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Vuelven los padres del rap español

El Club de los Poetas Violentos (CPV), el primer grupo que publicó un disco de hip hop en España, regresa tras diez años de silencio. Han confirmado, por ahora, dos fechas: el 8 de agosto en Pinto (Madrid) y el 12 de septiembre en

JESÚS MIGUEL MARCOS

Todo comienzo es por naturaleza precario. Nada nace en la cresta de la ola y el rap español no iba a ser una excepción. En 1988, un señor que trabajaba para la discográfica Ariola viajó a Estados Unidos y creyó descubrir un nuevo El Dorado: el hip hop mandaba en América. Volvió a España con la maleta llena de discos de Public Enemy y un meticuloso plan para alumbrar una escena de rap en España. No era mala la idea, pero cayó en un error bastante habitual en la industria discográfica de este país: quería generar mucho beneficio en poco tiempo.

Reclutó un puñado de bandas locales, las metió en un estudio y grabó el recopilatorio Rap in Madrid. El problema es que en lugar de registrar los temas compuestos por los grupos, les ponía grabaciones de bandas famosas en EEUU para que cantaran encima. ¿Un fracaso? Todo lo contrario. Cumplió objetivos: vendió mucho en poco tiempo. Eso sí, dos años después ya nadie se acordaba de aquellos grupos. En uno de ellos, Jungle Kings, militaba Paco King, uno de los seis miembros de El Club de los Poetas Violentos (CPV), los padres del rap español, que este verano regresarán a los escenarios tras diez años de silencio: 'Como eres joven y no te enteras muy bien, pues intentan aprovecharse. Pero nosotros dijimos que o hacíamos lo que queríamos o nos íbamos. Y al final fuimos los únicos que grabamos un tema propio. Y quedó guapísimo'.

Eran días de pan y tocino para el rap en España, pero mientras unos intentaban prefabricar un movimiento musical con escuadra y cartabón para engordar dividendos, otros preparaban el polvorín, en plena calle. Los jóvenes de localidades como Torrejón de Ardoz (Madrid) o Zaragoza escuchaban las cintas de rap que circulaban alrededor de las bases militares americanas y comenzaban a hacer rimas por diversión. Casi un deporte, pura competición. Se practicaba en la misma cancha de baloncesto: unos lanzaban a canasta y otros, en los bancos, echaban partidos de versos.

'En esa época te daba palo ser rapero, porque todo lo que había salido de hip hop era algo manipulado. Daba verdadera vergüenza', dice otro miembro de CPV, Kamikaze. Les dolía ver algo tan suyo siendo maltratado en manos de otros, así que decidieron hacer un disco. Kamikaze lo recuerda con énfasis: 'Nuestra intención no era vivir de esto, era enseñarle a la peña lo que es el hip hop de verdad. Fuimos los primeros cabezones en decir: nosotros vamos a sacar un disco por nuestros cojones. Yo vivía en el extranjero y me vine a Madrid sólo para hacer ese disco. Y así fue: un año después sacamos el disco'.

Madrid Zona Bruta, el debut de CPV, se publicó en 1994. Vendió 2.000 copias, pero las cassettes piratas se extendieron como chinches y multiplicaron su onda expansiva. 'No tuvimos mucha repercusión mediática, pero en la calle lo reventamos', dice Kamikaze. 'Dabas una vuelta por Alcorcón y sonaba en los coches, en las casas', añade Paco King.

Kamizake, King y sus compañeros de CPV Jota Mayúscula, Mr. Rango, Supernafamacho y El Meswy se inventaron el rap español en la calle, ensayando en sus casas, en una carnicería, en cualquier esquina donde pudieran construir sus rimas y donde nadie les dijera lo que tenían que hacer. Porque hubo quién, sin éxito, lo intentó: 'Antes de CPV, los de Ariola me propusieron grabar un disco con mi anterior grupo' recuerda Paco King; 'les pasamos las letras y se asustaron. Decían que eran demasiado fuertes, que metíamos mucha política. Les intentamos explicar que representaban lo que nosotros creíamos, que eran letras de verdad. Pero ellos insistieron en eliminar varios versos y finalmente decidimos no grabar el disco'.

Los padres del rap español, como bien dice Paco, se comieron 'toda la mierda'. 'Hemos pasado cada una, tío', confiesa Kamikaze, 'sobre todo con los técnicos de sonido, acostumbrados al rock. No entendían que no llevásemos instrumentos, que era un pibe con dos platos y seis micros'. La España de charanga y pandereta, vista desde el mundo del hip hop. En un concierto, Jota Mayúscula pidió unos platos y cuando llegó se los encontró en el suelo del escenario. 'No se les había ocurrido que los platos van sobre una mesa. Acababa pinchando sobre cajas de bebida', dice entre risas.

