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"Atribuirme todos los males es darme mucha importancia"

El presidente de Venezuela destaca las ventajas económicas logradas por la buena relación que tiene con José Luis Rodríguez Zapatero y muestra su confianza en los cambios que Barack Obama pretende realizar en América Lat

GORKA CASTILLO

Conciliador pero demoledor como martillo con sus críticos, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, habla de su relación con España y de la situación en América Latina

¿Cómo ha sido su reencuentro con el rey y José Luis Rodríguez Zapatero?

Deben de saber los españoles que los proyectos de inversión de empresas españolas en Venezuela ascienden hoy a los 8.000 millones de euros. Y eso lo hemos alcanzado con Zapatero. Hoy mismo Repsol y PDVSA han firmado un acuerdo sobre el proyecto gasífero Rafael Urdaneta en el Golfo de Venezuela. Se pensaba que este bloque de perforación albergaba entre 1,5 y 2 trillones de pies cúbicos de gas (TCF). La perforación indica que hay 7 u 8 TCF. A este ritmo, nos van a colocar entre los cinco grandes países productores de gas. Esto también es muy positivo para España. Hay proyectos en vivienda, el metro de Caracas, el ferrocarril y energía eólica de la que este país es tecnológicamente puntero. Queremos trabajar con España en energías alternativas.

¿Y con Estados Unidos? Usted calificó de esperanzador el triunfo de Obama pero en los ocho primeros meses de presidencia la tensión ha aumentado a niveles desconocidos durante los ocho años de mandato de George Bush.

Siempre dijimos que peor que con Bush es imposible. Yo reconozco en Obama a un hombre inteligente, con buenas intenciones, que está haciendo esfuerzos ante una oposición de extrema derecha que le ha declarado la guerra mediática. Incluso tiene gente en su partido que obstaculiza sus decisiones. Yo dije en Irán una frase que repito aún cuando algunos traten de manipularla: a Obama hay que ayudarlo. Él dijo cambio, ¡pues nosotros llevamos 10 años haciendo cambios en América Latina! No sólo en Venezuela. Creo que debemos ayudarle a desmontar el aparato imperial de guerra que sigue amenazando al mundo. El golpe en Honduras es una señal preocupante y más aún las siete bases en Colombia.

¿Qué le piden?

Queremos, como pidió Lula, que acuda a la cumbre de la Unasur y nos explique el tema de las bases. No es tarde para ello. Ha nacido un nuevo mundo que aún no es pluripolar pero que ya es visible, especialmente en América Latina. Ojalá que Obama se sume con respeto y paz.

Pero las naciones latinoaméricanas han incrementado su presupuesto en armas.

Ojalá se haga realidad lo que dice la Biblia: algún día el hierro de las espadas se convertirá en hierro de los arados. Ojalá, inshala. Pero mientras tanto hay una realidad objetiva. Cada país tiene derecho a defender la soberanía del territorio. España la tiene. Venezuela es la quinta reserva de gas del mundo y la primera de petróleo. Tenemos una ubicación geográfica envidiable. Nadie puede pedirnos que tiremos los tanques al mar. Eso es lo que quisiera EEUU. Tenemos convenios con Rusia, con Francia, con Brasil y también con España. Pero hay quien exagera y dice que Chávez tiene un proyecto militarista y expansionista. Es todo lo contrario. No queremos guerra ni deseamos expandirnos.

¿Cree que la decisión del presidente colombiano Álvaro Uribe de presentarse a un tercer mandato contribuye a este objetivo pacífico?

Esa es una cosa interna de Colombia. Por respeto a ese pueblo prefiero no opinar. Lo más importante para mí es buscar el camino de la paz. Me parece muy positivo que gobiernos e instituciones internacionales aborden este asunto porque en Colombia se sigue matando en una guerra muy dura. Nosotros no somos parte de ese conflicto. Sólo queremos vivir en paz.

¿No considera a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) un grupo terrorista?

No. Pero tampoco Brasil ni Chile ni Argentina ni Ecuador ni Perú. Sólo Estados Unidos y Colombia consideran que las FARC son un grupo terrorista. Vale la pena pronunciarme hoy, 11 de septiembre, contra todo tipo de terrorismo, ¡contra todo! También contra el terrorismo mediático, contra el económico y contra el terrorismo de estado. El terrorismo no tiene ideología. Sólo mata y acaba con los pueblos porque los llena de miedo. Hay que reconocer el carácter de fuerza insurgente de las FARC para poder hacer la paz porque con los terroristas no se dialoga.

¿Puede España ser el puente de entendimiento entre la Unión Europea y Latinoamérica?

