Las últimas encuestas de voto reflejan una fuerte caída del Gobierno y un rechazo a sus políticas. ¿Cómo valora esos resultados?

Está pasando lo mismo con todos los gobiernos de otros países, sean del color que sean, que están haciendo frente a la crisis económica. Pero lo importante es si se está haciendo lo que se debe hacer en este contexto de crisis. Y nosotros creemos que sí. Las políticas de austeridad no son fáciles de implementar, ni fáciles de aceptar por parte de los ciudadanos. En mi opinión, la recuperación económica, y el sentimiento de que el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer van a contribuir a que esas encuestas mejoren. Y, en todo caso, el presidente ya ha dicho repetidamente que estamos gobernando pensando en España, y no en las próximas elecciones.

¿Ve usted en el ambiente que pueda producirse una remodelación del Gobierno?

Para nada. Primero, porque ese ambiente nunca se ve, porque es una decisión del presidente del Gobierno. Pero además, y esto algo que hemos dicho durante todo el tiempo de la crisis, y con muchísima claridad desde que el presidente presentó la Estrategia de la Economía Sostenible y el plan de austeridad, el Gobierno está como una piña dedicado a poner en práctica todas esas medidas que entendemos que son buenas para el futuro de España.

'Hicimos política keynesiana. Y ahora hay que buscar un crecimiento sostenido'

Su antecesor en el ministerio, Pedro Solbes, ha comentado en alguna ocasión que él tenía diferencias generacionales con Rodríguez Zapatero. ¿Cómo son sus relaciones con el presidente del Gobierno?

El presidente del Gobierno es el primer convencido de que estamos haciendo lo correcto. El plan de ajuste lo presentó él en el Congreso de los Diputados; quiso hacerlo así, porque entendió que era su obligación presentarlo en sede parlamentaria, y presentarlo así a los ciudadanos. Y, en ese sentido, él es el principal motor de todas las medidas que estamos llevando a la práctica. Es verdad que estoy más próxima a la generación de Solbes que a la del presidente del Gobierno. Tengo unos años menos que Solbes, y unos cuantos años más que el presidente. Pero no veo ninguna diferencia generacional entre el presidente y yo, porque tengo el mismo entusiasmo que él.

¿Es posible una política económica alternativa como plantean otros grupos?

'Me incomoda que se me tache de neoliberal. Soy absolutamente socialdemócrata'

Para desarrollar una política económica hacen falta recursos. Estos días hemos visto un ejemplo muy claro. El hecho de que hayan descendido los spreads, los diferenciales en los tipos de interés, que se haya reducido la tensión sobre nuestra deuda pública, nos permite dedicar más dinero a infraestructuras. Se puede decir lo mismo para cualquier ámbito de nuestra actividad política. Si logramos tener que pagar menos intereses, porque nuestro déficit público sea menor, tendremos más dinero para financiar más y mejores prestaciones sociales, más inversión, más I+D, más educación Y esa es una ecuación que, en una economía abierta, es una realidad. Hemos puesto en marcha políticas keynesianas cuando ha hecho falta; y España ha sido de los países con un mayor estímulo económico durante el momento álgido de la crisis. Ahora lo que hay que hacer es crear las condiciones para un crecimiento sostenido.

¿Pero qué siente cuando se le critica y se le tacha de neoliberal?

Me incomoda. Yo soy absolutamente socialdemócrata. Me incomodo y me parece injusto. De neoliberal, nada.

Primera parte de la entrevista