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Los pescadores del 'Prestige' sufren alteraciones en su ADN

Un estudio revela que los marineros que participaron en las labores de limpieza del vertido tenían cambios genéticos y problemas pulmonares años después del vertido. El daño detectado en los cromosomas de los linfocit

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

Los pescadores gallegos que se echaron al mar para pescar el petróleo vertido por el Prestige sufren cambios en su ADN años después del hundimiento del petrolero. Un estudio, publicado hoy, revela también que los marineros padecen problemas respiratorios y han visto deterioradas sus funciones pulmonares. Las alteraciones cromosómicas detectadas son uno de los indicadores usados para establecer la posibilidad de desarrollar cáncer, en especial, leucemia y cáncer de pulmón.

Un equipo de 11 investigadores de A Coruña, Barcelona y Madrid ha publicado la investigación en la revista Annalsof Internal Medicine, del Colegio de Médicos de EEUU. Entrevistaron a cerca de 7.000 pescadores que habían participado en las labores de limpieza del vertido del Prestige desde su hundimiento, el 19 de noviembre de 2002, hasta, en algunos casos, finales de 2003. Tras comprobar mediante entrevistas y pruebas de espirometría la alta incidencia de problemas respiratorios (ya publicaron sus resultados en el informe SEPAR Prestige en 2007), los investigadores seleccionaron a 501 de los marineros más afectados para estudiar cambios más a largo plazo, incluidas alteraciones en su ADN.

Las pruebas se realizaron entre septiembre de 2004 y febrero de 2005, un mínimo de 22 meses tras el vertido. Después, realizaron más pruebas pulmonares para medir el posible deterioro de la capacidad pulmonar y les tomaron muestras de sangre y tejidos. Como grupo de control, también realizaron las mismas pruebas a 177 pescadores de la costa cantábrica que no tuvieron contacto con el chapapote.

'Los participantes expuestos al fuel tienen un mayor riesgo de sufrir síntomas en el tracto respiratorio inferior', concluye el trabajo, promovido por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Las pruebas de espirometría forzada para analizar el aire exhalado muestran una inflamación de las vías respiratorias. También está presente lo que se conoce como 'estrés oxidativo', un desequilibrio entre la producción de oxígeno reactivo y la capacidad de un sistema biológico de desintoxicar.

Cuando hay un exceso de oxidación como el comprobado, se generan radicales libres, responsables del envejecimiento celular. La elevación de estos indicadores es generalizada entre los investigados. Además, existe una relación entre el tiempo pasado recogiendo petróleo y la gravedad de los síntomas.

Por otro lado, las muestras de sangre tomadas a los pescadores desvelan un daño en los cromosomas de los linfocitos circulantes en el torrente sanguíneo. Esta alteración de las defensas es una medida establecida en la medicina como un indicador de genotoxicidad relacionado con un incremento del riesgo de sufrir cáncer.

En este punto, los investigadores hicieron una submuestra con los participantes que no fumaban, para evitar distorsionar el resultado de la investigación. Aunque los humanos recibimos constantes agresiones al ADN, los genes tienen su propio mecanismo de reparación. Sin embargo, agentes como el humo del tabaco superan su capacidad reparadora. Esto puede dar lugar a roturas en el cromosoma, afectando a la información genética de las células. La peor consecuencia es que las células dejan de funcionar como están programadas, muriendo cuando no les toca o perviviendo demasiado, y degenerando, en fin, en células tumorales.

Lo que tienen en común el humo de los cigarrillos con las 67.000 toneladas de petróleo que vertió el Prestige es que contienen hidrocarburos como el benceno, que es un conocido carcinogénico, en especial de leucemia. El tipo de fuel que llevaba en sus bodegas, de tipo búnker C, es de los más pesados. En él están presentes varios tipos de benceno, naftaleno y metales pesados.

Aunque cada ser humano presenta alteraciones cromosómicas particulares, no existe una media. Pero según el trabajo, los expuestos al fuel vertido tienen un nivel muy elevado de anormalidades en su ADN si se compara con las observadas en los no expuestos. En esto el trabajo es también pionero. Es la primera vez que se tiene una muestra de población tan grande con modificaciones genéticas y con un único posible agente causante.

Sin embargo, los resultados son de 2005. Buscar anomalías, cromosoma por cromosoma, es un trabajo muy lento. Los investigadores están ahora analizando una tercera muestra tomada el año pasado para ver si los cambios en el ADN persisten y cuantificar el riesgo de cambio celular en los pulmones.

Los autores insisten en que los resultados sólo valen para la muestra. Seleccionaron a los que trabajaron en los meses críticos (de noviembre a enero) al menos cuatro horas diarias durante 15 días.

Queda por saber cómo afectó el petróleo del Prestige a los más de 300.000 voluntarios que, viniendo de toda Europa, participaron en las labores de limpieza de las playas. No hay censos disponibles.

En una especie de conclusión final, los investigadores consideran crucial que, en el caso de que se produzca una nueva catástrofe de este tipo, como la acaecida en el golfo de México en mayo, 'las autoridades de salud pública no manden a la gente a limpiar a la ligera'. Consideran inexcusable la preparación del personal para garantizar su salud y establecer un registro para estudiar las posibles consecuencias negativas para los trabajadores. De hecho, en aquel invierno de 2002 y 2003, todas las noticias giraron en torno al desastre medioambiental, el impacto económico y la guerrapolítica. Pero nada se habló de la salud humana.

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