El mundo se ha acelerado y ha cambiado. Tenemos buenos relaciones con Portugal, con Francia y con España. Para nosotros todas son puertas de integración, de diálogo y de comercio. Somos una comunidad latina. De igual a igual. Esa es la intención de mis palabras. Para nada quise bajar la importancia de España. Más bien al contrario. Prefiero elevar el nivel de importancia de España.

¿Qué diferencias encuentra en las relaciones que tuvo con José María Aznar y las que ahora tiene con José Luis Rodríguez Zapatero?

No quiero hacer comparaciones. Alguien dijo que las comparaciones son odiosas.

Pero Aznar fue acusado de apoyar el golpe de Estado de 2002 y fue uno de los primeros en reconocer al Gobierno golpista de Pedro Carmona.

De ahí puede sacar la conclusión. Yo conocí a Zapatero en Guadalajara y decidimos poner el reloj a cero. Con este Gobierno hay transparencia. Las cosas se discuten. Hace poco estuvo Moratinos acompañado de 60 empresarios. Esto hay que decírselo a los españoles. No me importa que me critiquen pero deben decir que cuando gané las elecciones presidenciales en 1998 la inversión española en Venezuela era de 1.000 millones de dólares y hoy están en 15.000 millones de dólares. Eso hay que cuidarlo. Por España y por Venezuela. No hay ningún sentimiento antiespañol sino todo lo contrario. En el Orinoco está Repsol quien junto a PDVSA están sacando el gas y el crudo que ustedes necesitarán para todo el siglo XXI. Las puertas están abiertas.

¿Es más libre Venezuela tras diez años de Gobierno bolivariano? El principal líder de la oposición, Manuel Rosales, ha huido del país, y un viejo amigo suyo como el general Raúl Baduel está en la cárcel.

Rosales es un prófugo de la Justicia. No se autoexilió como algunos medios de comunicación, entre ellos españoles, dicen. No le persigue el Gobierno. Le reclama la Justicia. El tema de Baduel me duele más. Era un compañero. Fueron muchos años juntos. Faltan 15 millones de dólares y no aparecen. Sin embargo, sí aparecieron haciendas, vehículos, quintas costosas... Pudo ser un gran líder para esta revolución. Pero ahora está preso. En Venezuela la corrupción era rampante. Un viejo líder venezolano, Gonzalo Barrio, dijo una vez que no había razón para no robar en mi país .

¿Es imprescindible Hugo Chávez para consolidar la revolución bolivariana?

Bertolt Brecht dijo aquello de que los que luchan toda la vida son los imprescindibles. Desde ese punto de vista yo soy un luchador de toda la vida. Y sería uno de los imprescindibles. Pero no lo soy. Ahora, más allá de lo individual, cuando se habla de imprescindible podríamos buscar una palabra más aplicable a la política. Prefiero hablar de las condiciones necesarias y de las condiciones suficientes. Carlos Marx hablaba de condiciones objetivas y subjetivas. Yo lo he dicho. Yo no tengo nada de especial a lo que tú no tengas. Lo que soy es producto de unas circunstancia históricas. Un conjunto de condiciones objetivas y subjetivas que fueron creándose en Venezuela.

Le acusan de todos los males.

Atribuir a Hugo Chávez, aquel niño que nació hace 55 años en una choza, a un campesino que se hizo soldado, todo el viento del mal, como dijo un día Bolívar, es imposible. Eso sería darme una importancia que no merezco. He sido arrastrado por las circunstancias y juego mi papel, mi rol. La existencia de Chávez es necesaria pero no suficiente. Para que haya una revolución hace falta un pueblo consciente y unido, un proyecto y una conciencia. En Venezuela se han presentado estas condiciones.

¿Lo entiende Europa?

Ojalá Europa pueda captar en toda su magnitud la dimensión de lo que realmente esta ocurriendo en América Latina. Aquí, las élites europeas, la derecha europea, un conjunto de medios de comunicación propiedad de la derecha hablan de libertad de expresión pero no la permiten porque ellos imponen su criterio. Se han dedicado a satanizarme. La cosa se les ha complicado porque hace diez años solo era Chávez pero ahora están Evo, Correa, Cristina, Lula. En América del Sur hay una revolución que afortunadamente ya no es aquella de columnas de guerrilleros. Es pacífica, democrática. Es una revolución constituyente. Estamos construyendo una gran patria 200 años después del inicio de las revoluciones de independencia. Hoy no es contra Europa sino contra el imperio yanqui, que pretende seguir imponiendo una hegemonía. Pero no le da más el mundo. Hay un nuevo mundo naciendo. Ha nacido.

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