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¿Dónde están los votos del PSOE?

Zapatero tiene muy difícil ganar en 2012, pero no es imposible. Que recupere el apoyo electoral perdido dependerá más de la política que de la economía

JOSÉ LUIS DE ZÁRRAGA *

Durante el último semestre, en el que se han agudizado los efectos de la crisis económica sobre el empleo y la situación de las finanzas públicas, se han producido grandes movimientos en las intenciones de voto, que han afectado a todos los partidos, y en primer lugar al PSOE. Sus intenciones de voto han disminuido en todas las encuestas y hay que preguntarse dónde están hoy los más de 11 millones de votos socialistas de 2008.

Para responder a esta cuestión con rigor son necesarias muestras suficientemente grandes, de las que no se dispone en las encuestas ordinarias. Los Publiscopios semanales, sin embargo, han acumulado durante este semestre una muestra de más de 25.000 entrevistados entre ellos, cerca de 9.000 votantes al PSOE,que nos permite medir con bastante exactitud las dimensiones de los flujos de voto que se están produciendo y conocer con detalle las características de los electores implicados en ellos.

Hay que advertir de entrada que este análisis de las tendencias actuales no es una estimación de voto, para la cual habría que calcular el comportamiento probable de los electores en el futuro según las tendencias actuales. Aquí no se hace esa estimación, sino que se analiza la situación actual. Nuestro análisis averigua qué ha pasado con los votantes socialistas de 2008, qué votos conserva el PSOE, qué votos ha perdido y adónde han ido a parar, y qué votos tiene en peligro, inclinados a la abstención o indecisos. El principal interés de un análisis como este no es anticipar el futuro, sino proporcionar el conocimiento necesario para intervenir eficazmente en su determinación.

El PSOE consiguió en marzo de 2008 el voto de 11.065.000 electores residentes en España (aparte de otros 225.000 votos de electores residentes en el extranjero, que aquí no vamos a tener en cuenta). Algunos de aquellos votantes de 2008 han fallecido ya, por lo que podemos estimar que, en cifras redondas, hay unos 10.950.000 votantes socialistas en el territorio nacional.

De esos electores desencantados, 700.000 han decidido votar al PP

De esos casi 11 millones de votantes, en la actualidad sólo 6.220.000 (un 56,8%) declaran la intención de volver a votar al PSOE en 2012. Son lo que podemos llamar los electores fieles. El resto de los votantes socialistas de 2008 (el 43,2% restante) no tienen, por el momento, una intención decidida de volver a votar al PSOE. Estos votos en peligro son, en la actualidad, 4.730.000, distribuidos en tres grandes categorías: los electores que ya han decidido cambiar y votar a otro partido, los que han decidido abstenerse o votar en blanco y los que están indecisos. Estas decisiones de cambio y de abstención no son, desde luego, definitivas, porque podrían cambiarse de aquí a las elecciones. Y sin duda algunas o muchas de ellas cambiarán. Pero actualmente representan la tendencia asumida por los electores.

Los votantes socialistas de 2008 que han decidido votar en 2012 a otro partido son más de millón y medio: 1.580.000, cerca del 15% del total. Entre ellos, casi 700.000 un 6,3% del voto socialista han decidido dar un giro radical y votar al PP. Casi otros 300.000 un 2,7% de los votantes de 2008 votarían ahora a UPyD. En conjunto, por tanto, hay casi un millón de antiguos votantes del PSOE, el 9% del total, decididos a emitir un voto cuya significación es claramente antigobierno socialista. Hay además casi otros 600.000 votos socialistas que ahora votarían a Izquierda Unida (330.000), a los partidos nacionalistas (205.000) o a otras opciones minori-tarias (55.000), como las listas verdes y los partidos radicales.

