Público
Público

"Debemos movilizarnos como ante el 'Prestige'"

Ian MacDonald, oceanógrafo de la Universidad Estatal de Florida

ROBERTO ARNAZ

 El Golfo de México no tiene secretos para Ian MacDonald. Este profesor de la Universidad Estatal de Florida lleva más de dos décadas estudiando la orografía submarina de la región estadounidense más rica en marisco, pescado y petróleo. Las explotaciones petrolíferas le han planteado sus mayores retos profesionales. Experto en combustibles fósiles, ha luchado contra vertidos gran parte de su carrera aunque, según reconoce a Público, ninguno comparable al actual.

¿Es la del Golfo de México la peor catástrofe ambiental desde el Exxon Valdez'?

Lo que está sucediendo tiene una magnitud sin precedentes. En el caso del Exxon Valdez, el vertido se produjo durante sólo unas horas y en un área pequeña cerca de la costa. La limpieza fue relativamente sencilla, teniendo en cuenta las circunstancias. Lo que estamos viviendo en el Golfo de México es muy distinto. El petróleo lleva 10 días filtrándose y es imposible saber cuándo va a estar bajo control. Es un escenario al que nunca antes nos habíamos enfrentado.

Entonces, ¿todavía podemos esperar un daño mayor?

No suelo clasificar los desastres, pero es fácil intuir que sí. Cuando encalla un barco, se puede determinar cuánto petróleo puede llegar al mar. En este caso, no sabemos cuánto pude filtrarse ni cómo detener el vertido. Es una situación poco habitual.

¿Cuánto petróleo ha llegado al mar?

Entre 30 y 40 millones de litros, y la cifra continúa creciendo. El crudo se ha filtrado sin parar durante demasiado tiempo, creando una mancha sin precedentes.

¿A qué consecuencias nos enfrentamos?

El vertido impactará pronto en la costa de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida. Si llega a la orilla, nos enfrentaremos a un grave problema ya que es la época de apareamiento de muchas especies, entre ellas las tortugas. Además, afectará de manera dramática a la pesca en el Golfo de México, rica en camarones, ostras, mejillones y cangrejos. La limpieza se va prolongar durante mucho tiempo.

En la situación actual, ¿cuáles son los pasos a seguir?

Tenemos que movilizar a toda la gente y los recursos posibles en cada una de las regiones afectadas para evitar que el crudo llegue a la orilla y, en el caso de no lograrlo, limpiarlo cuanto antes de la costa. Cuando sucedió la catástrofe del Prestige en España, la labor de los voluntarios fue fundamental para proteger el ecosistema de la zona. Debemos seguir ese ejemplo.

¿Cuándo estima que la situación quedará bajo control?

Es imposible saberlo. Hemos trabajado sin descanso desde el momento del accidente para controlar el vertido. El problema es que las mareas son muy fuertes y las posibilidades de dominarlo, limitadas. Es una fuerza de la naturaleza que escapa al control del ser humano. Aún no hemos descubierto la forma de frenar el vertido.

¿Se podría haber evitado la catástrofe?

Es manifiesto que no se ha hecho todo lo posible para evitarla. Se ha obviado que perforar en alta mar puede ser muy peligroso y que los accidentes pueden ocurrir con facilidad. La industria petrolera debe aceptar que el coste económico y ambiental de producir combustible puede resultar extremadamente alto. No creo que estemos tan preparados como debiéramos para enfrentarnos a este tipo de catástrofes.

Las leyes estadounidenses, ¿son lo suficientemente estrictas?

Sí, pero éste es el precio que pagamos por vivir en una sociedad dependiente del petróleo. Siempre debemos estar preparados para lo peor. Los próximos días y semanas serán una prueba para ver si la industria del petróleo y la sociedad están preparados para enfrentarse al peor escenario imaginable.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?