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"Nuestros derechos pasan por encima de leyes y tribunales"

Josep-Lluís Carod-Rovira.  Vicepresident de la Generalitat. El número dos del Govern está convencido de la potencia de la reacción catalana

JOSEP C. RIUS / FERRAN CASAS

En 2001, Josep-Lluís Carod-Rovira (Cambrils, 1952), entonces líder de ERC, fue autor intelectual de un pacto sobre el autogobierno con el PSC e ICV-EUiA. El acuerdo, que preparaba el terreno al futuro Tripartito, asumía un nuevo Estatut. El proceso culminó en 2006. Ahora el Estatut ha sido recortado por el TC y Carod refuerza sus tesis.

La sentencia expresa una crisis Catalunya-España que el recorte del TC hace más visible ¿Dónde arranca?

Es la culminación y visualización de la falta de sinceridad del Estado en relación al modelo plural que hizo posible la Constitución. Saliendo del franquismo había respeto a Catalunya y se abrió la puerta a distinguir nacionalidades y regiones. Estos años no hemos hecho un uso inteligente de esta potencialidad. Cada paso se nos critica, pero después se aprovechan otros y el Estado nos somete al chantaje de la igualación. Se ha perdido el matiz nacionalidad-región. La sentencia profundiza en eso.

Pujol quiso singularizar Catalunya y Maragall optó por el federalismo asimétrico. Ahora asumen su fracaso. ¿Vale la pena insistir?

'El federalismo no tiene 'partenaire' en España y sólo queda el soberanismo'

No, son vías agotadas. La historia del catalanismo es corresponsabilizarse con un modelo de Estado diferente, respetuoso con la diversidad. España hacía la política y Catalunya la economía. Esto entra en crisis porque Madrid engulle todo, se queda España. El federalismo tiene arraigo en Catalunya, pero es inasumible para España. El federalismo catalán no tiene partenaire y sólo hay un camino: la soberanía. Hasta ahora hemos sido más reactivos que propositivos. Hay que preparar un proceso de años para ponerla en marcha sin alejarnos de la mayoría. El PSC y CiU tendrán que entrar. Sin ellos no habrá cambio. Será necesario un programa mínimo común para las elecciones con el Estatut y que cada uno fije objetivos.

¿No sería más fácil buscar complicidades en España que arriesgar la cohesión?

Estamos muy solos y los primeros que nos han abandonado han sido la izquierda española. Cuando fuimos a Madrid a presentar el Estatut montamos un acto y vinieron Santiago Carrillo, su esposa, y Gaspar Llamazares. ¿Donde están los cantantes y actores progres? ¿Y la izquierda solidaria con el Sáhara, Chechenia y Nicaragua? ¿Nosotros nunca mereceremos solidaridad? Hemos sido el motor del cambio territorial y España dice basta. El gran valor de la Catalunya democrática es la unidad civil y esto no es identidad, no es origen sino destino.

'Zapatero puede hacer saltar por los aires la tradición federal del PSOE'

Con el Tripartito se propuso nacionalizar' al PSC. ¿Ha ido lo rápido que esperaba?

El compromiso de la izquierda catalana ha funcionado. El electorado que más se ha movido al soberanismo es el federalista, el del PSC. Pedimos que España nos escuche y no lo hace. El cambio no viene del éxito independentista sino de movimientos inaplazables.

¿Habrá liderazgos a la altura?

Espero que sí. Es la primera vez en democracia que las cosas vuelven a la gente. Por eso me implico en la manifestación del día 10. Los partidos tenemos que estar detrás y la gente debe presionar. Todos debemos comprometernos a respetar lo que votó el pueblo como partida. Yo quería ir más allá, ERC quiso más, pero soy demócrata. Para los que toda la vida han defendido una cosa, asumir que no funciona es duro. Su producto ha sido derrotado políticamente. El soberanismo es un proceso para compartir y no como España, que aceptaría antes una Catalunya independiente que ser plural. Nosotros tenemos derechos y esto pasa por encima de leyes y tribunales. La democracia es más importante.

Los recortes al Estatut motivaron el no' de ERC y dudas de constitucionalidad. ¿Han facilitado las cosas al TC?

'Se ha perdido el matiz entre región y nacionalidad y el TC profundiza en ello'

No lo sabremos. Yo constato el cinismo de personajes como Alfonso Guerra, satisfecho con la sentencia nacida de un recurso de lo más carca que hay, del PP. Si el Estatut no es constitucional, ¿qué hacia el presidente de la Comisión Constitucional votándolo? ¿A qué jugaba? Esto crea desafección.

PSC y CiU van ahora de la mano y ERC e ICV piden más. ¿Debilitan el Govern?

No, y no es nuevo que ERC es independentista y que CiU y el PSC no lo son. Pero hay un matiz: el president respeta lo que representamos, que es transversal. Ahora hace falta captar, como decía Companys, la emoción del momento'. Y eso no es marcar el camino a seguir. Si reaccionamos en caliente, perderemos. Soy partidario de referendos para ganarlos. Esto no es un juego de criaturas, por primera vez desde 1714 podemos mostrar nuestro proyecto civil al mundo. El momento es apasionante. En España no ven qué pasa. Cuando dicen carpeta cerrada' somos nosotros los que cerramos la española.

Montilla busca recuperar lo recortado y Zapatero habla de cierre autonómico. ¿Choque de trenes?

Si Zapatero cierra el proceso hará saltar por los aires toda la tradición federal de la izquierda española. En democracia el pueblo tiene la última palabra. Su discurso no se distingue del de la derecha, que responde a una identidad española monolítica, cerrada y no evolutiva. Las soberanías de los estados se debilitan con la globalización y las identidades se abren y evolucionan. El Govern lo comparte y cree, en palabras de Montilla, que Catalunya será lo que quiera ser.

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