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El hijo de las piedras

Este cantautor de sangre palestina esconde una historia marcada por la ocupación israelí. Ha alcanzado el éxito sin apoyo mediático

YERAY CALVO

Señores de occidente escribo de muy lejos. Soy niño y palestino, no creo que recuerden que hace medio siglo ustedes permitieron tan sólo por dinero que fuera amputada la tierra de mi abuelo. De este modo da comienzo uno de los temas más comprometidos de Marwan, Los Hijos de las Piedras. Honestidad entremezclada con letras directas e imaginativas. Un cantautor de la nueva hornada (Luis Ramiro, Diego Cantero, Dani Flaco, Andrés Suárez, etc) que canta a la vida con todos sus matices. Capaz de emocionar con dramas humanos, historias de amor y sexo.Quizás este sea el secreto verdadero, transmitido a través de su música, el que ha llevado a este cantautor español de origen palestino a donde está ahora. No suena en las radios, pero ha conseguido vender más de 2000 discos sin promoción ni apoyo mediático. Ninguna discográfica ha apostado 'honestamente' por él, pero eso no le ha impedido contagiar con su música a un grupo de fieles seguidores que le compañan allá por donde va.

Uno de sus proyectos más ilusionantes lo culminó hace unos meses. La AECID, la Asociación Española de Cooperación Internacional, le invitó a tocar en Palestina, en unas fechas que coincidieron temporalmente con la invasión de Gaza por parte del ejército israelí. Un viaje que finalmente compartiría junto a Tontxu, Javier Álvarez y Carlos Chaouen (vídeo de su llegada al aeropuerto de Tel Aviv en el que interrogan a Marwan por su origen palestino). 'Organizamos un viaje muy por libre. El objetivo principal, por haber tenido la libertad que tenía cada uno, era que la gente que tiene difusión como Chaouen, Tontxu o Javier Álvarez conociesen la realidad de Palestina y que pudiesen transmitirla después aquí. Que yo creo que es la mayor ayuda que se le puede dar a Palestina'.

'Fue un viaje emocionante' confiesa. Los bombardeos de Gaza habían teñido de tristeza e indignación Cjisjordania, destino de los músicos. 'Yo ya había ido otras veces pero la verdad es que esta vez ha sido mucho más impactante. Supongo que se respiraba la tristeza de la gente. Te paraba y te decía ¿habéis visto lo de Gaza? La gente estaba muy indignada pero a la vez tampoco estaban sorprendidos porque esto es lo que viene pasando en los último 60 años. Es algo a lo que están acostumbrados'.


Entre sus destinos, los músicos visitaron Hebrón. Uno de los sitios más conflictivos de Cjisjordanía. Durante los úlimos años ha sufrido bombardeos, derribos de casa, etc. La parte vieja de la ciudad está muy abandonada. 'Es una población de 150.000 palestinos en la que hay 700 israelíes, que apoyados por soldados (vídeo en el que aparece la expedición rodeada por soldados israelíes por un chivatazo falso sobre las 'perversas' intenciones del grupo -sobre el minuto 4:45-), dominan la ciudad. Tú imaginate Aluche, que es mi barrio, en el que hay 700 franceses, por ponerte un ejemplo, que se apoderan de la ciudad, que no puedo ir al edificio de al lado y que tengo que pasar checkpoints, que a los niños les levantan las camisetas para ver si llevan bombas, que te tiran piedras por ser palestino...'

Sobre el inicio y el posible devenir del conflicto, Marwan lo tiene claro. 'Yo creo que la ocupación puede terminar, las torturas y las intimidaciones, pero no creo que la lucha del pueblo palestino vaya a terminar si siguen haciendo ésto. Porque entonces lo que piden es que te dejen tirar una piedra en la cabeza pero que tú no respondas. Ese es el principal problema, que Palestina es un país ocupado. Estoy seguro que si paulatinamente hubiese un proceso de paz, acabarían consiguiendo la la paz, pero eso ahora mismo no se quiere'.

