La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) funcionó este viernes a plena potencia, pero con los empleados justos para garantizar su seguridad; una gran parte de la plantilla se desplazó hasta el Palacio de La Moncloa con la esperanza de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, les recibiera para explicarle que la central es segura y crea empleo. Les acompañaron trabajadores de otras centrales nucleares, vecinos de municipios con plantas atómicas, empleados de Endesa e Iberdrola (propietarias de Garoña), sindicalistas de UGT y USO, y familiares de los trabajadores. En total, se concentraron unas 400 personas.

La voz unánime de todos ellos fue la defensa de sus puestos de trabajo y dar testimonio de la seguridad de la central, esgrimiendo el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que avala que la planta puede seguir funcionando hasta 2019 con el plan de envejecimiento propuesto.

Miembros del comité de empresa fueron recibidos por dos directores del Gabinete del Presidente del Gobierno, a los que entregaron la carta pidiendo la prórroga de la planta y una camiseta con el lema 'Garoña es segura, continuidad'. Seguidamente les explicaron durante media hora sus condiciones de trabajo, la operación de la central y la situación laboral de la comarca del Valle de Tobalina, señaló a la salida de la reunión Cristina Herrero, supervisora de la sala de control de Garoña y miembro del comité de empresa.

Además, ofrecieron a Rodríguez Zapatero la posibilidad de conocer de primera mano 'cómo trabajan los profesionales de Garoña que luchan a diario para que España tenga una energía estable', indicó Herrero. La respuesta gubernamental, según esta portavoz, fue que el presidente va a estudiar todos los aspectos de seguridad, empleo, situación de la comarca y los informes del CSN antes de tomar una decisión 'muy difícil', y aunque la agenda está bastante completa, no descartan que visite la planta o los reciba.

Los trabajadores exigieron al Gobierno que la prórroga sea por diez años, y no por periodos inferiores de dos, cuatro o seis años. 'Si se prorroga por dos años no nos vamos a conformar, porque no es lo que ha dicho el CSN', apuntó Luis Mielgo, miembro del comité de empresa. Mielgo pidió a Rodríguez Zapatero que 'lea el informe del CSN detenidamente y haga caso a los técnicos, que son los que saben, porque si no va a dejar a 1.000 familias en el paro'.

Los manifestantes pidieron al presidente que demuestre su 'talante' y escuche a sindicatos, patronal, cámaras de comercio, ayuntamientos y Junta de Castilla y León, y le recordaron que su 'amigo Obama' ha autorizado hace un mes la prórroga de una central a 60 años.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, declaró tras el Consejo de Ministros que 'sea cual sea' la decisión, los trabajadores de la planta 'en ningún caso' quedarán desprotegidos.