Radovan Karadzic, líder de los serbobosnios en la guerra de 1992-1995, en la que murieron 100.000 personas, dice que su conciencia está tranquila y que no lamenta el papel que desempeñó en el genocidio.

'No lamento mi papel', no busqué un cargo público, pero cuando lo desempeñé, realicé mis obligaciones por el bien del pueblo de mi corazón', contó Karadzic en una entrevista desde un centro de detención en La Haya.

Karadzic fue el presidente de los serbobosnios, que buscaban crear su propio estado en la guerra de Bosnia, la más sangrienta en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Por las matanzas está a la espera de un juicio por cargos de genocidio.

'Estoy sumamente orgulloso de haber desempeñado mi labor sin buscar el beneficio personal o mi propio interés', explica en una carta a Reuters desde La Haya, donde se ubica el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. 'Sentiré la libertad esté donde esté lo que me resta de vida'.

El ex psiquiatra está acusado de once cargos de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo dos de genocidio, por los 43 meses de asedio de Sarajevo y la masacre de 8.000 hombres y jóvenes musulmanes en Srebrenica en 1995.

Karadzic niega todas las acusaciones, aunque en la carta lamenta la guerra cuya culpa, como en el pasado, atribuye a los musulmanes bosnios.

'Lamento lo sucedido durante la guerra en Bosnia: las muchas vidas que perdimos, el sufrimiento de las personas de todas las etnias, las familias y propiedades destrozadas', escribe. 'Lamento profundamente que se librara esta guerra, pero no fue nuestra elección'.

Ratko Mladic y Radovan Karadzic durante la Guerra de Bosnia. A la derecha, Karadzic tras su detención.

Las autoridades serbias arrestaron a Karadzic en la capital, Belgrado, el verano pasado, tras descubrir que se ocultaba tras una espesa barba y una nueva identidad como curandero .

El máximo comandante militar de Karadzic, el general Ratko Mladic, continua en paradero desconocido y su captura es una de las condiciones para que Serbia mejore sus relaciones y eventualmente se incorpore a la Unión Europea.

'No tenía ninguna protección en Serbia y no creo que el general Mladic la tenga tampoco', dijo Karadzic. 'Espero que tras mi juicio, las cosas tengan un aspecto bastante diferente y quizá no haya necesidad de detener o juzgar a nadie más, incluyendo al general Mladic'.

Karadzic declinó contestar las preguntas sobre su disfraz de gurú o sobre cualquier llamada cercana que pudiera haber recibido mientras vivía en la capital serbia. El supuesto criminal de guerra dijo que no había ejercido activamente la política entre bastidores tras ceder el poder en 1996, un año después de al guerra.

Nacido en Montenegro en 1945, Karadzic pasó gran parte de su vida en Sarajevo, una ciudad étnicamente mixta, la capital bosnia cuyo asedio por parte de las fuerzas serbobosnias terminó simbolizando el sufrimiento de la guerra.

El tratado de paz de 1995 que puso fin a la guerra dejó Bosnia dividida en dos: una dominada por los serbios cristianos ortodoxos, y otra por los croatas cristianos y los bosnios musulmanes, unidos bajo un débil gobierno central.

Muchos diplomáticos y expertos consideran que Bosnia es el país menos estable de los Balcanes, pero Karadzic dijo que las dos partes pueden vivir bajo un gobierno federal.

'Realmente no sueño con una RS independiente', escribió Karadzic sobre la Republika Srpska. 'No existe una razón por la que Bosnia no pueda existir con dos entidades basadas en la etnia. No sería la primera entidad en Europa. Sólo tenemos que mirar a Bélgica, Suiza y España, por ejemplo', añadió.

Desde su detención, Karadzic ha peleado con el tribunal durante el procedimiento previo al juicio, demandando que altos diplomáticos sean llamados como testigos para apoyar su argumento de que le ofrecieron un acuerdo de inmunidad en 1996 si desaparecía de la vista pública.

El tribunal ha determinado que cualquier acuerdo de inmunidad no evitaría que Karadzic fuera procesado. Los fiscales pretendían que el juicio comenzara a finales de año pero dado que existen varias mociones previas, es más probable que se inicie el próximo año.

Karadzic, cuya carta recibió el visto bueno del tribunal antes de ser entregada a Reuters, declinó autodenominarse héroe serbio, o decir cómo la historia debería juzgar su papel.

'Un gran escritor dijo que el tiempo es un gran filtro de los acontecimientos', escribió. 'Mi contribución a la historia sólo podrá ser juzgada cuando haya pasado mucho tiempo. Y estoy seguro de que no soy el mejor ubicado para juzgar eso'.

La próxima comparecencia de Karadzic ante el tribunal previa al juicio será el jueves.