CPV se dieron por satisfechos con su disco y probablemente no imaginaban lo que esperaba al girar la esquina. Lo empezaron a intuir en mayo de 1996, cuando se celebró la primera edición de Festimad. Plagado de estrellas del rock, con Rage Against the Machine y Smashing Pumpkins a la cabeza, el nombre diminuto de de CPV casi ni se advertía en el cartel. 'Nos programaron a las cuatro y media de la tarde en un escenario de mierda. Pensaban que no iba a haber nadie y de repente se juntaron 4.000 personas. Fue la polla. Flipamos nosotros, flipó la organización, fliparon los del sello y flipó todo el mundo', rememora Kamikaze.

Aquello se hacía grande. Lo que empezó como una distracción en el barrio se estaba convirtiendo en su medio de vida. De repente, aparecían grupos como setas. Como no había sellos que apostaran por ellos, el mercado de maquetas tomó dimensiones muy serias. Llegó a tal punto que algunas distribuidoras discográficas comenzaron a trabajar con maquetas. 'Hubo un boom bestial', subraya Kamikaze.

CPV se convirtieron en los cabecillas de una escena en auge y entregaron otros dos álbumes antes de separarse: La saga continua 24/7 (1997) y Grandes planes (1998). No fue una disolución consensuada. Simplemente ocurrió: 'Necesitábamos aire, no vernos todos los días. Uno se fue de vacaciones, el otro a vivir a otro sitio... Pasaron seis meses y cada uno estaba en lo suyo. Seguimos haciendo movidas personales', dice Jota Mayúscula.

Cuando el próximo 8 de agosto actúen en Pinto (Madrid), dentro del festival Veinticuatro7, habrán pasado diez años desde la última vez que los seis coincidieron sobre un escenario. ¿Por qué ahora? Según Mr. Rango, 'es casi por demanda popular. Vaya donde vaya, a mí me están todo el rato: ¿cuándo vais a volver, cabrones? Que sois los mejores'. Jota Mayúscula aporta otro motivo: 'Además, la gente más joven que ha empezado a escuchar rap después de separarnos no ha tenido la oportunidad de vernos'.

Los miembros de CPV charlan distendidamente sobre su regreso en el mismo sitio donde están ensayando, el estudio que Jota Mayúscula tiene en un sótano del centro de Madrid. 'En el primer ensayo, mi primera sensación fue que habían pasado dos semanas, en vez de diez años', revela Kamikaze. Dicen que se ríen mucho, que se divierten, un clima muy distinto al de los últimos meses de su anterior etapa: 'Antes había mucha tensión: el uno que llega tarde, el otro que fuma, el otro que bebe. Unos trabajaban más que otros, por decirlo de alguna manera. Teníamos más presión', dice Jota Mayúscula.

Están preparando un repertorio de una hora y media, 'aunque hay algo guardado por si se lía', avanza Jota. Por ahora, han confirmado el concierto de Pinto y otro en el festival Hipnotik de Barcelona, el 12 de septiembre. 'Y luego, a ver si podemos seguir haciendo gira. Intentaremos ir a Latinoamérica después de octubre. Hay ofertas de Chile, Colombia, México...'. CPV vuelven y, por ahora, se quedan.

CPV, una influencia clave para los que vinieron detrás.

1- ¿Qué significa El Club de los Poetas Violentos para el rap español?
2- ¿Cuáles fueron sus principales virtudes como grupo?
3- ¿Crees que ha sido el mejor grupo de rap en España?

Tote King. Rapero
1- Fueron los pioneros. Un grupo valiente para su época. Abrieron las puertas para todo el mundo.
2- Tenían un directo muy potente. Yo fui a verlos varias veces de chico y me impresionaba verlos, sobre todo porque eran muchos y mezclaban muchos estilos.
3- No tengo preferidos, pero han sido un grupo muy potente.

Zatu. Voz de SFDK
1- Fueron los primeros en sacar un disco. Marcaron un estilo, el rollo hardcore. Además, daban más cabida a las rimas que al mensaje.
2- Fueron fieles a un estilo, a una manera de hacer las cosas. También es meritorio que se entendieran bien siendo seis.
3- En su época sí. Nos han influenciado a todos.

Shuwa Wuga. Rapera
1- Han sido una referencia muy importante para el resto. Eran muy innovadores, los primeros de la escena.
2- Eran gente con muchos estilos diferentes, pero todos juntos sonaban a uno. Su directo era muy definido y muy duro.
3- No sé si el mejor, pero toda la escena les ha reconocido.

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