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Polonia aún teme a los alemanes expulsados

El victimismo de este colectivo enturbia la relación con Berlín

GUILLEM SANS MORA

Unos 15 millones de alemanes de la zona de influencia soviética, desde los Balcanes hasta el Báltico y desde los Sudetes al Mar Negro, abandonaron sus hogares y sufrieron la expropiación de sus bienes después de la guerra. La República Federal de Alemania les reconoció el derecho de acogida y nacionalidad, a ellos y a sus cónyuges y descendientes.

Su organización política, la Federación de los Expulsados, está presidida por la diputada democristiana Erika Stein-bach y es en Polonia un enemigo nacional. Los polacos abominan de la consideración de víctimas que Steinbachatribuye a los expulsados. Temen, además, reclamaciones de indemnización; un miedo en realidad infundado como muy tarde desde 1970, cuando la Alemania del canciller Willy Brandt reconoció la actual frontera con Polonia.

El temor polaco a reclamaciones de indemnización es infundado

'La huida y la expulsión fueron consecuencia inmediata de la guerra iniciada por Alemania y de los crímenes del nazismo. Asumimos nuestra responsabilidad por el capítulo más oscuro de nuestra Historia. No hay reinterpretación posible'.

Esta aclaración, que podría haber formulado Brandt tres décadas atrás, la ofreció el pasado día 22 la canciller Angela Merkel en el 'día de la patria' de la organización de Stein-bach. La explicación sigue siendo necesaria en términos tajantes, porque la Federación quiere participar en un 'Centro contra las Expulsiones' que documentará en Berlín los movimientos forzados de población en Europa.

A la luz de sus posiciones políticas, la biografía de Steinbaches paradigmática de la manipulación histórica que Merkel rechazó públicamente. Pero sobre todo, contrasta con la del presidente de Alemania, Horst Köhler, respetado enPolonia porque no tolera dudas sobre la responsabilidad germana.

Merkel ha reiterado que la culpa de la expulsión la tuvieron los nazis

Los padres de Köhler eran alemanes de Besarabia que abandonaron sus hogares para germanizar Polonia a raíz del pacto entre Hitler y Stalin. El presidente nació en 1943 en Skierbieszów, pueblo rebautizado como Heidenstadty situado en el municipio de Zamosc, que los nazis llamaron nada menos queHimmlerstadt ('ciudad de Himmler').

A diferencia de Stein-bach, Köhler no se considera un 'expulsado'. El presidente se ha interesado por la historia del campesino polaco que habitaba la casa que ocupó su familia, Józef Weclavic, quien murió esclavizado por los nazis en una granja cercana. Steinbach, hija de un oficial ocupante, nunca ha mostrado en cambio curiosidad alguna por el destino de los verdaderos dueños de la casa de su familia.

A Köhler nunca se le ha ocurrido referirse a Skier-bieszów como Heidenstadt. Todo lo contrario Steinbach, quien se dice nacida en Rahmel, nombre alemán de la aldea polaca de Rumia, que ella sigue situando además en 'Prusia Occidental'.

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