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La telerrealidad más 'friki' arrasa en Estados Unidos

Una década después de su boom', el género se reinventa con embarazadas adolescentes, pescadores y toda clase de personajes

ROBERTO ARNAZ

Maci Deshane Bookout tiene 19 años y es una estrella de la televisión. No gana millones de dólares, ni tiene representante o paparazzi esperando a la puerta de su casa en Chatanooga, Tennessee (EEUU). Quizá jamás consiga un premio Emmy, pero Embarazada a los 16, el reality show que la lanzó a la fama hace tres años, tiene una audiencia media de casi 4,5 millones de telespectadores, un millón y medio más que la premiada serie Mad Men.

Los recientes problemas de pareja con su ex novio y padre de su hijo Bentley, de dos años, aireados por el canal musical MTV, han disparado su popularidad. Maci Bookout es, según los lectores de USA Today, la sexta celebrity más cotizada en Estados Unidos. Todo un hito para una madre adolescente de la América profunda.

'Cuanto más humillante es lo que vemos, más capta nuestra atención', dice un experto

En los últimos años, MTV se ha especializado en el género de los realities dirigidos a los adolescentes. Además de Embarazada a los 16, tiene en antena una veintena de shows, como Control parental, en el que los adolescentes deben convencer a los padres de sus parejas para que les dejen mantener una relación, o ¿Está realmente saliendo con él?, que ahonda en los inexplicables senderos de la atracción que permiten a mujeres espectaculares enamorarse de hombres, por así decirlo, difíciles de mirar.

Sin embargo, el género de la telerrealidad alcanza un nivel superior de frikismo en la otra gran cadena musical por cable, la VH1. En ella, un psicólogo trata las adicciones de famosos en espacios como Celebrity rehab, Sex rehab, Celebrity fit club e incluso Celebrity paranormal, en el que Julio José Iglesias, el rapero Coolio o el ex boxeador Evander Holyfield han ido a la caza de fantasmas.

El 25% de la parrilla estadounidense en 'prime time' se nutre de 'realities'

Por más casposos que puedan parecer, aproximadamente el 25% de la parrilla estadounidense en horario de máxima audiencia se nutre de realities. Son una mina de oro para las cadenas, que gracias a ellos ingresan casi la mitad de los 60.000 millones de dólares que facturan cada año por publicidad. Con clásicos como Survivor o American idol, CBS y Fox consiguen que los anunciantes estén dispuestos a pagar hasta un millón de dólares por 30 segundos en antena. El espacio de aventuras es el más visto del género, gracias a los 50 millones de espectadores que tuvo la final de su primera temporada, en 2000.

'Los productores y los directores de casting han dado con la clave de lo que nos atrae', justifica Martin Kaplan, profesor de Comunicación de Masas en la Universidad del Sur de California. Para Kaplan, 'cuanto más humillante es lo que vemos, más capta nuestra atención'. Además, cree que la televisión se ha convertido en una extensión del mundo en el que vivimos, y por eso cotilleamos de los participantes de los realities igual que lo haríamos de un vecino.

De hecho, el episodio televisivo más comentado del año en EEUU no ha sido un discurso de Obama o la final de la NBA, sino la muerte por infarto casi en directo del capitán Phil Harris, protagonista del exitoso reality sobre pescadores The deadliest cath, emitido por Discovery Channel. A pesar de su espíritu teóricamente divulgador, este canal es el paraíso de la telerrealidad más sorprendente. Allí, Bear Grylls se convirtió en una celebridad gracias a Man vs.Wild, y Mike Rowe se ganó la fama probando algunos de los peores trabajos en Dirty jobs.

El éxito del género ha propiciado incluso que algunos canales, como The Learning Channel (TLC), consagren el 90% de su programación a los realities. En las últimas semanas, Sarah Palin se ha convertido en la estrella de la TLC con Alaska, que ha conseguido una audiencia estable de cerca de 3,5 millones de espectadores.

Sin embargo, los focos de Gran Hermano y el resto de realities también han creado una larga lista de pseudofamosos que acaban consumidos por las ondas. Para ellos, Marc Marcuse, olvidado participante de Average Joe en 2003, ha creado la agencia Reel Management, que representa a más de 400 ex concursantes de más de 50 realities emitidos en la última década. A pesar de los sinsabores vividos, Marcuse defiende un género que 'únicamente refleja nuestra sociedad, con sus cosas buenas, pero también las malas'.

'The Colony'

Un equipo de diez personas compuesto por ingenieros, médicos o constructores se enfrenta a un mundo posapocalíptico con la única ayuda de su cerebro y los materiales que logre encontrar. Su misión: escapar de un decorado custodiado por un violento grupo de ladrones, que les pueden agredir. Lo emite Discovery Channel.  

'Cheaters'

Once temporadas avalan este ‘reality' consagrado a descubrir infidelidades. El presunto cornudo se pone en manos de los detectives del programa que se encargan de que pille a su pareja con las manos en la masa. 

'Embarazada a los 16'

Este espacio muestra las dificultades de tener un hijo en edad escolar. El ‘show' comienza cuando la madre se entera de que está embarazada, hasta que el bebé tiene unos meses de vida. La moraleja: que se incremente la educación sobre el sexo y el embarazo en hogares e institutos. Ya va por la tercera temporada. 

'Celebrity Rehab'

Este espacio, emitido por la cadena VH1, está dedicado a rehabilitar a sus concursantes. Por él han paseado sus vergüenzas actores como Eric Roberts, ex estrellas del deporte como Dennis Rodman, o músicos, como el batería de los Guns N'Roses Steven Adler. 

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