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Los espías ciclistas de Hitler

Las Juventudes Hitlerianas hacían de informantes durante sus vacaciones en Inglaterra antes de la guerra

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Miembros de las Juventudes Hitlerianas en Inglaterra. Daily Herald

La estampa debía ser de lo más bucólica para la época. Pero lejos de tratarse de un grupo de inocentes niños alemanes paseando en bici por la campiña inglesa, resultaron ser espías a sueldo de Hitler. Según informa este lunes la BBC, el MI5 empezó a investigar a los grupos de jóvenes alemanes que visitaban Inglaterra en el verano de 1937. En equipos de 20, los intrépidos imberbes se movían de un punto histórico a otro con sus bicletas, para regresar a sus campamentos al final de la jornada.

El Daily Herald lo había avisado en el mes de mayo después de haberse hecho con un panfleto de la Asociación de Ciclistas Nazis. 'Memorizad cada punto histórico como campanarios, torres, cruces y puentes, de manera que seáis capaces de localizarlos de noche' rezaba el papel.

Los Servicios de Inteligencia, que hicieron públicos algunos de los documentos de la época, llevaban desde principios de año siguiendo la pista a Joachim Benemann, un estudiante alemán del que sospechaban que estaba formando las Juventudes Hitlerianas en Londres. En una visita anterior en los veranos de 1934 y 1935, había formado dos campamentos anglo-alemanes y consiguió crear varias asociaciones entre Boy Scouts britanicos y las juventudes de Hitler.

Así fue cómo el MI5 empezó a seguir a los grupos de ciclistas alemanes. Los agentes británicos trataron de descubrir cuáles eran sus principales rutas sin levantar sospechas. Pero las buenas maneras de los nazis calaron hondo en algunas personas.

Según los datos revelados por el MI5, el servicio secreto identificó a siete grupos de unos 20 jóvenes cada uno. Sus rutas se centraban en visitas a los sitios históricos más importantes como Oxford, Cambridge y Londres. También hacían itinerarios por Escocia y Gales.

Ajenos a la guerra que se venía encima, el seguimiento no fue muy exhaustivo, por lo que los documentos del MI5 no muestran dónde se quedaban y con quién se reunían. Pero según la BBC, sí que hay extractos de algunos medios locales que hablan de cenas de confraternización en clubes como el Spalding Rotary de Boston.

Según cuenta la cadena pública británica los jóvenes que participaban en esos campamentos eran elegidos cuidadosamente e incluso eran entrenados antes de su viaje. El grupo que más controversia tuvo fue uno proveniente de las Juventudes Hitlerianas de Hamburgo. Los chicos compartieron campamento de verano con los Boy Scouts en la localidad de Tamsworth, gracias a su 'director pro alemán'. 

'Eran como una legión romana. Portaban esos emblemas y marchaban todos al unísono... era bastante llamativo y aterrador'. Estas palabras son de Les Fradon, uno de los niños que participó en aquel campamento, a un programa especial de BBC 4 hace diez años. Los Boy Scouts llegaron a participar incluso en marchas nocturnas con antorchas.

Otro de sus compañeros de grupo recordó aquel campamento como algo muy emocionante. 'Incluso los chicos británicos hacían el saludo nazi. Les encantaba que lo hicieras'.

El diario local The Birmingham Post se hizo eco de la visita y exaltó la amabilidad y educación de los jóvenes alemanes. 'Me han llegado comentarios de los habitantes de Tamsworth sobre las gratas impresiones que se han llevado de la visita de los jóvenes alemanes y de sus buenos modales', escribía entonces el periodista R.Charles.

Aunque esas alabanzas tuvieron su respuesta por parte de otro periódico: 'No resulta fácil de entender. Mientras tenemos informaciones sobre la persecución y la crueldad de las juventudes hitlerianas en su país, resulta un poco sospechoso su exquisito comportamiento en el extranjero'.

Dicho comportamiento amable tuvo una respuesta positiva por parte del jefe de los Scouts del Reino Unido. En noviembre de 1937, Baden Powell, marcado por el campamento de verano en Tamsworth, se reunió con el director de las Juventudes Hitlerianas en la embajada alemana en Londres.

La intención de Baden Powell era establecer unos lazos más estrechos con ellos y se le llegó a preguntar si estaría dispuesto a visitar a Hitler. Él contestó que estaría 'encantado de hacer cualquier cosa que mejore el entendimiento entre nuestras naciones'.

El Gobierno británico cortó por lo sano aquello. En los documentos hechos públicos se demuestra que el viceministro de Asuntos Exteriores, Lord Cranbourne, destituyó a Baden Powell 15 días después.

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