El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, mantuvo a Pablo Crespo como su representante en el Consejo de Administración del ente público Portos de Galicia durante los dos años y medio que permaneció como conselleiro de Política Territorial del último Gobierno de Manuel Fraga. Lo hizo a pesar de que el PP era consciente desde 1999, como ha reconocido el propio Fraga, de los vínculos de Crespo con la trama Gürtel, aunque ayer no supo explicar por qué.

Preguntado al respecto en Bruselas, tras una entrevistacon el comisario español Joaquín Almunia, Núñez Feijóo intentó desmarcarse de Pablo Crespo. Aseguró no tener relación con él, pese a que era su representante en Portos de Galicia, el ente de gestión portuaria que dependía entonces directamente de su consellería. 'Que yo sepa ni siquiera aparecía por ahí, ni yo sabía por supuesto que estaba nombrado', aseguró en respuesta a Público.

Fuentes del Ejecutivo gallego insisten en que Feijóo se encontró con el equipo de Portos de Galicia formado por Xosé Cuíña, su predecesor en la Xunta de Galicia y protector de Crespo y que se limitó a confirmarlo. En su defensa, el presidente de la Xunta añadió que 'las presuntas personas implicadas en presuntos casos de corrupción' no tienen cargos en el partido gracias a 'la gran renovación' del PP llevada a cabo en los últimos años.

Por esa razón, lejos de iniciar una investigación interna, Feijóo anunció que prefiere 'dejar que la Justicia investigue a fondo este asunto'. En su opinión, y a pesar de las evidencias de financiación irregular del PP, al menos entre los años 1995 y 1999 (cuando Crespo era el número tres del partido), el jefe de los conservadores gallegos aseguró que tampoco va a exigir responsabilidades a Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta y del PP gallego y hoy senador en representación del Parlamento de Galicia.

Crespo no fue cesado hasta que lo decidió el Gobierno de Touriño

Fraga afirmó que ha sido 'siempre inocente' y que sigue siendo 'incombustible', y añadió que su deseo es que 'todos pudieran decir lo mismo'.

Feijóo da por buenas las explicaciones del presidente fundador del PP, en las que afirma haber expulsado del partido a Crespo nada más saber 'algo' sobre la presunta trama, pero no explicó por qué las evidencias de corrupción no sirvieron también para echarle del Consejo de Administración de Portos de Galicia.

Esas evidencias fueron subrayadas ayer por el Partido Popular, que hizo saber que encargó una auditoría interna inmediatamente después de destituir, en 1999, a Pablo Crespo como secretario de Organización, que reveló supuestas deudas del partido con empresas vinculadas a la trama Gürtel, pero que no fueron abonadas porque los nuevos administradores consideraron que era dinero no justificado.

El PSOE exige conocer los contratos

Según informaron a Europa Press fuentes de la dirección del PP en aquel entonces, Pablo Crespo, que ocupaba el cargo de que destituido 'de inmediato' cuando se tuvo constancia de que 'había una situación irregular' en las finanzas del partido.

Tras destituirlo, se encargó una auditoría que reveló 'supuestas deudas próximas a los 300 millones de pesetas que no debían haber existido' con empresas como Special Events.

En años posteriores, la organización de la trama Gürtel dirigió 'varias cartas a Manuel Fraga' para reclamarle el pago de esas supuestas deudas, que 'nunca llegaron a abonarse porque era dinero no justificado por ninguna parte'.

'La prueba es que nunca llegaron a reclamarlo judicialmente', señalaron al respecto las fuentes consultadas, que agregaron que Manuel Fraga 'no sabía absolutamente nada' de estas irregularidades en las cuentas del PPdeG.

A pesar de ello, Feijóo entiende que 'implicar al PP de Galicia' en este caso, tal y como establece la investigación policial, es 'enredar mucho el tema'. Por ese motivo pidió no 'actualizar lo que ocurrió hace trece años' porque 'es simplemente descontextualizar el debate'.

Un portavoz de la actual Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas aseguró ayer a Público que Pablo Crespo fue nombrado a comienzos de 2000 y pidió la baja en 2004. Sin embargo, en el Diario Oficial de Galicia consta que el número dos de la trama Gürtel entró en el consejo de Portos de Galicia en 1996, fue confirmado en el cargo en 1998 y permaneció en él (ya con Feijóo en la consellería) hasta finales de 2005, cuando fue cesado por el Gobierno bipartido formado por PSOE y BNG.

Las explicaciones de Feijóo están muy lejos de contentar a la oposición en Galicia. El secretario general del PSdeG-PSOE, Pachi Vázquez, exigió ayer a Feijóo que 'deje de mentir y de esconder la cabeza bajo el ala. No puede decir que no conoce a Crespo porque es falso'. Feijóo debe explicar, exigió, las obras contratadas por la Xunta y las diputaciones gobernadas por el Partido Popular con las empresas de la trama Gürtel.

El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, aseguró a su vez que la ciudadanía necesita 'una explicación convincente', por lo que aconsejó al PP que abra una investigación interna. El líder nacionalista gallego interpretó el silencio de Feijóo como una evidencia de que 'está de acuerdo con lo que pasa y le invitó a decir a los gallegos 'si puede asegurar que el PP de Galicia no siguió contratando', después de este período, con las empresas de esta trama corrupta.