Un usuario descarga películas del eMule. FOTO: JOSÉ PUJOL

España es el país de Picasso, los toros y, ahora, las descargas en Internet. Con esta idea arranca un texto en el diario estadounidense Los Angeles Times en el que se asegura -sin tener una confirmación en este sentido- que la mayoría de los estudios de Hollywood se están planteando dejar de vender DVD en el país ante la incidencia creciente de las descargas en Internet.

Según los datos recogidos por este periódico -que en todo momento habla de descargas ilegales cuando en España no lo son, siempre y cuando no persigan fines lucrativos-, los ingresos derivados por la venta de películas en DVD en España cayeron un 30% en los últimos cinco años. En este quinquenio las tiendas de DVD y vídeo han pasado de 12.000 en el año 2003 hasta las 3.000 actuales. Las descargas de películas en España pasaron de 132 a 350 millones en un año.

En el texto se hace eco de la 'dificultad' con la que se topan los internautas españoles para encontrar una tienda de descargas que no pase por las redes P2P. iTunes, la plataforma de Apple para el alquiler de filmes, no está operativa en España, aunque sí en Reino Unido, Francia o Alemania. 'España está en el límite de terminar por ser un mercado no viable para los estudios de Hollywood', explica Michael Lynton, responsable de Sony Pictures Entertainment.

'España está en el límite de terminar por ser un mercado no viable'

A juicio del diario estadounidense, España está a punto de convertirse en el segundo país al que los grandes estudios dejan de lado tras Corea del Sur.

Para afianzar su tesis del elevado uso de las redes P2P, publica el comentario de Andrés Gesteira, un residente en Madrid que asegura que la gente 'paga entre 30 y 40 euros mensuales para descargar unas cien películas mensuales', lo que equivale a unas tres diarias.

Los estudios contemplan la llegada de la Ley Sinde como la única solución posible a esta pérdida de ingresos. 'Tradicionalmente, en los países mediterráneos resulta difícil para las personas comprender que las cosas inmateriales pueden ser mucho más valiosas que las materiales', apunta la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

González-Sinde responsabiliza también parcialmente a las empresas de telecomunicaciones españolas, al dar a entender a los usuarios que el pago por altas velocidades de acceso a Internet está acompañado por el derecho a adquirir películas de manera gratuita.

El artículo ha generado pocas aunque significativas reacciones en los comentarios del diario. JosephLCooke sentencia: 'Sabíamos que (los españoles) eran unos cobardes después de ceder ante los terroristas musulmanes. Que sean unos ladrones de películas no debería ser una sorpresa para nadie'.

A samhill351no le pasa desapercibida la parte del texto en la que se menciona que Apple no vende películas en España. 

Oscar Carrión asegura escribir desde España y alude a la ausencia en el texto del canon digital que los españoles  deben pagar cuando adquieren un CD o DVD virgen y cuyos ingresos van a parar directamente a la SGAE.