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El LHC cerrará un año por obras

El experimento más caro de la historia volverá a corregirse para evitar averías de millones de euros

MANUEL ANSEDE

El Ferrari de la física de partículas, destinado a desvelar qué ocurrió en el origen del universo, ingresará de nuevo en el taller mecánico en unos dos años por cambios en su diseño y problemas de seguridad. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC), un anillo subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia situado en la frontera entre Francia y Suiza, parará a finales de 2011 o comienzos de 2012 para evitar que se repita otro accidente como el ocurrido en septiembre de 2008, cuando una avería eléctrica provocó una fuga de toneladas de helio líquido en el interior del circuito que obligó a detener la máquina pocos días después de su inauguración. El fallo de cálculo de los científicos costó entonces 25 millones de euros.

Hasta su clausura, el LHC funcionará a medio gas para garantizar que no reventarán sus costuras. En 2013, ya con el motor parcheado, los científicos pisarán a fondo el acelerador para lograr las colisiones de protones más brutales conseguidas sobre la faz de la Tierra. Las partículas chocarán con una energía de 14 teraelectronvoltios (TeV), recreando unas condiciones similares a las de los instantes posteriores al Big Bang.

El delegado científico de España en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), Carlos Pajares, resta importancia a este parón, decidido a finales de enero pero divulgado ayer. 'Si pusiéramos la máquina a tope sin prepararla primero, podrían ocurrir accidentes, pero nada que implique daños para las personas, sino averías graves en el acelerador', explica Pajares. 'Lo que se quiere es evitar un accidente que cueste 100 millones de euros', resume.

El Ferrari, como lo llama el director científico del CERN, Sergio Bertolucci, estuvo más de un año parado tras la fuga de 2008 y volvió a detenerse durante unos días en noviembre de 2009, cuando un pájaro soltó una miga de pan sobre un transformador a cielo abierto. El LHC costó 6.000 millones de euros. Es el experimento más caro de la historia.

'No es justo decir que el acelerador está mal diseñado, lo que ocurre es que es una máquina nueva, con tecnología jamás probada. Y nadie había trabajado antes con unas temperaturas tan bajas [el LHC es el lugar más frío del universo, con 271 grados bajo cero] ni con unos imanes tan potentes', matiza Pajares.

Pese a los sustos, el director general del CERN, Rolf Heuer, prometió el martes que el LHC conquistará 'un nuevo territorio' del conocimiento científico en los próximos dos años, aunque funcione a tan sólo 7 TeV. El segundo acelerador de partículas con más potencia del mundo, el Tevatrón de EEUU, apenas alcanza los 2 TeV. Heuer cree que el LHC tiene 'oportunidades reales' de descubrir partículas supersimétricas que podrían desvelar los ingredientes de la materia oscura, una misteriosa sustancia que constituye la cuarta parte de la masa del universo. También opina que será posible acariciar el bosón de Higgs, la partícula hipotética que explicaría por qué existe la masa.

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