Hace ya treinta años, Salman, padre de Marwan, realizó el camino inverso, de Palestina a Madrid. Aunque éste, a diferencia del de su hijo, iba a ser para siempre. 'Mi padre tuvo la mala suerte de nacer en una tienda de campaña. A mi abuelo, que había trabajado mucho desde joven para conseguir sus tierras y su casa, le quitaron todo con la creación del Estado de Israel. Mi padre vivió en su adolescencia una vida muy dura. Vivió en un campamento de refugiados en el que la comida que te llega es ayuda humanitaria. Eran doce en la familia de mi padre y comían lo que podían, básicamente harina y agua. Luego con 16 años estuvo en la guerra de los seis días'. Salman, traductor de profesión, vino a España para estudiar medicina. El resto de la historia ya lo cuenta Marwan en una de sus canciones.

Al igual que a su familia, a este cantautor de Aluche, representante de una nueva generación de jóvenes cantautores, nadie le ha regalado nada. Once años de proceso y evolución le han llevado a un punto de madurez musical y de seguridad en una carrera cada vez más solida. 'Fue un proceso muy paulatino, con mucho curro, porque he tocado mucho por Madrid, gratis en mil sitios, antes de empezar a cobrar bien y poder vivir de esto. Digamos que mi promo, en lugar de salir en la radio, ha sido tocar y dejarme ver en conciertos. A lo de vivir de la música me decidí tarde. Lo compaginé con mi trabajo de profe hasta que decidí dedicarme exclusivamente a la música, hace dos años'.

Las discográficas, como a muchos otros artistas que empiezan en la música, le han dado la espalda. Por eso Marwan decidió crear su propio sello discográfico (Trapecista Records) y editarse su propio disco, con todas las dificultades que ello conlleva.'Decidí autoeditarme porque no tenia ninguna oferta de nadie y quiera sacar adelante mis canciones'. Una vez grabado el disco, y con la ayuda de uno de sus productores, consiguió la posibilidad de firmar un contrato con una multinacional, que finalmente, decidió rechazar.'Me parecía que se vulneraba muchos de los derechos como artista y compositor. Yo seria capaz de ceder parte de los derechos de mis canciones, parte de mi libertad, si recibiera cosas a cambio. Si a cambiado de dar tus derechos te ofrecen una buena promoción...pero si sólo te ofrecen llevar tu disco al Corte Inglés... Pensé que lo que me ofrecían no se correspondía con lo que yo me merecía. Y decidí sacarlo solo'.

Un disco, que pese a no contar con el apoyo de los medios, ha tenido una buena acogida del público y que ha supuesto un paso hacia adelante a nivel sonoro, con una producción elegante y llena de matices, obra de Pablo Cebrián e Ismael Guijarro. Además, cuenta con la participación de Ismael Serrano en el tema El Próximo Verano, uno de los momentos 'más felices' en la vida Marwan, que se confiesa gran admirador del cantautor madrileño y al que 'nada' le costó convencer. 'Le conocí mucho antes cuando tocaba en la Redacción, un bar mítico de Madrid que ya no existe. Me quedaba embelesado al escucharle'.

Aunque ya queda bastante lejos, Marwan recuerda como si fuera ayer los momentos de nervios, casi de 'shock', al enseñar sus canciones por primera vez a sus amigos. El momento en el que pensó que, allí, sentado junto a una decena de compañeros de INEF, aquello era lo más cercano a un concierto de los de verdad. Lo que hoy recuerda como unos inicios 'duros' en esto de la música.

Un cantautor con concienca social, como el que vemos en Los Hijos de las piedras o Meninos da rua, y con un sexto sentido para hacer diana en la emoción, como en Mi paracaídas o Ángeles con sexo, esta última, su canción preferida. Además juega con la ventaja del que posee una fuente inagotable de ilusión, la que un día su padre llevó consigo a España en busca de una vida mejor y a la que canta Marwan en 2009 . También a la que apela para poder dedicarse a lo que más le gusta: 'Mi objetivo es poder seguir viviendo de la música y sobre todo seguir haciendo canciones que yo considere bonitas. Que me emocionen mucho. Poder seguir disfrutando y no perder la ilusión'.

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