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«El bolero es la banda sonora de la nostalgia»

El músico guajiro Elíades Ochoa, legado vivo del son cubano, cerró ayer la XVIII edición del Womad Cáceres

JESÚS CENTENO

Viste de negro riguroso, presume de sombrero alón y menciona con gracia que en EEUU lo conocen como 'el Johnny Cash cubano'. Allí todavía le confunden con un cowboy de Texas, aunque el sombrero sea guajiro típico de los campesinos del oriente cubano y su credo el son, el bolero y la guaracha. Elíades Ochoa (Santiago de Cuba, 1946), uno de los referentes vivos de su país, repasó ayer en el festival Womad el vasto repertorio de la música cubana tradicional.

Ochoa empezó tocando en las esquinas de Santiago de Cuba y su primer escenario fue la calle, con una guitarra y una gorrita en el suelo. Tenía 11 años y se llevó cinco centavos. Después, conciertos en recodos y bodeguitas, y el reconocimiento de su ciudad bajo el sello del Cuarteto Patria, al que se unió en 1978. El documental Buena Vista Social Club le hizo saltar a la fama, pero su trayectoria ya estaba bien construida.

'El éxito fue inesperado. Detrás estaba un norteamericano [Ry Cooder], pero le aplaudimos porque llevó la música cubana a cualquier rincón del mundo. Si el bolero te seda, el son cubano tiene una dulzura que, cuando la conoces, es para siempre. Engancha y la gente siempre quiere más y más', cuenta el cantante a Público.

Su particular guitarra híbrida de ocho cuerdas es una de sus señas de identidad. El sonido de su banda es otra: 'Percusión, armónico, maracas, contrabajo y guitarra. ¿Qué más necesitas? Ahora vamos con trompetas, pero nunca he querido tener una gran banda, esto es pura guajirada', comenta Ochoa en referencia al canto popular cubano de tema campesino.

Ochoa saborea su oficio y su música invita al baile y a la seducción, pero también a la añoranza y al pesar. 'El bolero es la banda sonora de la nostalgia. Santiago es una tierra volcánica y su música es inagotable, pero yo toco lo que la gente me pida', asegura el músico, al que no le gusta que el público se sienta incómodo con las canciones más políticas.

'Todo en Cuba está marcado por la revolución. A quienes disfrutan con la música cubana les propongo repertorios de diferentes épocas, como el Chan Chan, Píntate los labios, María o Estoy como nunca. Pero si nos piden Hasta siempre la guajira del Che o la Guantanamera las tocamos, porque también son la esencia de Cuba', recuerda.

El cantante, que visitará San Sebastián y Madrid los días 14 y 15 de este mes, cree que la música tradicional cubana pasa 'por el mejor momento de su historia', porque cada vez más músicos se alimentan de ella. 'Nunca se perderá. Pero vaya, a Cuba también ha llegado el reggaeton'.

En la radio, concluye, 'puedes escuchar a bandas mexicanas, tangos y hasta música tradicional española'. ¿Y cuál es esa? 'En mi época se escuchaba a Rafael, a Lola Flores y a la Pantoja. Sí, sí, y Mocedades es un himno allá. Aún hay programas que emiten esta música y hay grupos que los versionan. Y tienen mucho éxito'.

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