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Aumenta la presión sobre Díaz Ferrán para que se vaya

Surgen las primeras críticas en los órganos directivos de la CEOE a su continuidad como presidente

S. R. ARENES / B. CARREÑO

Al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ya se le mueve el suelo bajo los pies. Se lo están agitando algunos de sus propios compañeros de filas en la patronal, como quedó patente ayer en las reuniones de la junta directiva y del comité ejecutivo. Por primera vez en su mandato, Díaz Ferrán tuvo que oír varias voces críticas, que le pidieron explicaciones sobre sus graves problemas empresariales, ahora centrados en Viajes Marsans.También cuestionaron el funcionamiento de la CEOE.

No hubo aplausos, apenas un intento abortado, ni apoyo férreo, como otras veces, lo que supone todo un presagio de que la guerra por la sucesión se encamina hacia el final. Fue el propio jefe de la CEOE el que afrontó la cuestión de sus dificultades con Marsans y, con ello, abrió la espita.

'No voy a dimitir del cargo', ha dejado claro Díaz Ferrán

El más acerado en sus críticas fue de nuevo el presidente de la patronal de estanqueros, Manuel Vicario, que acusó a Díaz Ferrán de instrumentalizar la CEOE convirtiéndola en un 'lobby' para determinados intereses. En opinión de Vicario, alguien que está representando a un grupo debe 'tener los deberes hechos' y achaca parte de la situación de Díaz Ferrán a la indefinición de la patronal en la negociación con los sindicatos y el Gobierno.

Pero también alzaron la voz la representación territorial de Castellón y un empresario valenciano, entre otros. Ante este trance, Díaz Ferrán tragó saliva e intentó salir del atolladero, pero no le hizo falta porque varios representantes que le apoyan truncaron el debate.

Fuentes empresariales aseguraron ayer que el presidente de Foment del Treball, Joan Rossel, ha pedido en privado al jefe de la CEOE que dimita. Ya por la mañana, el dueño de Planeta, José Manuel Lara Bosch, adelantó que el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y dos de las mayores organizaciones territoriales de la CEOE, entre ellas la catalana, pedirían la dimisión de Díaz Ferrán. Pero eso no se produjo. Al contrario, Rossell salió públicamente a respaldarle en el comité ejecutivo. Aparentemente, Rossell y Santiago Herrero, jefe de la patronal andaluza, han formado una alianza para articular el posible relevo de Díaz Ferrán.

El jefe de la CEOE quiere a Arturo Fernández como sucesor

Los únicos que no se esconden al cuestionar la continuidad del jefe de la CEOE son el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, y las empresas familiares. Como adelantó Público, estas últimas, agrupadas en el IEF, aprobaron en una junta directiva pedir a Díaz Ferrán que dimitiera. El encargado de transmitírselo fue el presidente del IEF, Simón Pedro Barceló, como confirmó esta institución ayer en un comunicado.

Las críticas en el seno de la CEOE dejaron varias propuestas en el aire. Algunos plantean una solución alternativa a la dimisión de Díaz Ferrán, como que un vicepresidente (tiene 21) asuma la presidencia o que aquel deje el cargo temporalmente hasta que resuelva sus problemas.

El jefe de la CEOE tiene sus propios planes y uno de ellos coincide parcialmente con una de las alternativas. Primero, no quiere irse. 'No voy a dimitir', ha señalado a este diario. Pero, si las cosas se tuercen, Díaz Ferrán intentaría dejar a su cuñado y presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, que también es vicepresidente de la CEOE, como sucesor con el fin de mantener el aparato actual y poder seguir influyendo en él, según fuentes de la patronal. La pugna está abierta porque el malestar en las grandes empresas es creciente y rechazan que Díaz Ferrán nombre sucesor.

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