.000 euros diarios

La empresa encargada hasta el momento de gestionar la feria taurina de Dos Hermanas, Ribera Taurina, no tardó en poner el grito en el cielo al conocerse la intención del alcalde, Francisco Toscano (PSOE), de retirar la financiación. 'Lo que no podemos hacer es dejarnos comer el terreno por los antitaurinos en un sitio que está a las puertas de Sevilla, cuna del toreo de España', defendió José Luis Peralta, responsable de la empresa que el año pasado llevó a Francisco Rivera Ordóñez a esta feria. 'Habrá corridas de toros aunque tengamos que perder dinero', aseguraba Peralta en enero.

Órdago sin cartas ni dinero

El consistorio aceptó el órdago lanzado por la empresa Ribera Taurina y descubrió que su contrincante no tenía cartas. Una vez aprobada la decisión en el pleno, ya en febrero, el empresario afirmó que, 'tal y como están las cosas, no se puede tirar uno a la piscina y organizar una feria en estas condiciones'.

«Sin dinero público, no habría toros», dice el ex diputado Francisco Garrido

Aunque la respuesta de Peralta estaba cargada de resignación, la del Partido Popular de Dos Hermanas fue mucho más combativa: anunció que incluirán la construcción de una plaza de toros y una escuela de tauromaquia en el programa electoral con el que se presentarán en los próximos comicios.

El portavoz del PP en la ciudad nazarena, Manuel Alcocer, no se quedó ahí, y aprovechó para cargar contra las ayudas a la cabalgata del Orgullo Gay 'de dudoso gusto', dijo que costarán casi lo mismo a las arcas municipales, 24.000 euros, que una feria taurina. 'Creo que la afición taurina de Dos Hermanas es más importante', aseguró.

El caso de Dos Hermanas es especial porque se trata de la primera ciudad andaluza que se atreve a tomar una decisión de este tipo. De hecho, fuera de Catalunya, sólo Coslada (Madrid), Basauri (País Vasco) y Castrillón (Asturias) se han declarado municipios antitaurinos.

Aun así, el alcalde ha recibido críticas por escudarse en la crisis económica en lugar de proclamar expresamente a Dos Hermanas como ciudad antitaurina. Pero lo cierto es que cerrar el grifo del dinero público a las corridas de toros se está demostrando como el mejor remedio para impedir que se celebren.

'Mientras no se apruebe la legislación autonómica o estatal apropiada, lo mejor es dejar de financiar las corridas con el dinero de todos', asegura Francisco Garrido, ex diputado de Los Verdes. 'El 90% de los festejos cuenta con subvenciones, directas o indirectas: sin dinero público, no habría toros', concluye.

 

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