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Figueruelas usará la huelga para presionar a Magna

Los sindicatos creen que puede reducirse el número previsto de despidos

G. AYUSO / D. BASTEIRO

Figueruelas se moviliza. El comité de empresa de la planta zaragozana de Opel tiene previsto hoy convocar una huelga para mostrar su oposición a los planes de Magna, la futura propietaria de la filial de General Motors, para la fábrica aragonesa.

'Hemos acordado rechazar la oferta de Magna y recurrir a las movilizaciones', explicó ayer Pedro Bona, delegado de UGT y uno de los principales negociadores en la comisión permanente que se reunió la semana pasada con la empresa austríaco-canadiense y los gobiernos central y autonómico. La comisión debatió ayer la última propuesta de Magna y concluyó que, pese a que 'hay avances', la oferta no incluye detalles que considera 'básicos'.

Los representantes de los trabajadores reclaman a Magna que cuantifique las inversiones que prevé realizar para flexibilizar una de las dos líneas de montaje y piden que también se mejore la segunda. Asimismo, requieren que Magna concrete qué pasará con la nave de prensas, que inicialmente quería trasladar a Alemania, así como el detalle de cómo se hará un 'ajuste responsable de la plantilla'. Pese a que los sindicatos se niegan a negociar una cifra de despidos antes de que se concrete un plan industrial, echan a la vez en falta que el último documento no cifre el número de empleados que pueden perder su puesto con la reestructuración.

Magna sí establece que Figueruelas producirá un mínimo del 70% de los vehículos que comparten plataforma pequeña (Corsa, Meriva y Combo) entre 2010 y 2012. La compañía ha cedido en no llevarse el Corsa de cinco puertas a Alemania, motivo por el cual los sindicatos consideran que en la práctica se producirá más de ese 70%, con lo que los despidos pueden ser inferiores a los 1.350.

Por otra parte, la Comisión Europea anunció ayer que Alemania ha cumplido la exigencia de asegurar que las ayudas de Estado para la matriz de Opel, General Motors, no están condicionadas a la venta de la compañía a Magna. El viernes, Bruselas dijo tener 'indicios importantes' de que la inyección de 4.500 millones de dinero público ofrecida para garantizar la viabilidad por el Gobierno de Angela Merkel estaba destinada a proteger los puestos de trabajo en el país. 'La pelota está en el tejado de las compañías', afirmó Johnatan Todd, portavoz de Kroes. Todd instó a General Motors a decidir si 'todavía prefiere a Magna', una oferta que Bélgica, España y el Reino Unido consideran poco competitiva.

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