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La ley electoral que propone el Consejo de Estado prima al PP

Plantea subir a 400 el número de diputados en el Congreso, reducir a un escaño el mínimo por provincia y cambiar el método DHondt. El nuevo sistema no castigaría a Izquierda Unida

MIGUEL Á. MARFULL

El Partido Popular sería el partido más beneficiado si prosperan las propuestas para reformar el actual régimen electoral que el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno, ha puesto a disposición del Congreso a solicitud del Ejecutivo.

El informe del Consejo admite disfunciones en el sistema electoral que se emplea en España desde hace 30 años, porque presenta algunos problemas de proporcionalidad. El caso de IU ejemplifica esta tara del sistema. Cuenta con dos diputados pese a tener casi 970.000 votos. Es decir, cada escaño de la coalición de izquierdas necesita el apoyo de cerca de medio millón de votos. Por el contrario, cada uno de los diputados obtenidos por el PSOE o el PP sale mucho más barato. Precisa poco más de 65.000 papeletas.

Para corregir estos fallos en la relación entre el número de votos y su traducción en escaños, el Consejo de Estado propone tres cambios: elevar el número de diputados de los 350 actuales a 400, reducir la representación mínima de cada provincia a un diputado en la actualidad son dos y sustituir la ley DHondt por otro sistema más proporcional para calcular la atribución de escaños. El órgano consultivo se decanta por el método Hare que es, a su juicio, 'el que aportaría un mayor grado de proporcionalidad al sistema'.

Esta proporcionalidad se mide de una manera sencilla calculando la diferencia entre el porcentaje de escaños que obtiene cada formación política y el porcentaje de votos conseguidos. Con la actual composición del Congreso, el PSOE y el PP son los partidos más favorecidos, con un porcentaje del 4,4% y el 4% de sobrerrepresentación respectivamente. IU es, por el contrario, la formación más penalizada con una infrarrepresentación del 3,2%.

El nuevo modelo propuesto por el Consejo atenúa estos desequilibrios. Sin embargo, los efectos no son igualmente beneficiosos para todos. El PP resulta claramente beneficiado y sobrerrepresentado en las distintas simulaciones que caben realizarse con la aplicación de la fórmula propuesta.

De esta forma, en el modelo óptimo planteado por el Consejo un Congreso con 400 diputados, mínimo inicial de un parlamentario por provincia y método Hare en sustitución de la ley DHondt , el PP mantiene una sobrerrepresentación del 3,1%. El PSOE, sin embargo, se vería favorecido en un 0,4%, muy por debajo del 4,4% que le confiere el actual sistema. El nuevo modelo terminaría con el castigo que sufre elección tras elección IU, ya que su subrrepresentación se reduciría del 3,2% al 0,5%.

Esta misma diferencia se mantiene con ligeras variaciones en todas las simulaciones que se pueden realizar a partir de los datos que recoge el informe del Consejo. El PP siempre resulta primado por encima del resto de formaciones en la proporción entre escaños y votos.

En esa Cámara teórica de 400 escaños y con los votos conseguidos en 2008, el PSOE obtendría 177 diputados, el PP 172 parlamentarios y el partido más penalizado por las reglas de proporcionalidad vigentes, Izquierda Unida, conseguiría 13 representantes. De esta manera, cada escaño de IU precisaría 74.000 votos, en lugar del casi medio millón actual. Los diputados del PSOE y el PP tendrían un coste muy similar al actual, 60.000 papeletas.

La subida de IU en esta simulación teórica no supone, además, la salida del Parlamento de las formaciones más pequeñas, que mantienen su representación. Además, este modelo incorporaría nuevas siglas a la Cámara. Cuatro partidos ahora no representados tendrían un diputado con los votos que consiguieron en las últimas elecciones generales. Son Eusko Alkartasuna, la Chunta Aragonesista, Nueva Canarias y la coalición nacionalista balear Unitat per les Illes.

Sin embargo, este modelo tiene pocas posibilidades de ser poco más que una formulación teórica.Una reforma de la Ley Electoral requiere ser aprobada por mayoría absoluta. A eso obliga la aritmética. La gobernabilidad política aconseja, además, el consenso de PSOE y PP. Sus reticencias, unidas a las reservas de las formaciones nacionalistas mayoritarias, CiU y PNV hacen bastante difícil que la propuesta sugerida por el Consejo acabe teniendo algún día una aplicación real.

1. ¿Es partidario de elevar el número de diputados de 350 a 400? 
2. ¿Reduciría de dos diputados a uno la representación mínima por provincia?
3. ¿Está de acuerdo con sustituir el método D’Hondt de asignación de escaños?

PSOE. Elviro Aranda
1, 2 y 3. No podemos decir sí o no sin valorar los efectos en todo el sistema. El régimen electoral es un mecano, cada pieza afecta a muchas y debe no sólo garantizar la proporcionalidad, sino también hacer posible la gobernabilidad sin generar inestabilidad.

PP. J.A. Bermúdez de Castro
1, 2 y 3. Aún es muy prematuro. No somos partidarios de modificar el sistema electoral. Ha funcionado bien y no se puede leer sólo en clave aritmética, sino también política, como garante de integración territorial o gobernabilidad.

CIU. Jordi Xuclá
1. No. Sería difícil, además, explicarlo en esta tesitura de crisis.
2. No estamos de acuerdo porque consideramos que perjudica a la proporcionalidad.
3. Se puede estudiar. Aunque algunos lo critiquen, ha funcionado hasta ahora. IU sacó con el 21 escaños.

PNV. Aitor Estaban
1. No. Es altamente cínico, si se critica que algunos diputados no calientan sus asientos, elevar el número de parlamentarios en el Congreso.
2. Si, se puede estudiar.
3. Es necesario estudiarlo más para emitir una opinión que aún no tenemos cerrada.

ESQUERRA. Joan Ridao
1. No estamos en contra, pero es una medida de alcance limitado
2. Sí, ahora se penaliza a las provincias más pobladas, como Madrid o Barcelona, en beneficio de las poco pobladas.
3. Sí, ayudaría a mejorar la proporcionalidad.

IU. Gaspar Llamazares
1. Sí, hará más proporcional a la Cámara Baja.
2. IU es partidaria de rebajar de dos a uno el número de diputados que componen la representación mínima provincial.
3. Por supuesto, como principal perjudicada por la ley D’Hondt.

BNG. Francisco Jorquera
1 y 2. Lo que contribuya a aproximar la composición del Congreso al peso de cada fuerza es positivo. No es mala idea elevar el número de diputados.
3. Por la misma razón, a falta de un estudio detallado, sí, en el caso de que mejore la proporcionalidad.

COALICIÓN CANARIA. Ana Oramas
1,2 y 3. No es tan sencillo. Si el Senado se convierte finalmente en una Cámara territorial, el Congreso deberá caminar hacia una representación distinta, y en ese caso estamos dispuestos a estudiar estas reformas o las que sean necesarias para mejorar la proporcionalidad de la Cámara.

UPD. Rosa Díez
1. Sí. Seríamos partidarios de un Congreso con 500 diputados, 350 elegidos por circunscripciones provinciales y 150 en una única lista nacional.
2. Sí.
3. Estamos abiertos a cualquier fórmula que mejore la proporcionalidad.

NaBai. Uxue Barkos
1, 2 y 3. Son preguntas muy concretas que exigen un estudio más que detenido. Me sorprende que se cuestione de manera solapada el modelo del 78 que dibuja un escenario claramente bipartidista, pero con una presencia fuerte de representación territorial.

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