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La Haya juzga por genocidio a un ausente Karadzic

Hoy comenzaba el proceso por genocidio contra el ex líder serbobosnio.

DANIEL BASTEIRO

Más de un año después de su detención, Draban Dabic, el discreto especialista en medicina alternativa, se resiste a enfrentarse como Radovan Karadzic ante el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, que hoy tenía que comenzar a juzgarlo.

Como ya anunció la semana pasada, el ex líder serbobosnio no pensaba presentarse al juicio y ha cumplido su palabra. Se especulaba que el Tribunal podía leer una colección de 11 cargos que incluyen genocidio y crímenes contra la humanidad a su silla vacía. Sin embargo, ante su ausencia, han decidido aplazar la vista para mañana.

Karadzic ha asumido su propia defensa, como lo hiciera anteriormente el presidente serbio Slobodan Milosevic ante el mismo tribunal, pero no pensaba presentarse a la apertura del juicio por sentirse 'ahogado' entre los miles de folios de la documentación del caso.

La Haya ha rechazado posponer el juicio diez meses, tal y como pidió Karadzic, y ha dicho que comenzará con o sin él a escrutar su responsabilidad en la limpieza étnica de miles de bosnios musulmanes y croatas católicos en la guerra de Bosnia, cuando él era responsable de las fuerzas serbobosnias que arrasaron una docena de poblaciones bosnias o ejecutaron en Srebrenica a 8.000 musulmanes en el verano de 1995, considerado hoy como el exterminio más brutal desde la Segunda Guerra Mundial.

Bajo sus órdenes se llevó a cabo el sitio de Sarajevo, el asedio más largo de la historia moderna, que desde 1992 a 1996 se llevó por delante las vidas de más de 10.000 civiles. El proceso contará con la presencia de más de 300 testigos, muchos de ellos protegidos por las amenazas de radicales serbios que veneran la figura del acusado. La instrucción del caso se prolongará al menos hasta 2012.

Deberá responder por la matanza de Srebrenica y el sitio de Sarajevo

La Haya, que ya había aceptado dos retrasos en el inicio del juicio, teme que Karadzic se convierta en un nuevo Milosevic, que se esforzó en boicotear con éxito a los jueces hasta el punto de morir antes de escuchar el veredicto.

Un fallo cardíaco, causa oficial de su muerte, hizo que el llamado carnicero de los Balcanes quedase para la historia jurídica internacional como un hombre inocente de los cargos imputados, algo que fue descrito por la fiscal que llevaba el caso, Carla del Ponte, como una 'derrota total' para sus víctimas.

Para este juicio, que de ser completado con éxito supondría la primera gran condena del tribunal especial, la Fiscalía ha optado por reducir el número de cargos, que podrían llevar a Karadzic a pasar el resto de su vida entre rejas.

La ausencia del acusado pone en un aprieto al tribunal de la ONU, ya que el juicio no puede desarrollarse sin la presencia del abogado defensor, en este caso el propio Karadzic. No está claro cómo resolverá el problema el surcoreano O-Gon Kwon, presidente de la sala, pero expertos jurídicos apuntan a que podría forzarlo a comparecer o revocar el derecho a la propia defensa de Karadzic, que con todo cuenta con un nutrido grupo de asesores jurídicos.

La instrucción del caso se prolongará al menos hasta 2012

Escondido durante casi 13 años, Karadzic, psiquiatra de profesión y poeta en sus ratos libres, ha argüido en varias ocasiones un acuerdo con el hoy enviado de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, antes cerebro del acuerdo de Dayton que en noviembre de 1995 puso fin a la guerra de Bosnia.

Según este acuerdo, negado por EEUU, Hoolbrooke habría ofrecido inmunidad al líder serbobosnio a cambio de desaparecer de la vida pública, algo que, según algunos analistas, consiguió durante una década gracias a la complicidad o la vista gorda del Gobierno serbio.

Karadzic es ahora el centro indiscutible del 'proceso más grande, más complejo, importante y sensible en toda la historia de este tribunal', según él mismo en su carta de la semana pasada. La propia institución fue creada ad hoc hace 15 años por el Consejo de Seguridad de la ONU, y debería ser disuelta en un plazo de otros cinco.

Si tiene éxito juzgando a Karadzic, inmortalizará un importante legado, según los expertos, que ven en él un precedente imprescindible para tribunales internacionales para crímenes de guerra en Ruanda, Sierra Leona o Líbano y una poderosa advertencia para criminales políticos sin escrúpulos.

Sin embargo, dos importantes criminales, actualmente en paradero desconocido, podrían quedar sin juicio. Ratko Mladic, antiguo jefe militar de los serbios de Bosnia, está también acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad, entre otros motivos por su implicación en la matanza de Srebrenica como comandante de Karadzic. La Haya reclama también a Goran Hadzic, líder político serbio, también prófugo.

Genocidio
La Fiscalía acusa a Karadzic de planear, instigar y ordenar un genocidio contra los bosnios musulmanes entre marzo de 1992 y noviembre de 1995. La limpieza étnica se llevó a cabo mediante asesinatos, tortura, violaciones, reclusión en condiciones inhumanas y trabajos forzados.

Exterminio y asesinato
Se le acusa de ser el máximo instigador del sitio de Sarajevo, en el que murieron 10.000 personas durante los 44 meses que duró, y de la masacre de Srebrenica, localidad bajo protección de la ONU en la que asesinaron a unos 8.000 varones musulmanes.

Deportaciones forzosas
Presuntamente ordenó la deportación forzosa de civiles y la captura de fuerzas de la ONU como rehenes para evitar ataques.

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