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El vertido de BP ya ha costado 270 millones

La petrolera anuncia con tibieza nuevas medidas para detener la fuga de petróleo

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La factura del vertido de petróleo en el golfo de México va camino de superar la del buque Prestige, hundido frente a las costas gallegas en noviembre de 2002. La respuesta a la marea negra en la costa de EEUU ya ha costado unos 350 millones de dólares (270 millones de euros), según informó ayer la multinacional BP, responsable de la plataforma Deepwater Horizon, que estalló el pasado 20 de abril matando a 11 personas y abriendo un grifo que vierte 800.000 litros diarios de petróleo al mar. Cinco años después del naufragio del Prestige, el Estado español había gastado en indemnizaciones a pescadores, sellado del pecio y limpieza del chapapote unos 415 millones de euros.

En el caso del golfo de México, el presidente de EEUU, Barack Obama, fue muy rápido en dejar claro que su país no cargará con la cuenta del vertido. 'La marea negra es una catástrofe quizás sin precedentes, y la compañía petrolera BP va a pagar la factura', declaró el 2 de mayo en su primera visita tras el suceso a Luisiana, uno de los estados más amenazados por la mancha.

La petrolera repitió ayer, como ha hecho casi diariamente desde el 20 de abril, que está haciendo 'todo lo que puede', en colaboración con las autoridades federales con el objetivo de 'encontrar una solución para cortar el chorro de crudo en el fondo del mar'. Hoy, 22 días después del accidente, ni el Gobierno ni la petrolera saben cómo cerrar el grifo. Todo lo que han intentado ha fracasado, y la compañía ya anuncia las próximas medidas sin optimismo.

Ayer, BP comunicó que ha retirado el gigantesco embudo con el que pretendió, sin éxito, taponar la fuga principal el fin de semana. La tubería que tenía que achicar el crudo desde esta campana invertida se atascó tras formarse cristales de hielo en su interior. BP está preparando una segunda campana, de menor tamaño y diseñada para evitar la formación de cúmulos de hielo, con el objetivo de hacer una segunda intentona cuanto antes. En paralelo, durante las próximas dos semanas la petrolera intentará inyectar hormigón para sellar el agujero por el que brota el crudo a borbotones.

'Todas las técnicas que se están estudiando o con las que se está intentando contener la fuga en el fondo marino implican incertidumbres significativas, porque nunca se han ensayado antes en estas condiciones', admite BP.

Mientras el viento arrastra la marea negra hacia el delta del río Misisipi, la petrolera británica intenta lavar su imagen. Además de airear el dinero gastado hasta la fecha, BP explicó ayer que 275 barcos intentan parar el avance de la mancha. Pero los mercados no aplauden su actuación. Las acciones de BP han caído un 15% desde el 20 de abril.

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