Los votantes socialistas que, hoy por hoy, dicen que se abstendrán o votarán en blanco en las próximas generales son 1.325.000. Y, por último, los que se declaran indecisos incluyendo un contingente menor que no quiere declarar sus intenciones son 1.825.000. Entre abstencionistas e indecisos, bastante por encima de tres millones de votantes socialistas están actualmente contemplando al gobierno al que votaron desde la barrera. O más bien, mirando para otro lado.

El PSOE precisa 10,5 millones de votos para ganar, pero sólo tiene 7,1

A incrementar el magro resultado del voto socialista vienen, sin embargo, los votos de algunos electores que no votaron al PSOE en 2008. En total, según las intenciones declaradas actualmente, los socialistas contarían con algo más de 900.000 votos nuevos, la mitad de ellos unos 450.000, de personas que se abstuvieron o votaron en blanco en las anteriores elecciones; y otros 290.000, de nuevos electores, personas que no tenían derecho a voto en 2008. Los restantes votos le llegan, en cantidades muy escasas, de otros partidos: unos 50.000 votantes del PP lo harían ahora por el PSOE, y lo mismo, unos 40.000 votantes de IU y 80.000 nacionalistas y de partidos minoritarios. Si se comparan estos flujos positivos con los flujos negativos hacia esos mismos partidos, se observará que el saldo de los intercambios de voto es muy desfavorable para el PSOE: en todos los casos pierde voto y, en total, el saldo negativo de los intercambios es de 1,4 millones de sufragios.

Quiénes son estos electores, qué características tienen los votantes que permanecen fieles, los tránsfugas, los indecisos, los abstencionistas, los nuevos votantes. Son muy distintos y el análisis de los datos de los Publiscopios nos permite saber cómo son.

Por sus características, los seis y pico millones de votantes fieles pertenecen claramente al núcleo duro de la clientela electoral socialista tradicional: el 90% se identifica con el partido, un 85% se declara decididamente de izquierdas, más del 70% de ellos ha votado, en su vida, solamente a partidos de izquierdas, y el 75% rechaza la posibilidad de votar al PP en cualquier caso. Su imagen de Zapatero, aún en estas circunstancias tan desfavorables, es muy positiva: el 80% aprueba su gestión y casi el 70% valora su actuación política con puntuaciones entre 6 y 10. Son el bastión irreductible del voto del PSOE.

Los socialistas contarían con algo más de 900.000 nuevos votantes

Los nuevos electores que votarían al PSOE tienen características políticas muy parecidas a los votantes fieles (identificados con el socialismo, de izquierdas y con un fuerte rechazo al voto a la derecha); les diferencia de ellos únicamente la edad.

En cuanto a los tránsfugas al PP, predominan entre ellos los votantes socialistas que se ubican en posiciones distintas de la izquierda, sobre todo los que dicen ser de centro o no ser 'ni de izquierdas ni de derechas'. Es patente su rechazo a Zapatero: el 95% de ellos declara tener poca o ninguna confianza en él, el 80% desaprueba su actuación, y el 65% lo suspende, puntuándolo entre 0 y 4.

La tasa de tránsfugas al PP, que en el conjunto del voto socialista de 2008 es del 6,3%, aumenta significativamente entre los varones (7,3%) y especialmente entre los del grupo de 30 a 44 años (8,8%). Hay también una tasa más alta de tránsfugas al PP entre los autónomos (11%), los empleados comerciales (9,7%) y los peones (9,5%). Entre las nueve comunidades con más de 400.000 votantes socialistas, las mayores tasas de transfuguismo del PSOE al PP se localizan en Castilla-La Mancha (9,6%), Canarias (9,1%) y Andalucía (8,5%).

Entre los votantes socialistas que tienen ahora intención de votar a UPyD también hay una proporción elevada de electores que se declaran centristas o equidistantes entre izquierda y derecha, pero la mayoría (un 60%) se dice de izquierdas. Entre ellos, el 85% desconfía de Zapatero, pero también, en mayor proporción aún (93%), de Rajoy. La tasa media de transfuguismo del PSOE a UPyD está en el 2,7%; tasas más altas se encuentran entre los varones jóvenes (3,5%) y, sobre todo, entre los votantes de estudios superiores (4,4%). Hay grandes diferencias territoriales en este fenómeno, que se da en mayor proporción en Madrid (5,6%) y en Castilla-La Mancha (4,6%).

