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Monica Seles cuenta su calvario

La ex tenista cayó en una profunda depresión después de ser apuñalada en 1993.Tardó más de una década en recuperarse del shock

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El diario británico The Mail, lleva en su edición de este jueves un artículo escrito por la ex tenista Monica Seles en el que revela su calvario después de ser apuñalada en pleno torneo de Hamburgo, en 1993. El ataque forzó su retirada de las pistas durante varios años y produjo una lucha contra su mente y su cuerpo de la que tardó más de diez años en recuperarse.

Seles recuerda la escena del suceso de manera amarga. 'Mi mundo cambió en 1993 [...] Estaba jugando en cuartos de final del torneo de Hamburgo contra Magdalena Maaleva. Durante el descanso, tras un juego, apuré hasta el final porque no había bebido nada de agua y de pronto sentí un dolor horrible en mi espalda [...] Me giré buscando de dónde venía el dolor y vi a un hombre detrás de mí levantando un cuchillo contra mí. Entonces me volvió a apuñalar...'

Ese mismo día, Seles cuenta que a su padre le diagnosticaron cáncer de próstata. Además, supo que el hombre que le apuñaló lo hizo porque Steffi Graff siempre era la número dos del mundo y porque 'las mujeres de verdad no pueden estar tan delgadas'.

Esa frase, según cuenta en The Mail, se le quedó grabada. 'Ahora me doy cuenta de lo que me marcó aquella frase. Una parte de mi rehabilitación pasaba por intensas sesiones de cardio, pero empecé a buscar excusas para evitarlas. Incluso caminar diez minutos se convertía en un suplicio. No quería hacerlo ¿Qué me estaba pasando? Había un problema que ningún análisis o escáner podía ver.Mi cabeza estaba llena de niebla y oscuridad. Da igual en lo que pensara para salir de mi situación, no podía encontrar el lado positivo'.

La tenista se refugió en la comida, 'Pensaba que si cogía peso no me volvería a pasar nunca lo que me sucedió'. Tras varios meses de lucha contra su cabeza, Seles volvió a entrenar, pero después de cada entrenamiento se atiborraba a comida en secreto. '... Empecé a cambiar la tortura en mi cabeza por la tortura en mi cuerpo. Y tan pronto como terminaba el entrenamiento, comía para dos semanas. En secreto, metía tanta comida en mi cuerpo como podía. A veces incluso por la noche [...] Pasta, hamburguesas, patatas fritas o escapadas a media noche a restaurantes de comida rápida...'.

Tras su vuelta a las pistas, la tenista cayó en primera ronda del torneo de Australia de 1996 contra otra tenista en el puesto 59 del ránking. 'Para entonces había pasado de una talla 8 a una 12', cuenta Seles. En 1998, su padre murió y 'eso me llevó de nuevo a refugiarme en la comida'.

Pocos meses después ya estaba en la talla 18. Seles cuenta cómo se dio cuenta de que tenía un problema. Conoció a un hombre 'con sobrepeso' en una fiesta. 'Nunca había sentido nada así por ningún hombre antes, así que seguí viéndolo [...] Quedar con él era sólo una excusa para ir a comer a un restaurante. Cuando llegaba el postre y veía que pedía, se encendía una luz verde para mí y me dejaba ir [...] Un día volé a Nueva York para conocer a sus amigos. Durante la cena me rodeó con sus brazos y pegándome un pellizco me dijo 'cariño, estás un poco rellenita'. [...] Esa misma noche rompimos...'.

Eso marcó un punto de inflexión en la carrera de la tenista. 'Volví a entrenarme con fuerza, pero mi cabeza era superior a mi'. Todo terminó en 2003, cuando decidió retirarse definitivamente. 'Corte toda relación con el tenis para dedicarme a mí.[...] guarde el luto por mi padre [...] El descanso funcionó volví a ser yo y volví a ser feliz'.

El testimonio de la tenista termina haciendo un guiño a todas esas personas que tienen problemas con la comida. 'Sé lo que es ir a la playa totalmente vestida. Sé lo que es sentirme fea. Sé lo que es hacer escapadas nocturnas a la cocina. Pero eso no debe ser así'.

En febrero de 2005 volvió a las pistas en un torneo de exhibición y se retiró finalmente el año pasado. Actualmente vive en Florida.

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