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Wikileaks desvela las mentiras de la guerra de Irak

Naciones Unidas exige a Estados Unidos que investigue la complicidad de sus tropas con las torturas de la policía iraquí. Los militares tenían órdenes de no indagar sobre los abusos

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

'El secreto es esencial para un imperio', dijo Daniel Ellsberg. El autor de la filtración de los papeles del Pentágono en 1971 se presentó en Londres para apoyar la publicación por Wikileaks de 400.000 documentos secretos relacionados con la guerra de Irak. Tanto ahora como en la época de la guerra de Vietnam, el Estado tiene razones para ocultar lo que ocurre en la guerra.

El editor de Wikileaks, Julian Assange, demostró muy pronto por qué es el hombre más odiado por el Pentágono y la CIA. 'La mayoría de las guerras comenzadas por democracias han incluido mentiras'. Los documentos revelan que el Pentágono mintió cuando sostuvo en reiteradas ocasiones que no guardaba un registro de los civiles muertos en la guerra.

También demuestran que el derrocamiento de Sadam Hussein no trajo consigo el fin de la tortura. Las fuerzas de seguridad iraquíes, entrenadas y equipadas por EEUU, protagonizaron numerosos casos de abusos, que los norteamericanos conocían sin hacer nada por impedirlos.

El investigador principal de la ONU sobre la tortura, Manfred Nowak, afirmó que el Gobierno de Obama tiene la obligación 'legal y moral' de llevar a cabo una investigación sobre esta complicidad con torturas, ejecuciones extrajudiciales y crímenes de guerra. 'Los responsables deben ser llevados ante la Justicia y las víctimas, recibir la compensación apropiada', dijo Nowak.

Amnistía Internacional mantiene una posición similar y recuerda que EEUU no puede evadir su responsabilidad sobre lo que ocurría en las prisiones de Irak.'Estos documentos prueban que las autoridades de EEUU eran conscientes de estos abusos sistemáticos durante años, y sin embargo entregaron a las fuerzas de seguridad iraquíes el control de miles de iraquíes que tenían detenidos', explicó Malcolm Smart, de Amnistía Internacional.

La web publica casi 400.000 documentos clasificados de Estados Unidos

Los informes dejan patente lo que sabía EEUU. En diciembre de 2009, los militares vieron el vídeo de una ejecución cometida en Tal Afar, en el norte de Irak. 'En las imágenes aparecen 12 soldados iraquíes', dice uno de ellos. 'Diez soldados están hablando entre ellos mientras otros dos sujetan a un detenido. El detenido tiene las manos atadas. Las imágenes muestran a los soldados llevando al detenido a la calle, lo tiran al suelo, lo golpean y lo matan a tiros'.

El informe incluye el nombre de uno de los policías implicados. Como era habitual, la única medida que tomaban los norteamericanos era pasar el documento a las mismas unidades iraquíes responsables de los abusos. En estos casos, se repiten las mismas palabras: 'No es necesario realizar ninguna investigación'.

Otros papeles revelan la participación de soldados de EEUU en las palizas a detenidos. 'El detenido [Wikileaks borró el nombre del preso y de la unidad responsable] denuncia que sufrió abusos durante su detención. Le falta el ojo derecho y tiene heridas en el brazo derecho. El detenido declara que las heridas fueron recibidas durante la detención. En la foto aparece con un vendaje sobre el ojo y la herida del brazo'.

Cuchillos, cables y porras son algunos de los instrumentos utilizados por policías y soldados iraquíes. No era raro que los policías de Bagdad se negaran a dar tratamiento médico a los prisioneros. 'Algunos presos han muerto por enfermedades en las últimas semanas', dice un informe sin que pueda saberse si los fallecimientos son muertes por torturas que quedan así oficialmente ocultas.

Algunas víctimas fueron torturadas con cigarrillos o descargas eléctricas

La lista de atrocidades es interminable. Un detenido sospechoso de preparar un atentado fue conducido a comisaría, donde un agente le disparó un tiro en la pierna. Según un documento, 'sufrió abusos, como costillas rotas, múltiples laceraciones y golpes y desgarros tras ser golpeado con cables y tuberías'. En Mosul, un detenido fue golpeado con cables 'en la espalda, el pecho y la cara' cuando estaba 'colgado por las muñecas'. Otros fueron torturados 'con cigarrillos o descargas eléctricas'.

La respuesta de los mandos que leían estos informes siempre era el silencio. Una orden emitida en 2004 ordenaba a las tropas que no investigaran estas violaciones de los derechos humanos, a menos que hubiera soldados extranjeros implicados. Si los autores eran iraquíes, 'sólo se hará un informe inicial. No habrá más investigaciones a menos que lo ordene HQ' (siglas en inglés de cuartel general).

El abogado británico Phil Shiner, que lleva 142 casos de abusos cometidos sobre iraquíes, explicó que son varios 'los casos de presos muertos bajo custodia británica y que fueron registrados como muertes naturales'.

Los documentos también describen los casos en que soldados norteamericanos dispararon a coches conducidos por civiles por acercarse demasiado a convoyes militares o no respetar la orden de detenerse. En un caso de septiembre de 2004, los marines dispararon a un coche que terminó cayendo a un canal. Sólo una persona salió del agua. 'La policía iraquí se presentó en el lugar y sacó los cuerpos de dos mujeres, tres niños de 5 a 8 años y un bebé. Todos se habían ahogado'.

La mentira
Muertes de civiles
“No nos dedicamos a hacer recuentos de cadáveres”, dijo en una ocasión el general Tommy Franks. Los papeles de Wikileaks demuestran que mentía. Los militares tenían registros con las muertes de civiles de las que tenían constancia.

Los números
109.000 muertos
Los documentos cifran los muertos en unos 109.000 en el periodo que va de 2004 a finales de 2009. Esto incluye 66.081 civiles iraquíes, 23.984 clasificados como “enemigos” y 15.195 policías y soldados iraquíes, así como 3.771 militares norteamericanos y extranjeros.

Iraq Body Count
Registro independiente
Iraq Body Count, que hizo su propio registro con fuentes periodísticas e independientes, afirma que los documentos revelan que se produjeron unos 15.000 muertos más de los que ellos llevaban contabilizados.

Faluya
Estimación a la baja
La cifra real, que probablemente nunca se conozca, será mayor. Por ejemplo, en los papeles difundidos por Wikileaks no hay ninguna referencia a Faluya en 2004, cuando los norteamericanos arrasaron la ciudad para poner fin a su dominio por los insurgentes.

Incidentes
Tragedia constante
Los nuevos datos, según Iraq Body Count, se refieren a “miles de pequeños incidentes en los que morían una o dos personas, casi cada día, cada uno de ellos una tragedia pequeña pero constante de esta guerra”.

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