Más de 1,5 millones de votantes del PSOE optarán por otro partido en 2012

Los votantes tránsfugas del PSOE a IU se parecen, por sus características, al núcleo duro de los socialistas fieles: altas proporciones de ubicación en la izquierda (89%), votantes sólo de partidos de izquierdas, fuerte rechazo del voto al PP (83%) y simpatías repartidas entre los dos partidos (56% se identifica más con IU, pero, a pesar de su cambio de voto, un 26% sigue identificándose con el PSOE). Hay entre ellos una proporción muy alta de no creyentes y ateos (se declara así casi la mitad de ellos). La tasa de tránsfugas a IU, que en el conjunto de votantes socialistas es de un 3,0%, es más alta entre los menores de 40 años (4,5%), los estudiantes (6,4%) y los trabajadores con empleo, sobre todo los técnicos (5,6%). Entre las comunidades más pobladas es en Madrid donde más alta es la proporción de votantes socialistas que tienen intención de votar a IU (4,6%).

Los votantes socialistas que dicen ahora que se abstendrán (o votarán en blanco) en las próximas elecciones son junto con los aún indecisos un contingente decisivo, no sólo por sus dimensiones sino también por la mayor labilidad de su disposición actual: quienes piensan hoy abstenerse pueden mañana decidir volver a votar o cambiar de partido. Es interesante observar que estos abstencionistas son en su mayoría electores que simpatizan con el PSOE (42%) o que no se identifican con ningún partido (48%), y hay entre ellos muy pocos que simpaticen con el PP (sólo un 2%); más aún, hay entre ellos una alta proporción de electores que rechazan la posibilidad de un voto al PP (39%) y muy pocos que rechacen un posible voto socialista (4%).

Se trata, además, de electores que mayoritariamente se ubican en la izquierda (63%) o, secundariamente, en el centro (19%). Su abstencionismo actual está claramente asociado a la falta de confianza en Zapatero (88%), pero desconfían más aún de Rajoy (95%). Las tasas más altas de votantes al PSOE que ahora son abstencionistas se encuentran entre los electores más jóvenes (menos de 30 años) y los de edad intermedia (40-49 años), y entre los electores con estudios superiores, y se localizan en mayor proporción en Catalunya. En cuanto a los votantes socialistas indecisos actualmente el mayor contingente, más de 1,8 millones se parecen bastante, en sus características políticas, a los abstencionistas, de los que se diferencian sobre todo por una edad media algo más alta y un nivel de formación algo más bajo.

En las próximas elecciones, si la participación fuera similar a la anterior, el Partido Socialista necesitaría más de diez millones y medio de votos de residentes para tener posibilidades de continuar gobernando. Actualmente tiene asegurados sólo 7.125.000; para captar tres millones y medio más tendría que convencer a casi todos los abstencionistas e indecisos que hay entre sus votantes lo que es difícil, pero posible, porque sus características les inclinan a votar socialista, casi como única alternativa a la abstención, y además recuperar a una tercera parte de los votantes que tienen ahora intención de votar a otros partidos.

Aunque Zapatero aún tiene dos años para ello, las circunstancias parecen muy desfavorables para lograrlo. Tal como están las cosas en la actualidad, que el Partido Socialista llegue a 2012 con los votos necesarios para continuar gobernando parece difícil. Pero sería un error pensar, a la vista de las cifras actuales, que es imposible, porque casi todo el voto que necesita está en posiciones de las que puede ser recuperado. Que lo recupere o no dependerá menos de las condiciones económicas que de la política que haga el Gobierno socialista durante estos dos años.

 

 

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