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Pyongyang amenaza con un ataque militar a Seúl

Corea del Norte ordena el envío de tropas a la frontera

ANDREA RODÉS

La escalada de tensión entre las dos Coreas aumenta a una velocidad vertiginosa. El régimen norcoreano anunció ayer la ruptura de todas sus relaciones con Seúl y avisó de que no retomará el diálogo con el Gobierno surcoreano mientras el conservador Lee Myung-bak ocupe la presidencia. Además, movilizó a su ejército hacia la frontera y amenazó con emprender acciones militares contra el país vecino si Seúl mantiene las sanciones contra Pyongyang en represalia por el hundimiento de una corbeta el pasado 26 de marzo.

Pyongyang anunció también que a partir de ahora queda prohibido el paso de barcos y aviones surcoreanos a través de su espacio territorial y que expulsará al personal surcoreano del complejo industrial de Kaesong, que durante años ha sido el estandarte de la futura reunificación de la península.

Sólo 24 horas antes, Lee había ordenado la suspensión de las relaciones comerciales con Corea del Norte y la prohibición del paso a los buques comerciales norcoreanos por sus aguas jurisdiccionales. El presidente de Corea del Sur también ordenó reanudar la emisión de propaganda política desde la zona fronteriza, congelada desde hace seis años.

El régimen liderado por Kim Yong-il rechaza las acusaciones de Seúl, que asegura tener pruebas de que una patrullera de sus fuerzas navales, la Cheonan fue hundida por un torpedo del ejército de norcorenao, tal y como confirma también una investigación internacional hecha pública esta semana.

El aumento de las hostilidades en la península c ha coincidido con la gira asiática de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que llega hoy a Seúl después de visitar Japón y China. La tensión beneficia a EEUU, cuya fuerte presencia militar en Corea del Sur 30.000 soldados había sido motivo de sonoras protestas en los últimos años.

Las relaciones entre Washington y Seúl han mejorado desde la llegada al poder de Lee y la Casa Blanca ha dado todo su apoyo al presidente surcoreano en esta crisis. Prueba de ello son las maniobras navales conjuntas que soldados de ambos países preparan en aguas fronterizas, pese al airado rechazo de Pyongyang.

Además, durante su visita a Pekín, Clinton ha intentado convencer sin éxito por ahora a los líderes chinos para que apoyen una resolución en la ONU contra Corea del Norte por el hundimiento del Cheonan.

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