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"En el poder hay criminales de guerra y narcos"

Ramazan Bashardos es candidato presidencial a las elecciones que se celebrarán en Afganistán el próximo día 20 de agosto

MAR CENTERA

Erradicar la corrupción en el quinto país más corrupto del mundo. Ésa es la tarea quijotesca a la que el candidato Ramazan Bashardost se ha entregado en cuerpo y alma desde su pequeña residencia-tienda.

Su renuncia a los coches de lujo que exhiben otros políticos y su cercanía ha calado entre los afganos, situándole en el tercer puesto en la intención de voto. Las lecturas de Rousseau y Voltaire durante su juventud como exiliado en Francia le dieron una fe inquebrantable en la naturaleza humana y la justicia.

Es una rara avis entre los políticos afganos. Algunos le llaman loco.

Hasta mis padres me llaman loco. Ellos estaban muy contentos de que me metiese en política porque en Afganistán es un negocio brillante: coches de lujo, grandes mansiones, regalos y trabajo para todos los amigos... Pero lo que es de locos es gastarse de ese modo el dinero que los contribuyentes norteamericanos, británicos y españoles nos envían para mejorar la vida de los afganos. No me compraré una casa hasta que todos los afganos puedan hacerlo.

Es el único que no lleva escolta. En Kabul no sólo las residencias de los parlamentarios, también las de los empresarios e incluso las de las ONG están vigiladas por guardias. ¿No tiene miedo?

No. ¿Por qué iba a tener miedo? Allí donde voy soy bien recibido, ¿por qué entonces gastar dinero en una seguridad que no necesito? Me alejaría de la gente que se acerca a verme.

Sostiene que la corrupción está presente también entre las ONG.

Cuando era ministro de Planificación, encargué un estudio. Y entonces nos dimos cuenta de que de casi 2.300 ONG, unas 1.900 gastaban cantidades exorbitantes en sueldos de consultores extranjeros, en viajes, en estudios redundantes, o que la calidad de sus proyectos no cumplía unos mínimos. Hay que evaluar las organizaciones una a una y las que no actúen bien expulsarlas del país o, si son afganas, cerrarlas.

¿Por qué se ha extendido tanto la corrupción en el país?

En Afganistán llevamos 30 años en guerra y esa situación ha llevado a que todo el mundo piense sólo en sí mismo, en ganar todo el dinero que sea posible, aunque sea a costa de los demás. Pero los políticos deben dar ejemplo y, en cambio, los líderes de Afganistán han sido los principales culpables de que la corrupción se extendiese. No pueden castigar la corrupción si ellos mismos son corruptos.

¿La impunidad de la que gozan se debe también al sistema judicial?

Por supuesto. En los tribunales hay jueces que en los casos importantes piden dólares, no afganis [la moneda nacional], y que miran a contraluz los billetes para asegurarse de que no son falsos. Aún estoy esperando que algún pez gordo sea sancionado por corrupción.

También acusa al Gobierno de perpetuar la guerra.

El principal motivo de que la guerra en Afganistán continúe es que hay criminales de guerra y narcotraficantes en el poder. Además, si el Gobierno no crea puestos de trabajo que ayuden a salir de la miseria, hay personas que seguirán aceptando dinero a cambio de apoyar a los talibanes y a los criminales. Y después hay otra cosa; todos los candidatos dicen: 'si gano, negociaré con los talibanes moderados'. Pero, ¿se han preguntado si los talibanes negociarán con ellos, con esos políticos que van en coches de lujo, usan perfume francés y no se dejan crecer la barba?

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